Capítulo I

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L.A California Estados Unidos. Agosto 23 2013.

Eran las 6:30 a.m siempre se levanta a esa hora. Es demasiado lenta, incluso se lo decía su madre. Tenía que ducharse, desayunar, vestirse, otras cosas más.

Era el primer día. Mismo instituto, mismos compañeros, misma mierda, diferentes relaciones. Odiaba el primer día con toda su vida, en serio que la odiaba. Se le dificultaba hacer amistades, ¿a quién no? Una chica no muy sociable y de pocos amigos. Todo mal.

Eran las 7:45 a.m, se supone que entraba a las 8:00 a.m. lo cuál ya era un poco tarde. Su padre fue a dejarla al colegio. Salió del auto y cogió sus cosas despidiendose de su padre. Estaba a sólo metros de estar en el infierno, el cuál solían llamarle colegio. Sus nervios la estaban matando, quería salir corriendo de ahí y jamás regresar, se vería demasiado estúpido.

Había entrado, había entrado al infierno. Todo era horrible. Se dirigió a su aula y se sentó en una butaca. Miró que la mayoría estaba en silencio, otros ya se conocían, por lo tanto ya se habían dirigido unas cuantas palabras. No saludó a nadie, no quería, sería como las veces anteriores, dejarían de hablarle en cualquiera jodido momento.

Llegó la primera profesora, era de Física. Qué desgracia. La profesora les había dicho que se presentaran, así podrían conocerse mejor tanto como el profesor como los compañeros.

... Y eso es lo que me propongo a hacer este ciclo escolar. —Dijo un chico de al fondo, su nombre era Vladimir.

Y así siguieron varios, hasta que la profesora señaló a Claire. Genial. Estúpida profesora, pensaba Claire. Odiaba presentarse, y no era por vergüenza, bueno quizás sí, pero no, no le gustaba que los demás oyeran sus aburrido planes o su aburrido proyecto de vida. No tenía sentido.

Me llamo Claire, tengo 15 años. Este ciclo escolar me comprometo a mejorar en todos los aspectos. Aún no tengo un proyecto de vida confirmado, así que eso no lo puedo determinar. — Terminó de hablar, al parecer no había estado tan mal. Se sentó y decidió escuchar a los demás. Momento después oyó una voz de hasta el fondo, sonaba un demasiado baja, parecía que tenía vergüenza de hablar.

— ¿Podría hablar un poco más fuerte? — Preguntó la profesora de Física, que idiota. ¿Acaso no comprendía que estaba nerviosa? O sea, es nueva, cualquiera lo hubiera estado. Pensaba Claire sobre aquélla profesora.

— Lo siento. Me llamo Cassandra, tengo 15 años y mi proyecto de vida es lograr una maestría. —No había dicho gran cosa, al parecer había subido el tono de voz. Sólo un poco.

Y así pasaron los 24 alumnos que estaban en ese salón, un aburrimiento increíble para Claire y varios. Pero al fin llegó la hora de descanso, gracias a Dios. Todos salieron casi corriendo con sus ya "nuevos amigos". Claire se levantó y decidió salir con Valérie. Valérie le había comenzado a hablar a Claire, ya la conocía del curso anterior, pero ninguna de había animado a hablarse. Esperaban tener una buena amistad y que no terminara mal como muchas.

Valérie y Claire estaban discutiendo sobre cómo sería este nuevo año. Pésimo aparentemente. Por qué Claire tenía que ser tan pesimista, tan negativa ante todo, ni siquiera ella lo sabía.

— Supongo que todo irá bien. — Se animó a hablar Claire. Ella sabía que mentía, lo sabía bien.

— Espero estar en el famoso cuadro de honor. — Continuó diciendo Valérie sobre su sueño. Nunca había estado en un cuadro de honor, tenía calificaciones excelentes, 9.8 para ser exactos, suficiente para quedar por lo menos en el segundo puesto.

— Seguro que lo lograrás. — Le animó Claire, con sus excelentes calificaciones podría alcanzar hasta el primer lugar. Valérie sería feliz de por vida.

Claire miró a Cassandra. Estaba sola, comiendo una pequeña manzana amarilla, y parecía contemplar la inmortalidad del cangrejo. Quería decirle algo, pero no, no dijo nada. En el salón Cassandra se había sentado junto a una tal Francia, parecía buena persona, quizás se habían sentado juntas por el motivo de ser nuevas en ese instituto. Danielle había invitado a Francia a estar con ella y Penny en el descanso. La muy idiota de Francia aceptó, mientras que a Cassandra no le habían dirigido ni una sola palabra. Que zorras. Quizás era por el motivo de que se veía algo solitaria, y tímida. Era nueva, por Dios, cualquiera se comporta así. La muy estúpida de Francia dejó sola a Cassandra, ¿no hubiese sido mejor pasar el descanso juntas?

Terminó el descanso, mierda. Claire volvería a aburrirse en las clases infernales que tardaban siglos en terminar. Entró una profesora, parecía que no estaba conforme con su vida. Todos al verla fueron a tomar asiento a su ya dicha butaca.

— Muy buenos días chicos. Verán soy la profesora Veronica Steele y les impartiré la materia de Cívica. Espero ser de su agrado y bienvenidos a este nuevo ciclo escolar. — Habló la profesora con su maldita voz de aburrimiento. Todos dormirían es su clase. Qué agradable. La profesora tenía 28 años, era soltera y parecía una niña de 7 años. Probablemente nadie se casaría con ella, tenía cara de morsa agonizando. Y probablemente vivía con su madre tejiendo ropa para bebé. Qué lástima. Moriría sola con su madre y sin hijos.

Claire sentía que moría lentamente. Jamás había tenido una clase tan aburrida y estúpida en su vida. Entonces así sería esa clase. Qué decepción. Terminó la clase, gracias Dios, aún quedaban otras dos. Probablemente serían Matemáticas e Historia, no las habían tenido durante el transcurso del día.

Y sí, Claire tenía razón, Matemáticas por desgracia era la siguiente.

— Chicos, buen día. Soy el profesor de Matemáticas y mi nombre es Joseph. Un gusto. Al igual que su profesor, seré su tutor, un gusto. — Terminó de hablar para comenzar su clase. Mierda, mierda. El profesor Joseph sería su tutor, tenía fama de mal contador de chistes, y un estúpido jode vidas. Siempre hacía los mismos putos chistes sin ninguna gracia. Idiota.
— Chicos, les pediré que para el día de mañana traigan papel para que así puedan cubrir sus butacas y eviten que se maltraten. — Dijo al final de la clase. Había terminado, que felicidad.

Al haberse ido el profesor varios de los alumnos se levantaron y comenzaron a hablar con sus amigos como si no hubiese un mañana. Eso le desesperaba a Claire. Valérie, que se había sentado adelante de Claire le había pedido su opinión sobre varias cosas.

— ¿Qué te pareció la clase? — Preguntó Valérie con una sonrisa en su rostro, al parecer siempre la tenía.

— Una mierda total, o sea, él será nuestro tutor, una desgracia completa. ¿Acaso no lo pueden cambiar? Y ¿escuchaste su voz? No, me quedaré dormida tanto en esta clase como en la de Cívica. Qué mierda de vida. — Claire se quejó sobre la pregunta que le había hecho Valérie. Las dos estaban de acuerdo en que sería aún peor el infierno en el que estaban.

Gracias a Dios terminó el día. Claire salió de aquel infierno para poder ser "feliz" entre comillas en su casa, lo llamaba purgatorio, que idiota. Pero al menos ahí era dónde podía pensar sobre qué hacer para salir de todo e irse al paraíso. Probablemente jamás lo conseguiría.

Joder, joder, joder. No se atrevió a decirle ni siquiera un hola a Cassandra, o sea, quizás así podría hacer una amiga por su propia cuenta. Sería de verdad algo increíble, ya que nunca lo logra. Y tenía oportunidad, nadie le había hablado durante todo el día, a excepción de Francia, la cuál la había dejado en el descanso. Pero quizás habría oportunidad mañana. Hasta podría ser que en un futuro terminaran siendo las mejores amigas y hasta se terminaran contando sus aventuras, incluso hasta su primera vez y cómo fue, con detalles y todo. Quizás.

-IMPOSSIBLE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora