Capítulo 17 (Ángeles y Arcángeles).

313 34 12
                                    


Maca ingresa a la habitación, se sienta en el borde de la cama, lentamente con la yema de los dedos dibuja trazos en la pantorrilla de Rubí, la que se asoma entre la ropa de cama. La acaricia y luego besa con suavidad.


Rubí hace un movimiento suave con la pierna y emite un sonido inentendible.


Maca insiste y con las yemas baja por el tobillo hasta llegar a la planta del pie.


Frida nooo..., estoy durmiendo.


Maca, se mantiene en silencio con la yema sube hasta el muslo y vuelve a la pantorrilla.


Rubí sigue refunfuñando contra Frida.


Nnnoo.... Trata de tapar la pierna con la cobija.


Aun somnolienta, se le escucha entredientes, 


- Frida.. ya po'.


Maca se mantiene con los mismos movimientos ahora por debajo del cubrecama hasta que logra su objetivo, Rubí se sienta en la cama, estira sus brazos mientras con la mirada busca al responsable de su despertar, está muy oscuro el lugar... extiende el brazo en busca de Maca y percibe que está frio el lugar, se inquieta y enciende la luz con rapidez,


Maca, ahí estas!! me asuste por un segundo, ¿eras tú la que me esta tocando la pierna? .


- Sí, soy yo.... No me llamo Frida, así que no te hice caso y no me detuve.


- ¿A qué juegas rulito mío?, venga para acá,


 Le dice mientras la saluda con un beso en los labios y entrelaza sus dedos en sus rizos.


Juego a despertar a esta bella durmiente que está toda desparramada en la cama.... ¿No sé cómo dormiste todos esos días en el hospital sin moverte nada?.


- Ahhhh, no sé na' yo... el ser humano se adapta... ¿y cuál es el apuro de despertar a esta mujer que duerme desparramada en su cama?.


- Es que estoy con hambre, ya te preparé el almuerzo, tengo todo ordenado y listo para comer, solo falta que se siente en su lugar la mujer más hermosa e importante de mi vida.


- Ahhh y obvio que esa soy yo. 


-¿Quién más?, nadie más... no existe otra ni va a existir.


- Ya, que bueno, porque así tiene que ser no más, está escrito en tu destino, na' que hacer... ¿y porque tiene tanta hambre?, ¿qué hora es?.


- Son las cuatro y media Rubí.


- ¿Cómo las cuatro y media?, no entiendo, ¿quieres comer en la madrugada?.

Utopia ...  El deseo de un amor eterno....   RubirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora