Como Si Fueras El Último [ ShowKi ] ✔️

Viernes

Viernes, estúpido viernes.

Ya ni deseaba abrir los ojos, Kihyun seguía tan molesto por la escena que atestiguó ayer y por la estúpida-adorable reacción de Hyunwoo, que lo que menos esperó al llegar a casa - tras planear faltar todo el día a clases - fue encontrar a sus papás en la cocina, en una discusión, enviándolo de vuelta al centro del pueblo para que pida un reembolso por las tenis que compró.

Hubo un gran sermón sobre comprar ropa tan costosa cuando no tienen dinero y el por qué llorara en medio de la conversación, pero no preguntaron la razón. Se levantaron de la mesa y rogaron por no encontrar las tenis en la casa luego de volver del doble turno del trabajo.

No preguntaron incluso que hacía Kihyun allí y no en clases, de todos modos, no les dio tiempo cuando su hijo salió corriendo de la casa, bajo la lluvia espesa la cual no desistió hasta llegar a la tienda y entre ruegos, lograr un rembolso.

Kihyun acabó resfriado, por prefería mil veces eso a tener que explicar la verdadera razón del por qué lloraba.

Para una mañana soleada como la del día siguiente, un día antes del fin de semana, el pelinegro era el único usando abrigo y bufanda por aún sentir escalofríos.

Su horario empezó el día con la clase de biología.

Y él sabe, es consciente que la pareja sentada al frente siempre son una fuente de chismes confiable, ellos estaban al tanto hasta de lo que comía el guarda de seguridad.

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"Uff, siéntate, es largo. Hoseok interrumpió a esos dos en el almuerzo ayer frente a todos"

"...llevándose a Hyungwon lejos,"

"luego de eso, Hyunwoo quedó solo y no habló mucho por el resto del día"

"Todos saben que la corona no le hizo falta para presumir esos cuernos jajaja"

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En definitiva, eso sonaba a "Hyunwoo fue herido".

Kihyun guardó en su mente todo lo que pudo, y espero, mordiendo el borrado de su lápiz, hasta que sonara el timbre de la hora de almuerzo.

[...]

— Aquí estás — Saludó —. ¿Vas a seguir? — Cuestiona con una sonrisa animosa tras la puerta metálica del casillero de Hyunwoo. El castañito suspiró y sin escuchar, siguió metiendo los cuadernos de su casillero en su mochila —. ¿Por qué inclusive después de llorar te ves tan precioso?

— Ya basta — Cerró de golpe la puerta y lo miró cansado, sin duda había detonado algo, todo lo ocurrido el día anterior por culpa de Hyungwon, con su boca en un puchero caído Hyunwoo bajo la mirada —. ¿No tienes nadie más a quién molestar? ¿A quién lanzarle tus dichos?

— No huyas, cobarde — Detuvo con miedo al verlo apartase, jaló de su camisa para regresar su atención a su presencia. Hyunwoo se quejó débilmente —. ¿Te lo han dicho? — Susurra, su voz temblando.

Hyunwoo lo notó, sintiendo una corriente de electricidad recorrerle en los dedos, mordió su labio con mariposas rebeldes respondiendo a solo eso, solo ese tono de voz. El brillo, el desgaste en los ojos de Kihyun no le pasó desapercibido.

— Kihyun...

— Hyunwoo eres precioso, bebé ¿te lo han dicho hoy? — Kihyun se acercó, rozando su delgada mano sobre las mejillas ajena, hablando con confianza, con dominio al repasar el pulgar en los labios del moreno —. Si tan solo me dejarás besarte... Hyunwoo.