-Siempre fuimos ella y yo- susurró mientras contengo un sollozo- ahora estoy sola.
-Tu mamá eligió estar sola- la voz de Maggie suena rasposa- No tienes porque estar sola. Tienes derecho a conocer a tu familia- mi frente se frunce ante la mención de...
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|CAPÍTULO 11|ACTO DOS|
Bajo las escaleras con el perro pisándome los talones, aún no habíamos decidido qué nombre ponerle. Charlie ya estaba en la cocina haciendo el desayuno, tengo que admitir que este había mejorado bastante en la cocina, a veces se le sigue quemando la comida pero para mi es un lindo gesto que se haya esforzado para mejorar.
-Buenos días- sonrío emocionada, Charlie se gira cuando me escucha y me sonríe levemente.
-Buenos días- mira al perro- oh así que ya te dieron la sorpresa.
Si, Emmett pensó en todo ya que este le había pedido autorización a Charlie para regalarme un perro, mi tío acepto sin dudarlo cuando el castaño le dijo que yo quería un perro y que por eso él quería regalarme uno. Emmett también ya había comprado las cosas necesarias para el perro con sus hermanos.
-Si- sonrío mientras sobo la cabeza del perro el cual se sienta junto a mis pies.
-¿Puedes buscar a Bella y decirle que el desayuno está liso?- asiento con la cabeza y fuerzo una sonrisa.
Subo las escaleras soltando un suspiro, el perro comienza a seguirme de cerca como lo a hecho desde ayer.
-Bella- tocó la puerta ya que no quería entrar sin tocar. Retrocedo un paso cuando la puerta se abre y por esta se asoma Bella con un mal aspecto. Su pelo estaba algo despeinado, sus ojos estaban rojos y debajo de estos habían unas bolsas negras indicando que no había dormido.
-Charlie- me detengo cuando veo al perro gruñirle con ferocidad a la Swan la cual retrocede asustada, agarro el perro por el collar de su cuello a tiempo ya que esté se impulsa para atacar a Bella. Frunzo mi frente confundida por la actitud del perro.
-¡Aléjalo de mi!- grita Bella alterando más al perro.
-Oye tranquilo- el perro me entiende ya que deja de jalar el collar pero aún le gruñe a Bella.- Charlie preparo el desayuno- sin esperar respuesta jalo al perro por el collar y me adentro a la habitación junto al perro.- tranquilo ya paso- me agacho a la altura del perro y acaricio sus orejas relajándolo.- tenemos que trabajar con eso, a mi tampoco me cae bien Bella pero no tenemos más opción- miro mi habitación analizando que todo esté en orden y que no haya algo importante al alcance del perro.-Bien, te quedarás aquí, no rompas nada ¿si?- el perro suelta un ladrido y se sube a mi cama donde se acuesta.
Bajo las escaleras luego de cerrar la puerta para que el perro no salga de mi habitación y me encuentro a Charlie el cual sostiene su cabeza con sus manos.
-¿Estas bien?- me recuesto del marco de la puerta y lo miro con preocupación.
-Si solo es- suelta un suspiro- Bella- muerdo mi labio y asiento con la cabeza.
