-Siempre fuimos ella y yo- susurró mientras contengo un sollozo- ahora estoy sola.
-Tu mamá eligió estar sola- la voz de Maggie suena rasposa- No tienes porque estar sola. Tienes derecho a conocer a tu familia- mi frente se frunce ante la mención de...
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|CAPÍTULO 1|ACTO TRES|
Todo era un caos en la reserva, los del consejo se negaban a creer que la pelirroja es ahora parte de la manada, a pesar de tener todas las evidencias ante sus ojos. Todos veían con atención a Charlotte la cual aún está inconsciente sobre el sofá de la casa de Sam, su cuerpo ahora era más tonificado a pesar de que el cambio es ligero era notable y su temperatura es ahora demasiado elevada. Los del consejo se negaban a tener una mujer en la manada ya que esto lo veían como una debilidad. Billy y la manada estaban molestos por las palabras del consejo y se mostraban en total desacuerdo con el consejo, estos estaban más que dispuestos en aceptar a la pelirroja en la manada.
Paul caminaba de un lado a otro, estaba asustado por su hermana. Al moreno no se le había hecho fácil acostumbrarse a su cambio, sus cambios de humor se intensificaron, se le dificultó controlar el lobo ya que por cualquier se descontrolaba y tuvo que dejar su vida atrás, desde sus costumbres dirarias hasta sus amistades. Lo menos que quería el moreno es que su hermana pasará por todo eso.
Por otro lado Carlisle y Edward caminaban de regreso a su casa luego de hablar con el alfa de la manada Quilates.
-Esto es aún más raro- comentó él cobrizo y su padre adoptivo asintió con la cabeza. Los Cullen se sentían raros últimamente y habían cosas que no recordaban, entre esas cosas él como conocieron a Hayley, la obligación que sentían de estar siempre con Isabella y el porque ninguno podía usar su don con Hayley. Además sentían como si les faltara algo o a alguien.
-¿Como es que no la recordamos?- se pregunta Carlisle confundido. El lector de mentes se encoge de hombros sin respuesta- Bien, no digas nada sobre esto y esperemos a que Sam nos traiga evidencia.
•••
Me quejo al moverme y sentir un fuerte dolor en mi cuerpo y en mis hueso.
-Charlotte- abro mis ojos cuando siento a alguien moverme pero los cierro otra vez al sentir la fuerte luz, parpadeo varias veces tratando de acostumbrarme a la luz.
-¿Que haces aquí?- restriego mis ojos y miro a mi alrededor para percatarme que no estaba en mi habitación y tenía muchos pares de ojos puestos en mi, solo conocía a la manada y a Billy el resto eran completamente unos desconocidos para mí. Trato de incorporarme rápidamente pero soy detenida por los brazos de Paul.
-Tranquila- lo fulminó con la mirada.
-¿Como quieres que me tranquilice si todos me miran como si me hubiera muerto?- le susurró alterada mientras que miro a mi alrededor. ¿Acasos todos me miraban mientras yo dormía?
-Charlotte- observó a Sam el cual se acerca a mi- ¿Como te sientes?- gagueo sin saber que responder.
-¿Bien?- contestó insegura sin saber que está sucediendo.
