RAYO DE SOL

☀️Capitulo XXXIX☀️

SUSI

Dicen que la vida es un largo camino y cada quién elige a donde ir, pero justo ahora no sé hacía dónde llevarla, eso me preocupa porque siempre he sido muy organizada con mis cosas y mi futuro.

En mis planes está terminar mi carrera, agrandar la zapatería, hacer crecer nuestra Marca y hacerla reconocida en todo el país, y tal vez entonces; casarme. Aunque primero debo encontrar con quién, no me afano por ello, aún soy joven y sé que el indicado llegará cuando tenga que llegar. Confieso que llegué a pensar que ese alguien era Damián, pero después de conocer a Kira, entendí que no.

Desde entonces me he metido de lleno al trabajo y la verdad; hoy me sentí cansada.  Por eso acepté venir con Cindy,  divertirme y olvidar un poco el estrés.

Nunca imaginé verla sufrir por un hombre, supe que uno la había lastimado hace mucho y desde entonces no se había tragado tanto.

«Hasta el punto de largarse y olvidarse de mi la muy perra»

Tomé aire y me senté con los chicos ya que ahora eran mi única compañía.

—Susi, me acabó de llamar mi hermano. Está en sutton club y quiere que nos vayamos para allá. ¿Te gustaría acompañarnos? —preguntó Juanjo con una gran sonrisa

La verdad me dio algo de temor, ir con dos desconocidos a un lugar dónde hay un tercer desconocido es bastante peligroso.

—Eh, bueno, la verdad no sé. Yo...

—Oh vamos Susi, no hagas esa cara, no somos asesinos seriales, no te vamos a secuestrar, ni a prostituir, si es lo que estás pensando. No te haremos nada, solo queremos que la pases bien y allá, te aseguro, que lo harás —explicó. Lo pensé un momento porque si, pensé todo eso que dijo.

«Bueno Susi, no parecen criminales, además; ¿Por qué te importa ahora y no hace unas horas cuando te besuqueabas con uno de ellos?

Recriminaba mi mente.

«Ay, solo fue un besito, no es para tanto conciencia metiche»

—Ok, pero les advierto que soy cinta negra en tekondo y tengo un localizador incrustado en mi muñeca. —comenté con seriedad. Ellos me miraron desconcertados y me reí a carcajadas—. No es cierto, ya vámonos.

—Casi me lo creí —dijo Alex riendo también.

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Pues... Los chicos tenían razón, esto aquí estaba súper prendido, hay más personas aparentemente felices, bailando y bebiendo sin parar. Me duelen mis pies de tanto bailar, Juanjo es un excelente bailarín y ya saben lo que dicen de ellos.

«¡Ay no puede ser!, ya me parezco a Damián con sus estúpidos y ridículos dichos»

—Susi, toma. Bebe este manjar  —dijo Juanjo extendiendo la copa con la bebida.

—Ya he bebido de más, ¿Me quieres emborrachar o qué? —Río.

—Solo quiero que la pasemos bien Susi. —Se acercó a mi rostro.

—Ya lo estamos haciendo Juanjo, me divierto mucho, pero no quiero emborracharme porque estoy muy lejos de mi casa y tengo que estar en mis cabales para volver. —respondí rozando sus labios.

—Creí que te quedarías conmigo, hay un hotel cerca de aquí, si quieres podemos ir ahora. Prometo no decepcionarte —Intentó besarme, pero lo aparté.

—Suena tentador, pero no soy lo que crees. Puede que te haya dejado que me besaras unas cuantas veces, pero te aseguro que no pasará nada más que eso. No ando por ahí acostándome con cualquiera. —Le di un besito chiquito en los labios y salí con dirección al baño.