En los ultimos tiempos casi nadie las habia visto salir.
Jacinta consumia sus años entre la cocina y la oscura habitacion donde descansaba su madre. muchos la criticaban por haberse encerrado y alejado como si ya no fueran del pueblo. Pero mas hablaban de la joven ,tan callada, tan Hermosa, la hembra que no sería para nadie .
Una tarde lluviosa, un vaquero llego a Tierras Amarillas en busca de trabajo y fue a parar a la tranca de esa casa que parecia abandonada. Llamo una y otra vez , cuando estaba por retirarse vio que al fin alguien abría la puerta, sin animarse a salir al corredor.
Sujetando las riendas de su caballo, siguió llamando. La mujer espiaba al al hombre de poncho rojo y alforja ,parecio volver la cabeza como Si consultara en la oscuridad , miro otra vez al hombre y le hizo señas para que esperara.