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Se encontraba corriendo por las calles de Londres ya había sido un mal día y apenas eran las 11:00 am, no solo su despertador no sonó si no que ni siquiera había desayunado y eso la ponía de un terrible humor, y es que era típico en ella llegar tarde a cualquier lugar, pero no podía hacerlo en esta ocasión se dirigía al museo ya que tenía una entrevista de trabajo y llegar tarde a una entrevista no es una buena primera impresión ¿verdad?.
Al fin había llegado, busco con la mirada a Donna la que le haría la entrevista para contratarla, sin embargo no la encontró a ella solo a un hombre quien hablaba animadamente con una niña, supuso de inmediato que era un guía de turistas ya que explicaba con mucha experiencia las cosas que ahí se encontraban.
Siguió buscando a Donna y viendo el museo con mucha atención, estaba distraída viendo una bella antigüedad hasta que realizó un giro poco hábil ocasionando que se impactará contra alguien haciéndola caer.
-Hay no, no, no, lo siento, lo siento, lo siento mucho- dijo extendiendo su mano. - ¿estás bien?-
-Tranquiló estoy bien- dijo riendo un poco. -y yo también lo siento estaba distraída-
-De verdad lo siento, ¿estás segura de que estás bien?-
-Demasiado segura, gracias por preocuparte... ¿am?-
-Ah... soy, Steven Grant- contestó él extendiendo su mano.
-Emma Harrison, es un placer conocerte Steven Grant- dijo ella estrechando su mano.
-Lo mismo dijo- dijo el sonriendo. -¿es la primera vez que vienes? jamás te había visto aquí-
-Si, soy nueva en esto, si te soy sincera jamás había venido a un museo egipcio-
-Pues me da gusto que este sea el primero que visites, aquí podrás conocer todo sobre Egipto y su historia-
-Y yo estaría encantada de que me des un Tour por el, se ve que eres profesional-
Steven se ruborizó al instante, era un conocedor de la historia de Egipto, su mayor sueño era ser guía de turistas, y que ella reconociera su destreza en ello lo hacía emocionarse.
-Hay no me tengo que ir- dijo ella revisando su reloj. -Fue un placer Steven Grant.
Steven solo se quedó ahí meneando su mano de un lado al otro viendo cómo Emma se iba, había disfrutado mucho la pequeña charla que había tenido con ella y no podía negar que le había parecido simplemente encantadora.
La verdad es que Emma no tenía ninguna experiencia en la historia egipcia o algo que tuviera que ver con ella, pero necesitaba urgentemente un empleo para seguir conservando su departamento y pagar sus víveres.
-Hola, buenos días Donna, vine para la entrevista-
-Oh, claro tú eres Emily ¿verdad?-
-En realidad es Emma, pero si-
-Bien toma asiento-
Después de una larga y aburrida entrevista, resultó lo que Emma ya se esperaba no tenía ni un solo conocimiento como para ser contratada.
-Vamos por favor, necesito un empleó, por favor Donna-
-Bien...- Dijo resignada. -¿Qué tal eres con la cámara?-
-Bueno yo...-
-Genial eres la nueva fotógrafa-
Steven estaba algo aburrido no había mucha gente en el museo, por lo tanto no había mucho que hacer, tan solo bagaba su vista por ahí cuando de pronto vio a Emma, tomando fotografías de recuerdo a las familias, de inmediata su corazón comenzó a palpitar, su cara formó una sonrisa, por alguna razón le emocionó mucho verla otra vez, no lo había notado antes pero ella era realmente hermosa.
-Oh Stevie, no me digas que ahora eres un acosador, cada día eres más raro- dijo Donna llegando detrás de él.
-Oh, no, no, yo no, yo no estaba- dijo Steven moviendo nerviosamente sus manos.
-Si claro, oye no me importa si eres un acosador o no, ponte a trabajar-
El día había finalizado todos se preparaban para cerrar el museo e irse a casa, Steven no había despegado su vista de Emma en todo el día, varias veces habían cruzado miradas, y cuando ella lo descubría mirándola él apartaba la vista inmediatamente.
Guardó sus cosas y se apresuró rápidamente a la salida.
-Ten linda noche Steven- le dijo Emma caminando a su lado.
-Oh, claro también ten linda noche... tú, adiós- dijo el nervioso.
Steven se dirigía a ver a su buen amigo dorado, el cual jamás le respondía pero igual le gustaba charlar con él.
Y no es que no quisiera, más bien no podía pues se supone que era una estatua.-Es que siento que, mi cuerpo quiere levantarse y salir a caminar y no detenerse hasta que ya no pueda más, ¿entiendes?, y ni siquiera me doy cuenta hasta que despierto en otro lado por eso trato de quedarme despierto, ¿tú que crees?, si es verdad supongo qué hay gente que hace cosas más raras pero... ¿no?.
oh perdón con caramelo extra para el buen hombre- Dijo Steven depositando un bocadillo en el sombrero del hombre dorado sentado a su lado.-Como sea, cambiando de tema, hoy conocí a una chica, oh si, si es muy linda, comenzó a trabajar en el museo, no, me acobardé quería hablarle y darle la bienvenida pero simplemente no pude, ¿te dijo algo un poco extraño?, siento que ya la había visto antes, tienes razón, si ya la hubiera conocido la reconocería, es muy bonita, lo sé, debo acercarme a ella, le hablaré, veré que se me ocurre gracias amigo- dijo abrazando al hombre. -En fin, ya me tengo que ir, me divertí, te veo... cuando te vea, bien Adiós.
Y sin más Steven se fue a su casa a tratar de lograr el objetivo número uno de todas sus noches, dormir.
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