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-Vamos Steven tú puedes hacerlo, tú puedes, tú puedes vamos no es tan difícil o ¿si?-
Se repetía Steven a sí mismo y es que había decidido hacerle caso a su dorado amigo, y acercarse a la chica que cautivó su corazón y tal vez suena absurdo por que la había conocido un día antes pero había sentido una conexión
inmediata con ella y eso le parecía raro.Steven se dirigía al trabajo, con un girasol en su mano y armándose de valor para acercarse a ella.
Cuando llegó no la vio así que se dispuso a buscarla, hasta que alguien tocó su hombro asiendo que saltara del susto.-Hola Steven, buenos días- le dijo Emma sonriendo.
-Ho-hola, buenos días para ti también- dijo Steven nervioso. -Te-te traje esto- le dijo él mostrándole el girasol.
-¿Para mi?-
-Si, es que venía caminando de pronto lo vi en un jardín y me pareció muy bonito así que te lo traje- dijo el dudoso. -Bueno la verdad es que lo compré en una florería, pero si es para ti-
Ella rió ante el comentario ya que le pareció bastante tierno como Steven trataba de mentir.
-Pues, te lo agradezco mucho-
-¿Si te gusto?- preguntó nervioso Steven.
-Claro, me encanto, muchas gracias Steven, pero... ¿por qué?-
-Bueno, es para disculparme-
-¿Disculparte?- Preguntó Emma dudosa.
-Si, ayer no te di una buena bienvenida, y no es por que no quisiera, soy un poco tímido, así que me gustaría empezar de nuevo, y comenzar diciéndote que me da mucho gusto conocerte y que ahora seamos compañeros de trabajó-
-Lo mismo dijo, es un placer conocerte Steven y es un placer también ser tú compañera de trabajo-
Steven sintió un pequeño rubor en sus mejillas, y es que nunca nadie se había alegrado por tenerlo como compañero y que ella lo hiciera lo hacía feliz.
Steven no creía que iba a atreverse a hacerlo, así que solo tomó aire y le dijo.
-Am... Te- te vez muy bonita hoy, buena la verdad también te veías muy bonita ayer, aunque seguramente tú siempre te vez bonita- dijo con una boba sonrisa en su rostro, aunque cuando se dio cuenta de lo que dijo se ruborizó, al contrario de Steven, Emma sonrió.
-Gracias, yo creo que tú eres muy apuesto, me gusta tu camisa-
Steven no supo cómo reaccionar, ¿acaso sus oídos estaban fallando?, ¿oh era un efecto secundario por no dormir bien?, ¿enserio acababa de escuchar a Emma diciéndole qué era apuesto? Y ¿Enserio le había dicho que le gustaba su camisa?, simplemente no supo cómo reaccionar y se quedó viéndola y sonriendo tontamente, sus miradas se encontraron, se perdió en él hermoso azul de sus ojos, ese momento era tan perfecto que el deseó que nunca hubiera terminado, y digo hubiera por que Donna llegó por detrás de él.
-¡Oye Stevie en lugar de estar perdiendo el tiempo ponte a trabajar!- Dijo Donna gritando.
-S-Si Donna-