Destino

Capitulo XV

Zhan estaba demasiado débil como para poder levantarse, la enfermedad se lo ponía demasiado difícil, ademas el tener a alguien dentro, lo hacia aun mas difícil. Tuvo que estar a pedido de él en el sillón. Veía por la ventana cómo cambiaba el clima. Extrañaba poder salir a sentarse junto a su árbol, pero a estas alturas ya no podía ponerse a caminar hasta allí.

Yanli decidió quedarse en casa, también decidió que Ling no saliera de casa. Sabían que era cuestión de tiempo y querían estar junto a él.

—Ten—le dijo Zhan a Yanli una tarde mientras le pasaba un papel. —quiero que eso se escriba en lápida. Quiero estar en mi árbol —le dijo señalado su árbol. Y quiero pedirte algo. Sé que ya me habías dicho que lo harías por mi, pero puedes prometerlo.

—Cualquier cosa—le dijo sin mirarlo, pues las lagrimas ya amenazaban con salir.

—Quiero estar junto a él, ¿puedes pedírselo?—le dijo

—Lo haré

—Yanli, ¿puedes cocinar para mí?—le pregunto

Yanli río levemente—soy la que cocina tonto—

—Pero quiero ir contigo a la cocina. Y no pienses en decirme que no, sabes cuánto me encantaba cocinar, quiero verte hacerlo. ¿Puedes hacerme sopa de raíz de loto?

—Claro que si

Llevaron a Zhan en una silla de ruedas, querían que no se agitara más de lo que podía.

Ling estaba feliz, siempre seguía a Zhan a donde quiera que iba, así que estaba orgulloso cuando su tío fue hasta la cocina para ver cocinar a su madre.

Mientras Yanli cocinaba, Zhan jugaba al Monopoly con Ling

—Ja, te gane otra vez—le decía orgulloso. Zhan lo estaba dejando ganar.

Por un tiempo Ling se quedo pensativo. Zhan noto esto y le pregunto—¿qué sucede Ling?

—Tío Zhan porque no le dices a YiBo que allí dentro hay alguien —dijo Ling señalando el vientre de Zhan

—Hay algunas cosas que es mejor guardarse pequeño, es para no querer lastimar más a las personas que amamos—le respondió Zhan

—Claro, miéntele a él también— le dijo Yanli

—Esta no es una mentira. Mira pequeño, yo no puedo decírselo porque no puedo perdonarme que él tampoco vaya a estar a su lado

—Si tuvieras que ponerle un nombre ¿cuál seria tío?

—Déjame pensar—Zhan se llevo su mano a la barbilla y con la otra su pequeño abultado vientre — Yuan—respondió unos momentos después—se llamaría Yuan

—Yuan—repitió Yanli—suena muy lindo

—Lo es...—respondió Zhan con cierta tristeza en su voz.

Al final del día mientras tomaban el té, Zhan le paso un sobre a Yanli.—Quiero que cuando venga se lo des, ¿puedes?

—Zhan...—a Yanli le aterraba hablar del final de Zhan, en ocaciones lo evitaba, pero no importa cuánto lo hiciera, él era el primero que lo mencionaba.

—Lo voy a esperar —le dijo—Y cuando me vaya los voy estar cuidando, a él y a ustedes—dijo mirando a Ling—Se los prometo.

—Zhan, quieres por favor dejar el tema—le pidió Yanli

—Yanli, mi destino ya fue escrito, mi mismo destino me los traerá de nuevo, solo que espero que pueda vivirlo junto a él.

—¿Puedo preguntarte algo?—

—Dime

—¿Por qué... por qué volviste?— quiso saber

—Mi corazón le pertenece a él, pero necesitaba estar aquí, este es el lugar que escogí para permanecer por siempre.—respondió firmemente

—Lo entiendo.

Una mañana, Zhan veía por la ventana mientras la lluvia caía y los relámpagos sonaban a lo lejos, tocaba su vientre que ya había crecido. Su rostro se veía algo cansado y estaba más débil a cada día.

—Te traje un té— le dijo Yanli sentándose a su lado—¿cómo te sientes?

—Pienso que en otra vida...

—¿Van a estar juntos?—termino Yanli— también lo creo—le dijo tomando sus manos —no solo lo pienso, también lo creo, también creo que...—no pudo terminar lo que dijo porque en ese momento vio como Zhan se desmayaba ante sus ojos—¡Zhan! ¡Zhan! ¡Oh Dios! ¡Zhan! ¡Despierta! ¡Mamá! ¡Papá!—gritaba Yanli sosteniendo a Zhan en sus brazos

La tormenta retumbaba fuera, no había a quién llamar cerca. El padre de Zhan lo recostó en el sillón.

—Tengo que buscar al doctor—dijo poniéndose una chaqueta, sus movimientos eran algo torpes, estaba alterado.

—No puedes salir con esta tormenta—le decía su esposa con lagrimas en los ojos.

—Mamá...—dijo Zhan despertando—Papá...—los dos se acercaron hacia él, hincandose a su lado. Su madre lo tomo de las manos. Zhan río débilmente.—Aun no nos vamos, ¿por qué lloran?—dicho esto cerro los ojos y no volvió a abrirlos más.

La madre de Zhan no pudo contener las lágrimas, arrojandose hasta el vientre de Zhan, llorando. Ling lloraba inconsolablemente junto a su abuela, Yanli se hincó junto a ellos, abrazándose de ambos, también llorando. Su padre beso la frente de Zhan y lloro en silencio, derramando lagrimas sin hablar.

La noche parecía llorar por la muerte de Zhan, la lluvia se intensifico, los truenos sonaron más fuerte y los relámpagos aparecieron. El cielo y la familia de Zhan lloraron toda la noche.

A la mañana siguiente, su padre decidió llamar a una ambulancia. Se llevaron a Zhan con todo el cuidado con el que sus padres lo pidieron.

Esa mañana hubo silencio, un silencio tremendo, ya no lloraban, ya no tenían lágrimas que derramar. Todo estaba extremadamente calmo.

Al día siguiente llevaron sus cenizas, fue sepultado junto a su árbol. Su lápida era sencilla, negra, en ella se leía "La vida es demasiado corta para amarte solo en una, prometemos buscarte en la otra".

—Voy a cumplir mi promesa—dijo Yanli tomando de la mano a Ling, caminando hacia la casa.

Los días posteriores a su muerte todo estaba calmo, se reían de vez en cuando, lo mencionaban poco, como cuidando que su recuerdo no fuera a abrir la herida que aun estaba completamente abierta.

Después de unos años finalmente podían mencionarlo, aunque muy poco, con alegría, sabiendo que seria lo que él querría, esperando hasta que alguien tocara la puerta preguntando por él.