𝐋𝐎𝐕𝐄 ♡ famous!people

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Dormías en el pecho de Germán, no sabias en que momento habías acabado durmiendo con tu amigo en esa posición pero bueno, habíais ido de acampada algunos Streamers y te había tocado en la misma tienda de campaña/carpa que Germán.

No querías moverte para no romper ese momento, llevabas enamorado de él antes de que empezará a hacer música, antes de que se cortara él pelo, antes de todo, estabas muy enamorado, eran ya muchos años.

Germán en un momento empezó a mover su brazo acariciando tu espalda, movía la mano de arriba abajo, haciendo movimientos circulares y empezó a hablar.

—Sabes (Nombre), creo que me gustas... Bueno, no creo, me gustas... —susurro Germán, el corazón se te paro un segundo y volvió a latir a un ritmo acelerado, rezabas por que él no lo notará y pensara que estabas dormido.

Otro silencio, las caricias subieron a tu pelo de mechas azules.

Todos vuestros amigos coincidían en que erais el uno para el otro, pero claro, nunca lo dijeron a los dos juntos, siempre por separado, así que nunca habíais vivido la situación de nerviosismo que os puede llevar a intuir si de verdad os gustais o no.

—(Pero yo se que la quieres a ella) —bueno, no estabas seguro, Germán no la olvidaba, eso lo sabias, pero no olvidarla con seguir amándola eran dos cosas muy diferentes, —¿cómo piensas quererme si ella sigue allí? —susurraste.

—Pues queriéndote imbécil, ¿tú me quieres?

—No quiero responderte por que te ríes de mí siempre—cerraste los ojos, pero Germán agarro con solo una mano tus mejillas y con un movimiento hizo que quedaras cara a cara.

—¿Tú me quieres? —lo miraste, querías decir que lo amabas, pero tenías miedo, se te estaba declarando, pero seguías con ese miedo al rechazo.

—Germán, no es el momento—y entonces te beso, no aguanto más y te beso, tú no tardaste en corresponder aquel beso.

—Por favor (nombre), yo más que te quiero, te amo, y es una frase muy fuerte que no se le puede decir a cualquiera, pero tú, tú no eres cualquiera, por favor, te lo pido, hablame —cerraste los ojos y te pegaste más a él dejando un beso en sus labios y abrazándolo, quedando tú cabeza cerca de su cuello.

—Yo también te amo, pero tengo miedo.

—Entiendo, (nombre), no te preocupes cielo, daré lo mejor de mí—lo último de desconcertó, ¿qué erais ahora?