7 • La Fiesta Neón II

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⚠️Aviso de contenido: Consumo y mención de droga⚠️

Una hora y media antes, los bravucones de la escuela secundaria, Troy Walsh y James Dante, consiguieron entrar a la casa de Robin por el patio trasero y nadie logró identificarlos durante el proceso. Cuando estuvieron dentro de la residencia, se escabulleron a la cocina que, para su suerte, se encontraba vacía. Aprovecharon la oportunidad para llevar a cabo su plan de venganza contra Robin y Steve, debido a que estos les habían prohibido asistir a la fiesta por ser demasiado problemáticos.

Cada uno extrajo de sus bolsillos una pequeña bolsa de plástico, estaban repletas de un extraño polvo, que anteriormente eran pastillas de Molly. Decidieron verter el contenido de manera veloz en los recipientes más cercanos que encontraron, pequeños vasos de Vodka. Cuando finalizaron su tarea se fueron deprisa, saliendo por la puerta trasera de la cocina. Ninguno de los dos miró atrás, gran error, ya que no se percataron de la chica que presenció toda la ''escena del crimen'' y que, más tarde, los delataría.

———

El celular de Henderson vibró por una notificación de un mensaje de texto que había recibido. Sacó el aparato del bolsillo de su chaqueta y lo encendió para encontrarse con lo siguiente.

Jeniffer: Dustin, donde está Robin? No tengo su número de celular y estoy buscándola hace mucho tiempo. Le puedes avisar que vi a James y Troy colocando un polvo extraño en los vasitos de vodka que estaban en la cocina, por favor, estoy preocupada.

Dustin apagó rápidamente su celular y miró a Steve preocupado. Sabía que por lo menos una hora antes sus amigos habían consumido esas bebidas.

—Dustin, ¿Qué pasa? —preguntó Steve que, por suerte, estaba sobrio.

—Hijos de puta...son unos miserables idiotas—insultó enojado.

—Pero, ¿Qué te sucede idiota?—preguntó nuevamente Steve.

—Jeniffer Heist acaba de enviarme un mensaje diciendo que vio a Troy y a James colocar un polvo en los shots de vodka—mencionó Henderson—Dijo que está buscando a Robin pero no la encuentra.

­—Espera, ¿Hablas de los vasitos que estaban en la cocina?

—¡Si esos!—gritó Dustin exasperado.

—Dustin, primero cálmate—dijo Steve, y el contrario suspiró molesto—Segundo, busquemos a Robin, si ese supuesto polvo es algún tipo de droga, ella es la única persona sobria en esta fiesta que puede identificar cual.

—De acuerdo, pero ¿Qué haremos con los demás?—exclamó Dustin—Están ebrios.

—Escúchame, el grupo estará bien—Steve trató de tranquilizarlo—. El portón delantero está cerrado, así que no los chocará ningún auto. Y si salen al exterior, solo podrán ir al jardín trasero, no hay peligro alguno allí.

—Okey, está bien—respiró en su intento de relajar los crecientes nervios—¿En dónde está Robin?

—Si no se movió de su lugar, debe estar controlando la fiesta desde arriba—habló Steve. 

Los dos se alejaron de la pista y corrieron a buscarla. Subieron rápidamente las escaleras hacia el primer piso y, cuando llegaron, Robin no se encontraba ahí.

—¡Steve! Me dijiste que ella estaría aquí—reclamó Dustin.

—Demonios—maldijo Harrington—, ella me dijo que iba a estar en este lugar. Le enviaré un mensaje.

—Hazlo de prisa—exigió Dustin. 

Luego de un momento Robin contestó el mensaje de Steve.

—¿Y?—preguntó Dustin—¿Qué fue lo que dijo?

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