La chica del cuerno y el chico de la gorra rara.

Capítulo 1.

-¿Lista?-preguntaron los tres al unísono.

-Sí, estoy lista-respondió la niña con el cuerno.

-Haz amigos- dijo el peliverde.

-Aprende- añadió el rubio.

-Y sobre todo no te metas en líos-finalizó el pelinegro.

Después de esto, Eri se despidió con cariño de los que habían sido su familia y la habían enseñado a controlar su don durante los últimos años.

-Llámanos todas las noches-pidió el héroe nº1 con lágrimas en los ojos.

-Midoriya, no llores. Eri, no te quedes todo el día pegada al móvil.

-Sí, papá Aizawa, tengo que irme, hasta la próxima. ¡Plus Ultra!- dijo la niña levantando el puño y dirigiéndose a la UA.

-¿No tenéis que iros a vuestras agencias?- preguntó el pelinegro mirando a los dos héroes de su alrededor.

Mirio había heredado la agencia de su antiguo sensei; Nighteye. Midoriya la de All Might. Ambos llevaban capucha dado que al llevar el nombre de héroe nº1 y nº2, no querían que se les reconociera. Aizawa, por el contrario, después de que la clase A se graduara se jubiló diciendo que no habría ninguna clase como aquella.

-Yo tengo que ir a ver a un amigo, ahora vuelvo, id yendo- dijo el símbolo de la paz.

-¿Quién?- preguntó Togata, pero su compañero ya se estaba yendo.

A Kota siempre le había gustado Gun 's and Roses. Le llenaban la cabeza con guitarras y voces. Le hacían olvidarlo todo. Cuando sus padres murieron, el grupo le ayudó a superarlo. También cuando Deku resultó herido y la culpa lo carcomía.

Se dirigía a la clase 1A. La prueba de acceso le fue muy sencilla, lo único que tenía que hacer era lanzar un gran chorro de agua a los robots haciendo que se sobrecargaran en menos de un instante.

Se sentía orgulloso. Iba a la clase de su héroe; la clase A. Cuando se dió cuenta, poco le faltó para no saltar de pura alegría.

Sintió que alguien le tocaba el hombro y se dió la vuelta con los puños en alto.

-Tranquilo, Kota, no te preocupes, solo vengo a saludar-dijo una voz conocida.

-¡Deku!-contestó el chico abrazando con fuerza a su héroe.- ¿Qué haces aquí? ¿No tienes que atender a la agencia?

-Lo sé, pero tenía que dejar a alguien y pensé en pasarme a saludar- respondió Deku rascańdose la nuca.-En todo caso, tienes que darte prisa que llegas tarde.

-Pero si faltan veinte minutos.

-"Los alumnos de la UA tienen que llegar diez minutos antes a clase"-contradijo el encapuchado repitiendo las palabras que su amigo Iida, ahora más conocido como Ingenium, tantas veces le había dicho.

-Okey, en tal caso me voy yendo, adiós-dijo el chico mientras se iba.

El número 1 sonrió y se fue corriendo a su agencia. Sin duda, si Tenya hubiera estado con él le habría reprendido con dureza, pensaba el muchacho cuando por fin llegó a su destino.

Después de hablar con su héroe, el chico se fue pitando a la clase. Al llegar observó la puerta; una gran estructura rectangular de por lo menos cinco metros de altura y con una gran 1.A roja que cubría toda la entrada.

Cuando pasó, una chica con pelo corto caoba y ojos rojos grandes le empezó a acribillar con preguntas. El de la gorra con pinchos sintió una mano en la muñeca y notó como alguien le sacaba de allí.