Midnight deambulaba por la sala de profesores, teléfono en mano. No paraba de pensar en cómo decirle al padre de su alumna lo sucedido hacía poco. Antes de que empezara el curso el ex-héroe le hizo prometer que la protegería. Le dolía mucho haber roto al segundo día esa promesa. Lo peor sin duda era la mirada de Eri. Esa mirada, llena de dolor y desesperación. Dormirla le fue aliviante pero también la llenó de tristeza. Se sentó sobre una silla y miró su reflejo por la portada del móvil. Un pelo largo suelto, su máscara roja y sus ojos azules como el mar. Apartó la mirada del aparato y la dirigió a la estancia en la que se encontraba. Una sala con un montón de mesas con ordenadores. Normalmente cuando se encontraba allí estaba a rebosar de profesores mirando exámenes, negándole a algún estudiante que no le subiría la nota del examen de lengua o charlando tranquilamente mientras se tomaban un café; en ese momento se encontraba vacía debido al horario de clase.
La mujer pensó en Present Mic. Él podría decírselo sin problema, a él no le daba miedo que Aizawa se enfadase o que... ¡Eso es! Llamaría a su amigo para que le contara a Shota lo que había pasado. Sabía lo que hacía, era un poco cobarde, pero...
Marcó el número del altavoz andante. Inquieta esperaba que el otro cogiese la llamada.
- ¿Diga?- Midnight nunca se había sentido más aliviada de escuchar su voz.
- Em..., hola, Mic ¿qué tal todo?-respondió, nerviosa.
-¡Muy bien!- exclamó con su tono habitual, destrozando el tímpano de su amiga.
-Oye, ¿podrías decirle algo de mi parte a Eraser?
-Claro-el plan iba a la perfección- espera, que está aquí, te pongo en videollamada.
-¿Qué pasa? Estaba durmiendo- genial, no solo la iba a matar por lo de Eri, sino que también por despertarle.
-Es por Eri- resumió. La cara del pelinegro cambió de manera radical-fue atacada.
-¿Por quién? ¿Se ha roto algún hueso?
¿Por qué tenía que ser tan difícil?
-No fue herida físicamente, sino que mentalmente- la voz de la mujer temblaba con fuerza-algo se metió en su cabeza y la hizo entrar en un pánico anormal. Tenemos la certeza de que podría haber sido Overhaul.
-Voy ahora- y colgó sin más.
Cualquiera se hubiera sentido aliviado de que no le hubiera gritado o amenazado a muerte, pero alguien que conociera de verdad al ex-maestro se hubiera sentido como se sentía en ese mismo momento: devastada por el tono descarozador de su voz. La heroína escondió la cabeza entre sus manos y sollozó amargamente, por su amigo, su cobardía, su promesa rota y por no haber estado allí para la hija de su compañero.
Shota Aizawa miraba inexpresivo la mesa del comedor, sumido en sus pensamientos. Su amigo rubio lo observaba con preocupación. El antiguo profesor se levantó de repente y se dirigió a su habitación para prepararse para ver a su hija. El otro hombre cogió el teléfono y marcó un número.
-¿Diga?-la voz de Denki Kaminari, también conocido como Chargebolt le respondió.
-Kaminari ¿está Shinso por ahí?-preguntó con el tono más normal que pudo.
-Ahora le llamo. Prometido..., Present Mic te llama- el pikachu se deleito con el nombramiento a su compañero.
-¿Qué pasa?-El del pelo morado contestó con su tono cansado de siempre.
-Eri ha sido atacada mentalmente. Creemos que ha sido obra de Overhaul- Aizawa salía de la habitación poniéndose los zapatos.
-Ahora vamos- dijeron al unísono.
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La chica del cuerno y el chico de la gorra rara.
FanfictionEri y Kota entran a la UA donde hacen amigos. Pero esa paz no durará mucho, un enemigo acecha desde las sombras. ¿Conseguirán nuestros protagonistas convertirse en los héroes que desean ser?