Mil veces más

Introducción

Suena el despertador. Las seis en punto. Hoy es el día; debo ir al instituto por útima vez para recoger mis notas antes de las vacaciones de verano.

Enciendo el televisor y observo a la mujer del tiempo: una chica joven, rubia, delgada y con buenas curvas. Mientras escucho el tiempo me incorporo y me dirijo hacia el baño de mi habitación y me miro en el espejo.

- Vaya, realmente estoy espantosa... con los nervios no he dormido nada.- Me coloco un mechón de mi largo pelo castaño detrás de la oreja y sigo observándome las enormes ojeras que cubren la parte inferior de mis ojos marrones.

Me lavo la cara y vuelvo a la habitación mientras la señorita de las curvas perfectas anuncia que está previsto un día soleado en todo el sur de Boston. Elijo mi ropa. Nada fuera de lo normal: unos shorts vaqueros, una blusa de tirantes blanca y mis sandalias favoritas con tachuelas de color azul cielo. Lo dejo todo preparado encima de la cama y me dirijo a la ducha donde dejo que el agua templada me caiga en la cabeza y me despeje las ideas. No sé cuánto tiempo paso ahí. Cuando salgo de la ducha con una toalla alrededor de mi cuerpo, me dirijo hacia mi cama y me visto. Aún con una toalla en la cabeza escribo un mensaje a mi mejor amiga Sabannah.

*Sab! Espero que estés a las 8 en la fuente, no me hagas esperarte como siempre...*

Un minuto después mi móvil bibra.

*Sí, señora!*

Me dirijo al baño y acabo de arreglarme el pelo, ya parezco más decente. Bajo a la cocina cuando el reloj da las siete y media y desayuno cereales con algo de fruta. Cuando termino, sin hacer ruido, cojo mi bolso y salgo por la puerta. A las ocho en punto estoy en la fuente y, para mi sorpresa la señorita Baker ha llegado antes que yo.

-Vaya Sab, qué raro. Normalmente soy yo la que llega antes, ¿tienes fiebre?

Su mirada me fulmina pero su ''enfado'' no dura más de 5 segundos.

-¡Vamos Chloe! Aunque parezca mentira estoy deseando ver mis notas. No he dormido nada esta noche...

Acostumbrada a que Sab se meta con mis ojeras deduzco que debo de haberme puesto muy bien el poco maquillaje que uso porque no me ha dicho nada. Subimos al bus y cuando llegamos al instituto le doy la mano a mi mejor amiga y aprieto con fuerza. Nos dirijimos al tablón de anuncios donde están colgados los listados de las notas y busco mi apellido.

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Creo que por un momento me quedo en shock. Todo el esfuerzo ha merecido la pena. A penas puedo mantenerme en pie. Sabía que iba a aprobar pero... verlo escrito impresiona el doble. Cuando recobro el sentido miro de reojo a mi amiga Sabannah que está dando saltos como una loca en medio del hall del instituto. Su melena color chocolate brilla con los rayos de sol que entran por la puerta... sin duda, este va a ser nuestro verano.

Lo mejor de todo es que hoy va a ser el día que cambie el resto de mi vida y aún no lo sé...