Hoy es el día. Me he mirado al espejo y, la verdad, tengo unos pelos espantosos. Claro, la ley de Murphy: "Si algo puede salir mal, saldrá mal" o, como a mi me gusta decirlo: "si tienes un evento importante, tus pelos serán un maldito desastre". Sería una buena idea ir a la peluquería a ver si dejando mi pelo en manos de profesionales pueden hacer algo, aunque, parece una misión imposible. Llamo a Sabannah.
-Sab, mis pelos están espantosos. Necesito ir a la peluquería. ¿Me acompañas?
-Vaya, realmente te ha dado fuerte con ese chico. -Reímos, aunque yo no tardo más de dos segundos en sentirme molesta.
-¡Sabannah! Eres realmente odiosa. Entonces me acompañas, ¿verdad?
-Claro Chlo. Luego podemos ir de compras. ¿Quieres probarte vestidos de novia también?
-Voy a matarte Sab. Eres peor que un dolor de muelas. Aunque oye, irnos de compras no me vendría nada mal. Podía comprarme algún conjunto bonito para esta noche.
-Me parece buen plan. ¿Quedamos en la peluquería de siempre en media hora?
-Ahí nos vemos, dolor de muelas.
-Sabes que me quieres Chlo.
-Mucho. ¡Adiós!
-Ciao bella.
Cuelgo y me pongo lo primero que pillo y unas gafas de sol para tapar mis enormes ojeras. Bajo las escaleras y ya en la cocina me preparo un termo con café (ya que no sé vivir sin café). Mi madre y Denis trabajan por la mañana así que ahora que no tengo clase estoy sola en casa todas las mañanas. Dejo una nota:
*He salido a la peluquería. No me esperéis para comer*
. . .
Me miro en el espejo que tengo justo delante de mi. Vaya, mi pelo parece bonito. Bueno, sé que es bonito pero, peinado así está perfecto. Tengo unas ondas surferas preciosas y me han dado unos reflejos rubios que se irán aclarando con el sol. Miro a mi derecha y veo a Sabannah que es más radical que yo, ya que se ha cortado el pelo por los hombros y yo no me he atrevido ni a cortarme más de un centímetro y, he de decir que quizá hubiera estado bien porque el pelo ya me cubre los pechos y me llega por la zona del final de las costillas. Realmente mi mejor amiga podía ponerse un saco en la cabeza, que seguiría estando preciosa.
Al salir de la peluquería nos dirigimos a una pequeña tienda de ropa boho que hay cerca de la playa en la que encuentro el conjunto perfecto del que me he enamorado por completo. Bueno, eso, y la cara de asombro de Sab al vérmelo puesto.
Salimos de la tienda entre risas cuando de pronto mi móvil vibra:
*Buenos días Chloe, nos vemos a las 20h en el irlandés.*
-¿Chloe? -Inquiere Sabannah- Como sigas sonriendo así, se te va a dar de sí la cara.
-Oh Sab. Es Luke. Es a las ocho. Es... es...
-Chloe, me encanta verte así pero no le conoces. No tienes ni idea de quién es y podría incluso tener novia o algo.
La sonrisa se me borra de la cara. Sabannah tiene razón. Decido que es hora de ir a comer algo así que guardo mi teléfono móvil sin contestar el mensaje y nos sentamos en un restaurante que hay en la playa. Ahí decidimos que sería buena idea arreglarnos juntas en mi casa antes de ir al irlandés y que también sería mejor idea pedirle el coche a mi madre por si tenemos que salir corriendo de allí. Así que nos limitamos a comer y después vamos a mi casa directamente donde descansamos. O lo intentamos, porque no he visto a nadie tumbarse de tal manera que su peinado no se estropee como a nosotras dos.
Unas horas más tarde, nos despertamos y, para nuestra sorpresa son las siete y y cinco. Nos hemos quedado dormidas y ni si quiera está mi madre en casa para pedirle el coche, así que mientras Sabannah usurpa mi ducha yo llamo a mi madre para pedirle el coche para esta noche a lo que, tras unos 7 "porfi mami" y unos 13 "no voy a conducir borracha" acepta. Así que una vez he colgado a mi madre me dispongo a arreglarme con Sab a ritmo de The Wire de Haim.
Una vez listas cojo mi bolso, las llaves del coche, el papel con la dirección y la pelota y salimos corriendo de casa a las ocho menos diez con dirección al irlandés. Siento que el corazón se me va a salir del pecho cuando aparco y veo a Luke y a sus amigos en la puerta. Parece enmudecer cuando me ve bajar del coche y antes de que me de cuenta estoy sonriendo como una idiota.
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Mil veces más
RomanceChloe comienza su verano sin darse cuenta de que su vida va a cambiar para siempre. Sin experiencia en el amor se enfrenta a lo que conlleva enamorarse por primera vez. Ella y Luke pertenecen a dos mundos distintos, pero poco a poco pasarán de la am...