Canto II: Lujuria

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Segundo círculo: Aquí están castigados los pecadores incontinentes y en particular los lujuriosos: ellos son empujados por el aire, vencidos por la tormenta infernal, evidente contrapaso (por analogía) de la pasión que los abrumó en vida.
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•Marioneta (Zack), 116 años, lugar de origen Estados Unidos______________________________________________

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•Marioneta (Zack), 116 años, lugar de origen Estados Unidos
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Eva: ¿Marioneta? ¿Qué haces aquí?

Marioneta: Ya no soy Marioneta soy Zack, y eh venido a ayudarte

Eva: ¿Renunciaste al cielo por venir a ayudarme? Gracias marioneta

Marioneta: ¡Que no soy Marioneta! Y sí me lancé del cielo para venir a ayudarte

Eva: ¿Y porqué no volaste?

Marioneta: Esque... olvidé que tenía alas -risas nerviosas

Eva: ¿Eh? ¿Porque tienes ojos en las manos?

Marioneta: ¿Cómo dices? No me había dado cuenta, no se porque será que están ahí.

Cerbero: Qué bueno que os rencontreis de nuevo pero debéis de entrar y ser juzgados como pecadores

Eva: ¿Un juicio? ¿Acaso tú no haces el juicio?

Cerbero: Seréis juzgados por Minos es el encargado de decidir a qué círculo iréis, yo solo me encargo de que los muertos no salgan y que los vivos no entren

Marioneta: Pero yo vengo del cielo ¿también tengo que ser juzgado?

Cerbero: Todos los que pasen por esta puerta serán juzgados sin excepción

Eva: bien pues sí tenemos que ser juzgados que nos juzguen, Cerbero respondeme algo

Cerbero: ¿Qué necesitais saber?

Eva: ¿Vino un niño que se parecía mucho a mi hace tres meses? Ah y traía un colgante con una cruz

Cerbero: En efecto estuvo aquí, y fue condenado al noveno circulo en la primera ronda, la Caina, enviado ahí por traición a un familiar

Eva: Que extraño que esté ahí, pero gracias perrito -dijo esto y le acaricio la cabeza

Cerbero: ¡Que ser tan inusual! Os deseo buena fortuna en su búsqueda -Diciendo esto les entregó dos monedas de oro

El Juicio

Entraron en la puerta y se encontraron en un juzgado con muchas otras personas delante en fila esperando su turno

Marioneta: Oye y ya que estamos aquí dime ¿Cuál fue tu pecado?

Eva: Supongo que suicidarme, ¿Y tú?

La infernal tristezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora