Alpha fabricado.

Corto 3

Steve en ningún momento se atrevió a preguntar por qué –su ahora Omega– tenía esa pieza en el pecho.

Escuchó la explicación del castaño sobre su nueva casta. Entendió algunas cosas, otras seguían con un gran signo de interrogación. Se dijo que con el tiempo las resolvería.

—Cuando tu celo llegue... —Anthony le dio una caja llena de inyecciones—. Estos son supresores. No funcionarán al 100% ya que tu genética es mucho más complicada que la de un Alpha normal, pero te dará el tiempo necesario para buscarme.

—¿Buscarte? —Preguntó Steve.

—Ahora me perteneces. —Tony lo miró con seriedad—. No podrás estar con otro Omega que no sea yo.

Rogers asintió aún sin entender del todo. ¿Era tan difícil ser un Alfa?

El genio camino por la pequeña cabaña en donde estaban; Steve no pudo evitar preguntar lo que tanto giraba por su cabeza.

—¿Por qué fabricarte un Alpha?

Tony volteo para verlo sorprendido, pero después, su rostro mostró satisfacción.

—Eres listo. —El castaño trajo una silla con él y se sentó enfrente del rubio—. Porque te necesito para mis planes.

—Sigo sin entender.

—Me imagino que has escuchado que soy el bastardo de la familia Stark. —Comenzó el Omega—. Bien, supongo que es algo así. Yo era el heredero de Howard, era la nueva generación que llevaría el apellido Stark a la gloria, pero como sabrás, ser Omega y Beta no es una bendición. —Explicó—. Me desterro de mi hogar, hizo que todo mundo creyera que estoy loco y me quito todo dejándome a mi suerte.

—¿Y que pieza soy yo en tu tablero? —Quiso saber el rubio.

—Tú, Steve, me ayudarás a entrar al ejército. —Tony sonrio brillante—. Al conocer al doctor Erskine me darás la oportunidad de probar que soy más que un simple Omega. Soy un genio y puedo hacer que ganen la guerra, ¿cómo? contigo. Mi Alpha.

Rogers por un momento se sintió mal. Todo era un dar y recibir.

—¿Y crees que funcionará?

—Claro. —El hombre de cabellos oscuros se levantó como si la emoción no pudiera con él—. No sólo te volví un poderoso Alpha, te volví el mejor soldado que el ejército puede tener. Esa guerra no se ganara sin ti.

Rogers sintió los labios de Stark besar los suyos en un casto beso.

—Será nuestro triunfo. —Anthony se veía extasiado—. Yo recibo el reconocimiento que merezco y tú te vuelves un ejemplo a seguir. Todos ganamos.