Una que otra aventura

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Era de noche en la residencia Bakugo, las luces de Luna se colaban por la ventana de los gemelos, quienes se habían despertado haces uno segundos de su siestas, sus padres estaban en la otra habitación profundamente dormidos era una suerte de que no estaban en "eso" en estos momentos.

Los bebés tenían su propio lenguaje, los dos estaban intentando comunicarse que extrañaban a mamá y papá, entonces, como los hijos de los mejores héroes, idearon un plan infalible, uno de los dos se bajaría de la cuna, así ayudaría al otro también, con sus casi 8 meses habían aprendido a gatear espléndidamente, lo de caminar aún estaba en proceso.

—Bla wabla—(Traducción) "No crees que es muy peligroso", preguntó el pequeño Katsuro

—Ne—(Traducción)"No", respondió Izumi, digna de ser llamada una Bakugo

Los dos se bajaron de la cunas golpeándose un poco en la caída, pero aún no llorarían, tenían la determinación de Izuku después de todo, los esposo dejan la puerta algo topada ya que si algo pasaba podían entrar de inmediato, tampoco sabían que sus bebés podían bajarse así de sus cunas y más a su edad.

Con una de sus manos, aún gateando Izumi abrió la puerta con su manita, recordaban que su habitación estaba al lado de la de sus padres, empujaron la puerta, el matrimonio estaba profundamente dormido abrazado uno del otro, pero cuando cuando los hermanos quisieran subir, se dieron cuenta que no alcanzaban, así que, con los ojos acuosos se acostaron en el piso el cual estaba cubierto de una alfombra suave.

A la mañana siguiente Izuku se despertó algo soñoliento, bajo de la cama y fue al cuarto de los mellizos, cuando vio la cunas vacías lo primero que hizo fue pegar un grito de horror.

—Que salchichas pasa—Bakugo habían intentado bajar su grosero vocabulario a causa de las quejas de Izuku cuando estaba frente a los niños.

Bakugo dirigió a la mirada preocupada de Izuku y luego a las cunas vacías de los gemelos.

—Mierda.

Katsuki y Izuku buscaron en toda la casa, preocupados, eran héroes y con lo que pasó a finales de el embarazo  temían que alguien pudo haberles echo algo.

—Llamaré a la puta agencia—Habló con un tono apuntó de explotar, para cambiarlo drásticamente al dirigirse con su esposo, el cual ya estaba muy alterado—Amor puedes traerme mi teléfono.

Izuku asintió lentamente y subió escaleras arriba, cuando entró al cuarto escuchó un pequeño sonido abajo de la cama, al bajar la mirada, vio a sus dos bebes con los ojos acuosos chapándose su pulgar, Izuku saco uno por uno con cuidado,podíendo respirar al fin. 

Inmediatamente los bebés estuvieron en los brazos de su madre, empezaron a llorar.

Llorar desconsoladamente 

Bakugo subió las escaleras algo apresurado, bajo su mirada al ver a sus bebés y su amado llorando.

—No sabes el susto que nos dieron pequeños mocosos—Con un rostro cansado se inco y le dio un beso en la frente a su familia, casi le da un ataque, diciendo eso ya se sentía viejo.

Después de calmarse, los bebés estaban más activos que nunca, los esposos decidieron poner doble seguridad que la cuna de sus bebés, otra vez y podían lastimarse de verdad, simplemente  doble barra en la cuna, sus hijos los veían con un puchero desde sus asientos.

Sus hijos eran muy enérgicos de eso se habían dado cuenta, solo que habían que sobrevivir eso otros 18 años o más...

——————

Una semana después, al cumplir los 8 meses, Izuku habia ido a comprar los alimentos, Bakugo estaba en la oficina trabajando, al lado tenía los porta bebés de sus hijos, solo se había volteado un segundo cuando Izumi ya tenía un marcador en la boca que le manchaba toda su cara, la miró horrorizado, rápidamente le quitó eso de la boca.

—La puta madre—Dijo mientras intentaban limpiar el marcador permanente de su hija, mientras Katsuro miraba hipnotizado la escena.

—Ahora si Izuku me matara.—Dijo en un susurro corriendo investigando la marca del marcador, por suerte no era tóxico, lo malo, era que era muy difícil de limpiar.

Corrió al baño con sus dos hijos, cuando la puerta de la casa se abrió justo cuando estaban pasando, Izuku vio petrificado su hija risueña quien tenía la mitad de la cara como la de un pitufo.

—KATSUKI BAKUGO—Sip, definitivamente era el día de su muerte.



Family (Bakudeku)[FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora