Donde la bondad de Alex Leigh cura el corazón de Evan Rosier.
O
Donde el amor a veces no siempre puede tener un final feliz.
Portada realizada por @DreamsGraphics de la editorial @Editorial_silver
Plot by: @lovsinclr
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Alex se encontraba demasiado concentrada en su lectura actual, desde que el verano había comenzado decidió buscar un par de lecturas pendientes que tenía en su librero para poder terminar los libros y pedirle a su padre que le comprara uno nuevo.
Estaba tan concentrada que no se dio cuenta de la noción del tiempo transcurrido desde que se despertó aquella mañana.
Estaba en el vivero que su madre tenía, cerca de aquel columpio que sus padres le colocaron cuando era una niña. Pérdida entre las letras de aquel libro ignoró por completo la presencia de su padre quien la había estado buscando al no verla como todos los días esperándolo en la sala.
- Ahora entiendo porque no me esperaste en el sofá como todos los días - la voz de su padre hizo a la joven apartar la mirada de su libro.
- ¡Papá!
Alex guardó su libro y corrió hacia su padre dándole un abrazo.
Logan Leigh, padre de Alexa trabaja en el ministerio y recién había llegado a casa, se sorprendió al no ver a su hija esperándolo en la sala de su casa con sus piernas en el sofá como cuando era tan sólo una niña de seis años.
- No supe en que momento llegaste - confesó Alex al separarse de su padre y dejar un beso en su mejilla.
- Estabas demasiado concentrada en tu lectura que no te diste cuenta de que el sol se guardó y llegó la luna.
Padre e hija caminaron hasta el interior de la casa donde la matriarca de la familia los estaba esperando para la cena.
Gia Leigh estaba en la cocina cuando vio a su esposo e hija entrar.
- Hasta que te veo mi niña - se quejo Gia. - Pensé que te había tragado uno de los tantos libros que lees.
Alex se quejó, Logan se rio, los tres llevaron la comida hasta la mesa para poder cenar en familia.
- James vino durante la tarde y me dijo que mañana irían a el callejón Diagon para comprar algunas cosas para el colegio - comentó Gia antes de comer.
Alex llevó su mano a su boca antes de tragar su comida. - ¿Mañana?
- Desde cuando mi pequeña ha crecido tanto que ya no quiere que la acompañemos por sus cosas - Logan fingió llorar.
- ¿Puedo ir? - preguntó Alex mirando a su padre. - Prometo que antes de entrar iremos de nuevo y será como en los viejos tiempos, papá.
- Solo si prometes que iremos los tres de nuevo - la señaló Logan con su tenedor.
- Lo prometo.
Logan miró a su esposa, ella se encogió de hombros dejando la ultima palabra en su decisión. - Esta bien puedes ir.
Alex se puso de pie para ir hasta donde su padre se encontraba dejando un beso en su mejilla mientras lo abrazaba.
- Eres el mejor.
La cena prosiguió, donde Logan les conto sobre su día y sin querer mucho salió a tema los sucesos de la guerra que se estaba llevando acabo, Gia todos los días le pedí a su esposo que tuviera cuidado, al igual que ella lo tenía todos los días cuando iba a trabajar. Alex tenia miedo de que un día sus padres fueran victimas de los mortifagos.
Eran repudiados por las familias sangre pura, en especial su padre quien le dio la espalda a los ideales que sus padres le inculcaron, enamorándose de una mestiza, no le importaba el estatus de sangre, su casa o el hecho de que era demasiado fría para él, Gia logro cautivar el corazón de Logan desde mucho antes, así que sin esperar mucho de sus padre él se fue de la casa y le propuso matrimonio a la mujer que amaba y no se arrepentía de sus decisiones, la prueba del inmenso amor que le tiene a su esposa es su amada hija, Alexa, la luz de sus ojos.
Al terminar la cena, Alex y Logan ayudaron a Gia a levantar los platos y lavarlos, se turnaban para las tareas de la cocina, había noches donde Gia cocinaba, otras era turno de Logan y Alex también les ayudaba. Claro que lavar los platos fue una actividad que no pudo estar sin las risas o algunas peleas con espuma debido al jabón.
- Iré a darme una ducha - murmuro Alex al verse toda empapada de la blusa.
- Esta bien, pero no tardes o te perderás la película - le informo su madre.
Alex tomo el libro que había dejado en la cocina antes de irse a la parte de arriba de su casa, dirigiéndose hasta su habitación. Cerro la puerta dejando el libro en su escritorio mientras buscaba su pijama y entraba en el baño cerrando bien la puerta.
La chica Leigh sentía el agua caer en su cuerpo, tardo unos diez minutos en la ducha para después secarse y colocarse el pijama, bajo nuevamente las escaleras encontrando a sus padres en el sofá donde comenzaban a colocar la película en la video casetera.
Alex cruzo sus piernas en forma de indio en el sofá poniendo las palomitas en sus piernas, su concentración estaba en la película. Se trataba de una película de romance, de esas que te sacan suspiros y te hacen llegar a la nubes.
Al concluir la película la chica Leigh se estaba durmiendo en el sofá, se puso de pie deseándoles las buenas noches a sus padres para irse a la cama sabiendo que al día siguiente tendría que ir al callejon diagon junto a James, estaba emocionada porque sabía que también vería a sus amigas.
- Buenas noches mamá, buenas noches papá, los quiero - se despidió Alex antes de irse.
- Buenas noches cariño.
- Descansa corazón - le respondió su padre.
Logan y Gia miraron como Alex se iba por las escaleras perdiéndose de la vista de sus padres.
- ¿Cuándo creció tanto? Aun recuerdo que fue ayer cuando estaba saltando de alegría porque le llego su carta de hogwarts y podía volver a pasar mucho tiempo con James.
- Pronto se graduara y tendrá que irse, comenzara su vida, se casara y tendrá hijos - comenzó Gia.
- No no no - respondió Logan. - Nuestra niña no tendrá novio hasta los treinta.
- Eres un celoso.
Desde las escaleras Alex pudo escuchar la conversación de sus padres rodando los ojos al escuchar que su padre le decía que se casaría hasta los cuarenta, corrió a su habitación donde entro al baño para lavarse los dientes, se fue a la cama pensando en el fantástico día que la esperaba mañana cayendo rendida en un lindo sueño donde cumplía su meta de convertirse en medimaga.
