━━✧♡✧━━━✧♡✧━━━✧♡✧━La joven Leigh se encontraba tomando el desayuno mientras escribía en su diario algunas anotaciones, su diario es su posesión más preciada, si llegara a perderlo tal vez perdería su cabeza y desearía mudarse a Francia con otra identidad.
— Irán a las pruebas ¿verdad? — preguntó Rosie acercándose a sus amigas, golpeando el hombro de Alex, en el trayecto por poco derrama su jugo de calabaza.
Anna y Alex compartieron una mirada al ver a su amiga llegar, tarde como siempre.
— Buenos días para ti también, Rosie — bromeó Alex acercándole la jarra con jugo de arándanos.
En primer año descubrieron que Rosie desarrolló una alergia al jugo de calabaza, por lo que los elfos le preparaban un poco de jugo de arándano.
Williams se sirvió en su copa un poco de jugo ignorando el saludo mañanero de parte de sus amigas. Seguía nerviosa por las pruebas, quería hacerlo bien, ser una buena capitana y sobre todo intentar llevar la copa de Quidditch para su casa.
— Estaremos allí — respondió Anna dándole un apretón a la mano de Rosie al verla nerviosa.
Rosie dejó escapar un largo suspiro. En las últimas horas no había logrado conciliar bien el sueño, tenía unas cuantas pesadillas donde el equipo la abucheaba y le lanzaba tomates. Incluso donde Amos Diggory le enviaba un vociferador diciendo que había tomado una mala elección al elegirla.
— Hey — la llamó Alex logrando de la pelinegra le mirara. — Lo harás bien.
Entre las dos Hufflepuff intentaron animar a la capitana del equipo, logrando una sonrisa en su rostro.
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Alex junto a Anna caminaban con rumbo a los vestidores del equipo de Hufflepuff para visitar a su amiga y darle la patada de la buena suerte antes de que salieran para las pruebas.
— ¿Irás? — preguntó a Alex tras escucharla hablar sobre la carta de Amos.
— No lo se — contestó Anna con bastante sinceridad y una mueca en sus labios. — Él me ocultó sobre su hijo.
— Pero no has dejado que te explique sus motivos — intervino otra vez Alex. Desde unos días antes de terminar las vacaciones cuando Anna descubrió que Amos tendría un hijo, habían tenido esa conversación. — Has tenido un crush en Amos Diggory desde segundo año, y fuiste la más feliz cuando te invito a la graduación, sino escuchas sus motivos del porque no te contó del bebé, tal vez estés dejando ir al amor de tu vida.
No tocaron más el tema al ver a los miembros del equipo reunidos junto a Rosie quien les daba algunas indicaciones para las pruebas. Soltaron una porra como equipo y varios miembros salieron para encontrarse con los postulantes.
— Suerte capitana — dijo Anna al ver a la pelinegra.
— Las veré afuera.
La capitana salió, sus dos amigas iba a salir detrás suyo, pero Alex se detuvo como si buscara algo dándose cuenta que no llevaba consigo su diario.
— Mi diario — se asustó Leigh.
— Tal vez esté en Herbologia ¿te acompaño?
— No, quédate aquí no tardaré.
Alex salió de los vestidores lo más rápido que pudo, dirigiéndose hasta el castillo para buscarlo en el salón de herbologia. No quería perder su diario, ni mucho menos que alguien más lo leyera. Si alguien logrará descubrir lo que había en su interior sería su final.
Al llegar al salón se encontró él aula vacía buscando entre las mesas y macetas su diario.
— ¿Acaso me estabas espiando, Leigh? — una voz masculina sonó a las espaldas de Alex asustándola.
Alex se giró en un brinco debido al susto, sostenía con una mano su pecho, el cual subía y bajaba debido al miedo. Pero su ceño se frunció un poco al descubrir el dueño de esa voz.
— Por Helga, no hagas eso — suplico Alex.
— Lo lamentó — se disculpó Evan Rosier. El joven Rosier había estado escondiéndose de sus compañeros, buscando un lugar tranquilo, así fue como vio a Alex entrar. — ¿Buscabas algo?
Las mejillas de Alex no tardaron en ponerse rojas, algunas de las páginas de su diario eran protagonizadas por el mismo chico que ahora tenía enfrente.
— Si — balbuceó logrando que el sonrojo aumentara si era posible. — ¿De casualidad no has visto un diario? Tiene un tejón dibujado en la portada.
Una sonrisa apareció en los labios de Rosier, sacando de sus espaldas el diario mencionado. — Creo que encontré tu diario.
Alex lo tomó al verlo sintiendo un alivio en su cuerpo al tenerlo nuevamente, pero el miedo la invadió nuevamente al darse cuenta de quien lo encontró.
— ¿Lo... lo leíste?
Rosier negó. — No, no claro que no, Alex. Si alguien encontraba mi diario desearía que lo devolviera sin leerlo.
— Creo que debo colocarle algunos hechizos para evitar que lo lean, gracias Rosier.
— No hay de que Alex — le sonrió. — Si quieres puedo pasarte un libro con encantamientos que podrían serte de utilidad. Se los dejaré a Rabastan.
Alex titubeó nuevamente. — Si... Si eso sería genial, gracias, creo que yo debo irme.
— Hasta la próxima señorita — Evan hizo una especie de reverencia ante ella sacándole una risa a la Hufflepuff que logró contagiarlo.
Alex se despidió, titubeando un poco, pero al final se acercó dejando un beso en la mejilla de Rosier y se marchó de regreso al capo de Quidditch sin mirar detrás suyo y ocultando su cabeza con su diario.
Una sensación de aleteo se formó en su estómago, tendrías que ser ideas suyas y dejar de fantasear, Rosier y ella eran de mundos distintos. Él era un sangre pura y ella una mestiza, él un slytherin y ella una Hufflepuff, pero sobre todo sabía que los Rosier podrían buscar un matrimonio arreglado y en su lista no figuraría su nombre.
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EUPHORIA; Evan Rosier
FanficDonde la bondad de Alex Leigh cura el corazón de Evan Rosier. O Donde el amor a veces no siempre puede tener un final feliz. Portada realizada por @DreamsGraphics de la editorial @Editorial_silver Plot by: @lovsinclr