Capítulo 25

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Harry le escribe una carta a Sirius bajo la atenta mirada de Green, quien ocasionalmente lo golpea en la muñeca con su cola verde como reprimenda cuando se olvida de escribir preguntas importantes para las que, aparentemente , necesita respuestas desesperadamente.

"Esto es lo mejor", dice Green, mientras Harry sujeta la carta alrededor de la pierna levantada de Hedwig. Ella les grita antes de abrir sus alas nevadas y volar, el aleteo de sus alas es fuerte. "Me lo agradecerás más tarde", insiste Green.

Harry suspira por enésima vez. No sabe cómo decirle a Green que simplemente no le importa. ¿Y qué si Sirius está jugando a ser amigo, amigo de Tom? Al menos no está en Azkaban, o peor, muerto, o peor aún , siendo reprendido por una serpiente que cree saberlo todo.

"Está bien, está bien" , se queja Harry, dejando la lechucería para ir a la biblioteca. Ya llega tarde a su cita para la siesta con Hermione. Él no cree que pueda vivir si ella también comienza a regañarlo. Querido Salazar, Harry ruega internamente, ten piedad de mí.

Cuando llega a la biblioteca, se encuentra con la vista de sus amigos sentados alrededor de una mesa larga que deben haberse transfigurado para hacer espacio para todos ellos. Hay un brillo translúcido a su alrededor, que debe ser un hechizo silenciador. Harry gime desesperado. "¿Que es esto?''

"Es una intervención", responde Tracey. Por una vez, su cabeza no está atrapada dentro de un libro. Las pinzas que le había regalado para Navidad le sujetan el cabello hacia atrás, dejando paso a sus ojos que miran a Harry con estrechez.

"Una intervención", dice Harry inexpresivo, ni un poco divertido o interesado. Salazar no tiene piedad para darle, al parecer. "¿Bastante, por favor, que sea sobre Draco y Ron?" Trata.

"Lo siento", Theodore sonríe, sin parecer disculparse en absoluto. A su lado, la cara de Draco se convierte en un tomate.

"¿Draco y yo?" pregunta Ron, inclinando la cabeza hacia un lado lindamente como el pequeño frijol de inocencia que es. Hay un coro de gemidos alrededor de la mesa. Harry siente algo por ellos, pero también no. Que ellos también sientan dolor, aunque solo sea por un momento.

"Harry, siéntate", ordena Hermione, acercando la silla a su lado. Ella lo tiene, 'si no me escuchas, haré que todos los aspectos de tu vida sean dolorosos', cara a cara, por lo que Harry cae en la silla con un suspiro fuerte y prolongado.

"Esta intervención es tuya", dice la chica de pelo tupido, palmeando a Harry en la espalda con simpatía. "Y se trata de cómo no puedes cuidarte a ti mismo y tomar decisiones estúpidas, como abrazar a los Señores Oscuros que se supone que no deben ser abrazados".

"Y en público", añade Blaise, sacudiendo la cabeza de lado a lado con decepción.

"¡Eso fue una vez!" Harry se defiende, el calor corriendo por sus mejillas. " ¡ Una vez!"

Recibe miradas escépticas de todos alrededor de la mesa, pero Harry las ignora poniendo los ojos en blanco. "Está bien", cede, "puedes continuar".

"Honestamente", expresa Pansy, arrugando la nariz, "¿cómo es que aún no estás muerto?"

"Debe haber caído en un baño de Suerte Líquida cuando era un bebé", dice Draco, apoyando la barbilla en la palma de su mano pensativamente, "es la única explicación posible".

"Correcto", asiente Tracey, "eso es lo que pensé".

"¿En realidad?" Theodore hace una mueca. "Simplemente pensé que salió de situaciones incómodas e inexplicables debido a su cambio de color de cabello".

Harry.exe ha dejado de funcionarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora