Capítulo 16

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Como siempre, los Malfoy se han superado a sí mismos. Las paredes están decoradas con hermosos e intrincados copos de nieve, que van desde pequeños del tamaño del ancho de un cabello hasta enormes del tamaño de una casa promedio; brillan plateados cada vez que los miras por unos segundos demasiado. Los árboles se ciernen a su alrededor, pálidos y blancos y sin hojas. Son brillantes y grandes y sus ramitas delgadas llegan hasta el arco del techo. Desde el techo salen linternas con forma de estrellas, que brillan tenuemente mientras flotan.

Los niños vestidos con túnicas coloridas y vestidos de gala resplandecientes corren por el salón, riéndose a carcajadas mientras dan vueltas alrededor de los estrictos adultos. Detrás de ellos van dos criadas de aspecto cansado, que se disculpan con los invitados mientras lo hacen.

Las mesas están llenas de rica comida, dulce, salada, sabrosa: Harry ve su amada tarta de melaza en una hermosa bandeja de plata y se dirige directamente hacia ella, solo para ser detenido en seco por una mano que se envuelve con fuerza alrededor de su muñeca.

"Harry", Hermione suspira, larga y profundamente, sufriendo de verdad. "¿A dónde crees que vas?"

"'Mione", dice Harry, dándose la vuelta para mirar a la chica con una gran sonrisa. "¿He mencionado lo maravillosa que te ves hoy?" pregunta, batiendo sus pestañas inocentemente.

Hermione le da una mirada inexpresiva, sin creerle del todo. Aunque es la verdad. Sus túnicas son pálidas, azules y moradas. Son brillantes y similares a la seda, unidos por un broche de plata en el frente que tiene forma de corona. Debajo de su túnica, Hermione está vestida con un bonito y suave vestido de color azul bebé. Es corto por delante y largo por detrás. Hay mariposas moradas deslizándose perezosamente sobre el material azul y cuando Hermione se mueve, sus alas revolotean llenas de vida.

"De verdad", Harry dejó que su sonrisa se suavizara, su voz tranquila entre ellos, "Yo diría que incluso impresionante".

Hermione se sonroja y agacha la cabeza, las pinzas plateadas en su cabello rizado brillan con el movimiento. "Bien bien." Ella se queja, "vamos a presentarnos cortésmente a los Malfoy y luego te llevaré a la tarta de melaza".

"Sí, señora."

Harry fácilmente, ejem, está bien, con entusiasmo , coloca su brazo alrededor del de Hermione y la guía desde las puertas demasiado grandes del salón de baile hacia los tres Malfoy parados en el área de saludo justo a un lado. Un pequeño grupo de magos y brujas acaba de terminar sus chismes con el trío cuando agachan la cabeza y se dirigen al salón de baile.

En el momento en que Draco los ve, la mirada muerta en sus ojos se ilumina con vida. Su expresión oscila entre la emoción y... algo que se asemeja a la preocupación.

Sin pestañear y sintiendo algo extraño, Harry le sonríe. Saluda con una inclinación de cabeza, Hermione sigue sus movimientos, "Sr. Malfoy, Sra. Malfoy, Dra-", sus palabras se cortan cuando Draco los envuelve a él ya Hermione en un repentino y fuerte abrazo.

"No es seguro", Draco se calla entre ellos, la voz apagada y las palabras rápidas, apretando momentáneamente aún más. Luego se aleja rápidamente, con una gran sonrisa plasmada en sus labios. "¡Harry! ¡Hermione! Me alegro de que ustedes dos pudieran venir".

Hermione parpadea, un aleteo lento y confuso de sus pestañas y Harry se inclina a su lado con una risa, cubriendo su expresión de la del Malfoy mayor. "Nos extrañaste mucho, ¿verdad?"

"Aparentemente", Hermione rueda los ojos. "Ni siquiera puedes pasar unas pocas semanas sin nosotros, ¿verdad, Draco?" Ella bromea como si hubiera sido amiga del joven Malfoy durante años y wow , Harry está tan orgulloso de ella por darse cuenta.

Harry.exe ha dejado de funcionarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora