CAPÍTULO 3

75 8 2
                                    

"El nuevo socio"

AARÓN

Toco la puerta antes de ingresar al despacho de mi padre.

—¡Adelante! —suena desde el interior.

Paso para entregarle unos documentos que me había encomendado.

—Padre tengo todos los documentos listos y en perfecto estado para el nuevo accionista. ¿Llega hoy no es cierto?

—Perfecto Aarón —se encontraba analizando algunos papeles—. Así es, llega hoy.

Le entrego en mano los documentos, pero no me retiro. Sigo sin estar completamente convencido sobre esto.

—Puedes retirarte —ordena.

Vender la mitad de mis acciones no se me estaba haciendo para nada fácil.

Compartir mi poder con alguien más que no fuera mi padre no era completamente de mi agrado.

—¿Se te ofrece algo más Aarón? —cuestiona mi padre sin levantar los ojos de el contrato de venta.

—Padre, no creo que esto sea lo mejor. — intento convencerlo de ello, pero no recibo respuesta alguna de su parte. Insisto— Vender la mitad de mis acciones a un completo desconocido no se me hace que sea del todo bueno para la firma.

Aarón, está decidido. —levanta su rostro quitándose las gafas y me observa serio— Vender solo un pequeño porcentaje de las acciones de la firma en verdad nos beneficiaría económicamente. El nuevo accionista no tendrá el poder absoluto, pero si aportará a nuestro capital y nosotros seguiremos siendo los dueños por mayor porcentaje de acciones. No tenemos nada que perder, pero si todas las de ganar.

No estoy para nada convencido con la decisión de mi padre, pero no me atrevo a contradecirlo.

Los nudillos de mis manos estaban blancos por la fuerza ejercida en ellos

—Si crees que es lo correcto, te apoyo.

—No lo creo, lo sé. —afirma certero— Pronto iré a la casa, debemos recibir al comprador de las acciones . Se quedará con nosotros por un tiempo, ya que viene de otro país y le ofrecí vivir con nosotros mientras. Así que puedes retirarte, encárgate de que la cena esté en perfecto estado para entonces. ¿Puedo contar con eso?.

Asiento con la cabeza y me retiro.

Nunca contradigo a mi padre, el sabe que es lo mejor para la familia y yo debo respetar su decisión. Aunque la mayoría de las veces no esté de acuerdo.

Luego de terminar con todos los pendientes que tenía en la oficina fui a casa.

Le había prometido a padre que me encargaría de que todo fuera perfecto.

No conocía a ese misterioso socio, pero la verdad ya comenzaba a convertirse un lindo dolor en las pelotas.

Estoy subiendo las escaleras de la entrada, pero justo antes de llegar a la puerta escucho la bocina de un auto sonar a todo volumen mientras ingresaba por el gran portón.

OBSESIVA VENGANZA (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora