CAPÍTULO 4

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"Cara a cara"

BRUNA

Aquí estoy.

Pasaron nueve meses desde el momento en el que con Alastor hicimos una alianza con él señor Gabriel para destruir a Félix y su imperio.

Nueve meses de entrenamientos, aprendí defensa personal y como utilizar un arma, algo que nunca antes había hecho. Adquirí conocimientos, estudié a cada integrante de la familia y sus vidas. También como se maneja la firma, y aunque no soy abogada perfectamente puedo ser accionista con el aporte que hice a su capital, claro que no con mi dinero, pero eso no viene al caso. Y por último algunos cambios físicos, no exagerados, pero si los necesarios como para que no pudieran reconocerme.

Por fin estoy aquí.

Entrando por este gran portón, a segundos de estar cara a cara con la familia que vine a destruir.

Mentiría si dijese que no tengo miedo, por supuesto que lo tengo.

Pero eso no iba a detenerme de lograr mi objetivo.

Llegamos a la entrada. James, el chófer que me asignó Gabriel, abre la puerta de la camioneta para mi.

Una vez fuera por fin me encuentro cara a cara con los Darkness.

Ver sus caras de total desconcierto me hizo sentir una satisfacción inexplicable.

Puedo apostar lo que sea a que no se esperaban que el nuevo accionista fuera una mujer.

Retrógradas.

Como ninguno dice nada, decidida avanzo hacia ellos.

—extiendo la mano y aunque me cuesta bastante pongo la mejor cara que puedo—. Me alegra por fin conocerlo Señor Darkness. Eh oído cosas maravillosas de usted. –si claro, como que es un asesino despiadado, un corrupto y horrible persona.

Hipócrita.

Su cabello rubio casi blanco se encontraba ordenado, su traje borgoña estaba en perfecto estado. Una barba corta y prolija adornaba su palido rostro. En este momento sus celestes ojos se encontraban inexpresivos.

—Y a mi... —dice estrechando mi mano, su piel es fría al tacto.

—sonrío divertida por su expresión— Diría que no lo veo muy convencido.

—Para nada. —dice y se ve bastante seguro de sus palabras— Yo diría que... algo sorprendido.

—¿Y sorprendido por qué? —es más que obvio que se el porqué, pero es divertido incomodarlo.

—No me esperaba que fueras...

Duda si terminar la frase.

—arqueo una ceja y termino la frase por él —. Una mujer, ¿no es así?.

—Para nada. Alguien tan joven —corrige.

—Entonces padre... —por las escaleras de la entrada viene bajando un joven, mejor dicho adolescente. Es alto, delgado y rubio, tiene un parecido a la señora que está parada al lado de Félix. Inmediatamente reconozco a él chico. —No vas a presentarnos a tu nueva... Socia ¿no?.

Este lo fulmina con la mirada y este retrocede un poco. Es evidente que le molestó lo indiscreto que fue.

—Un gusto, Bruna. —al decir esto se que desafío la autoridad de Félix con su hijo.

Sus celestes ojos se encuentran con los míos, los tenía algo rojos. Le doy una sonrisa e inmediatamente acorta la distancia, toma mi mano y deja un beso sobre ella.

OBSESIVA VENGANZA (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora