𝘾𝙊𝙊𝙆𝙄𝙀𝙎 𝘼𝙉𝘿 𝙆𝙄𝙎𝙎𝙀𝙎 | frechip.

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—Chip, quédate quieto.

Le pidió su esposo, volviendo a sentarlo en la cama para seguir con el cepillado de su cabello que estaba algo desordenado debido a que no lo cepillaba con frecuencia. Freddy tenía cuidado con eso, pasando el cepillo de cabello con suavidad para no lastimarlo. Chip solo suspiró cansado, dejando que lo haga, sus manos se fueron a la delgada cintura de su esposo, acariciando sobre la ropa tan sofisticada y cara que tenía además.

—¿Es necesario que vaya contigo, mi amor?

Freddy hizo un puchero, dandole un golpecito con el cepillo en el hombro. Le había molestado esa pregunta.

—La pregunta ofende, Chip. Eres mi esposo y tienes que acompañarme a las reuniones familiares. Imagina que llego a una y todos mis hermanos están con sus esposos y yo no.—le regañó, separandose para verlo, cruzando sus brazos.—¿Mmh? ¿Te gustaría dejarme solo en esos eventos importantes?

—Claro que no, corazón. Vente, mi amor.

Abrió sus brazos hacia él, abrazándolo al tenerlo cerca, apoyando su mentón en la cabecita del pequeño Fazbear, quien hizo un puchero, manteniendo sus manos en los hombros del más alto.

—Nunca te dejaría solito, mi angelito hermoso, precioso, amor de mi vida.—le agarró de las mejillas, dandole varios besitos en los labios para animarlo. Freddy sonrió entre los pequeños besos que le daba, regresando algunos.

—Entonces vendrás conmigo. Hablé de ese tema contigo desde que comenzamos a salir—le recordó ahora, regresando a su cabello.—¿Recuerdas? Ese día en específico hablé contigo sobre los diferentes eventos familiares que tengo al año que son obligatorias mi presencia, y más si estoy casado.

—¿Quien va a esas reuniones, chiquito?

—Otras familias de empresarios. Mi madre quiere dar una buena imágen de sus hijos casados.—explicó.—por algo casi le da algo cuando se dió cuenta que todos ustedes están llenos de tatuajes.

Eso era algo que Chip y sus hermanos tenían que ocultar en ese tipo de eventos. La cantidad de tatuajes que Chip tenía era impresionante, tenía ambos brazos tatuados en su totalidad, una parte de su cuello y uno en la nuca que se podía ver bastante bien, sin contar los que tenía en lugares donde no podían verse como era su pecho, sus costados e incluso uno arriba de su clavícula.

Podía ocultar lo de sus brazos, pero el de su cuello y nuca era algo imposible de ocultar a menos que se deje largo el cabello hasta ahí para que no se viera el de atrás de su cuello.

— Lo siento por eso. — comentó entre risas.

— Deberías de dejar de tatuarte, son muchos ya.

— ¿No te gustan, corazón?

— Nunca dije eso. — siguió con el cabello de su esposo, besandolo en la frente cuando se la descubrió un poco. — me gustan, mucho.

— ¿Mucho? — preguntó sonriendo, viéndolo a los ojos, dandole pequeños besos para distraerlo. — ¿Mucho, mucho? ¿Mmh? — le agarró de la cintura para dejarle más besos en el rostro, causándole risas a Freddy quien trataba de volver a lo que estaba haciendo.