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Bill se despertó sobresaltado por la luz de la mañana que entraba por una pequeña ventana que no había visto la noche anterior.

Miró alrededor de la habitación  confundido.

Demasiado bueno para ser real, estaba seguro, pero estaba dispuesto a intentarlo.

Se incorporó con cuidado y se movió para salir de la cama antes de darse cuenta de que su muñeca y tobillo izquierdos habían sido encadenados a la cabecera y al pie de cama.

Mierda.

Le dolía el culo, le dolían los muslos y estaba completamente exhausto y humillado.

- Levántate y brilla, Bella Durmiente
Saiken apareció por la puerta.

El corazón de Bill saltó en su pecho y se apresuró a cubrirse.

Saiken se empezó a reír y voltio a verlo con burla.

-Relájate, Cipher. Compórtate y no te haré daño

- No, simplemente me violarás de nuevo escupió Bill con acidez.

Saiken se encogió de hombros.

- Llámalo como quieras, ambos sabemos que lo disfrutaste. Amas el dolor y la lucha.

Bill apretó la mandíbula, y su cara estaba ardiendo de ira y vergüenza.

- No puedes mantenerme aquí para siempre, alguien me encontrará pronto.

- Por lo general, mientes mucho mejor, Cipher, estoy decepcionado. No has hablado con nadie en meses. Te abandonaron tus amigos despues de tu derrota y los que no murieron. Todos piensan que seas muerto. Nadie sabe que estás desaparecido.

Saiken cruzó la habitación y agarró un puñado del cabello de Bill, tirando de su cabeza hacia atrás.

- Alejaste a todos los que podrían haberte salvado. Y los que no solo te abandonaron y utilizaron

Ronroneó Saiken en el oído de Bill, lo que provocó que el joven se estremeciera por la proximidad.

-Eres mío ahora, gatito.

- Vete a la mierda

Gruñó Bill.

Saiken se rió.

-Si ya estás ansioso por otra ronda, estaré feliz de complacerte Billsy.

Bill se soltó de su agarre, haciendo una mueca cuando el movimiento sacudió su hombro roto

-Prefiero morir.

- Si eso fuera cierto, habrías tomado la otra opción que tenias en el espacio mental de ese anciano decrépito. Tú elegiste vivir y te toco esto, Cipher. Ahora vas a tener que vivir con eso. Pero soy un hombre generoso; sé cómo odias estar enjaulado, gatito. Te daré la oportunidad de ganar algo de libertad.

A Bill le dio vueltas la cabeza ante la idea.

Si podía someterse a la tortura de complacer a Saiken nuevamente, había una posibilidad, por pequeña que fuera, de que pudiera encontrar una manera de escapar.

-¿Cómo?¿Qué libertad?.

Saiken sonrió con malisia.

Bill se estremeció, sintiendo que estaba haciendo un trato con el mismísimo Diablo

-Tendrás que ser creativo, ¿no? Estoy seguro de que se te ocurrirá algo. Lo que te conceda dependerá de lo bien que lo hagas gatito.

Estaba claro que no tenía otras opciones a su disposición, tenía que ganarse cualquier pequeña porción de libertad que Saiken le otorgara si tenía alguna esperanza de escapar.

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2023 ⏰

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¿Me enamoré del demonio? - StanBillFordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora