Un Nuevo Intento _ Xiao XingChen & Xue Yang (MDZS)

La calma siempre viene antes de la tormenta.

La promesa que había hecho antes fue completamente olvidada, ¿la causa? El tiempo que hizo que los recuerdos de Xue regresaran. Sin embargo, no fue tan sencillo, al principio el chico luchó con todas sus fuerzas contra los sentimientos que emanaban de esos recuerdos y obviamente después de una dura y épica batalla, que perdió miserablemente, Xue Yang cedió a su corazón y arrepentimiento.

Amaba a Xiao. Profundo.

Le encantó su sonrisa, su fuerza de voluntad, su amabilidad, su ferocidad, su corazón puro. Lo amaba por completo. Y eso dolió.

Dolía porque sabía que sus pecados no se pagarían fácilmente y que Xiao probablemente no lo perdonaría. Daozhang XingChen era una buena persona, no un idiota sin sentido común. Y alguien con sentido común e inteligencia nunca confiaría en un tipo depravado y cruel con Xue Yang.

A pesar de saber todo esto, Xue Yang no puede ir. Aunque su corazón le decía que todo saldría mal, una parte, una parte mucho más grande, le decía que se quedara, que disfrutara lo más posible con su amado, que aunque algo saliera mal en el futuro, al menos él podría llevar buenos recuerdos. Y como la carne es débil...

Se dijo a sí mismo que simplemente se quedaría allí, justo a tiempo para que sus heridas sanaran. Y tan pronto como terminaran de sanar, marcharía sin siquiera mirar atrás.

Punto final.

Fue decidido.

Y ahora, en medio de una batalla, Xue Yang se dio cuenta de que habían pasado exactamente ciento diez días desde que hizo esa promesa, y otros ciento y diez exactos que había tomado en incumplimiento de ella.

Suspiró y pensando en sí mismo dijo en sus pensamientos: "Un buen mentiroso es aquel que cae en sus propias falacias, ¿o sería un mal mentiroso?"

Un ataque repentino de dos cadáveres furiosos que llevaran su espada, lo sacó de sus pensamientos filosóficos, al mismo tiempo que el olor dulce y podrido característico del polvo de cadáver flotaba en sus fosas nasales.

- ¡Cuidado! – gritó Xiao XingChen a unos metros de distancia, pero ya era demasiado tarde, Xue estaba envenenado a punto de convertirse en un problema de matemáticas. "Xue Yang fue atacado por un cadáver y se dividió en dos partes, ¿cómo llamamos a la fracción de las partes de Xue?"

Afortunadamente, Daozhang lo salvó de un destino tan cómico al matar a los atacantes de Xue de un solo golpe.

- ¡Sé más atento! Podría haber muerto. – mientras lo regañaba, el otro buscó la medicina para curar el envenenamiento.

"Si supieras quién soy y lo que he hecho, desearía no haberme salvado nunca". Pensamientos como ese siempre rondaban en su mente cada vez que Xiao era amable con él.

Xiao introdujo suavemente la medicina en la boca de Xue, quien rápidamente se sintió mejor.

- Creo que por hoy basta. – dijo el mayor con un suspiro, aún molesto por lo descuidado que había sido el otro. Sabiendo esto, se lamentó Xue Yang.

- Te juro que te prestaré más atención. – suplicó.

Si Xiao tuviera ojos, la incredulidad estaría estampada en ellos, sin embargo, el otro solo sonrió con calma.

- Estoy seguro, pero deberíamos pasar por A-Qing, a ella no le gusta estar sola por mucho tiempo.

El rostro del chico se sonrojó cuando los celos llenaron todo su ser. ¿Por qué siempre cuidaba tanto a esa pequeña mentirosa? ¿Por qué tenía que prestarle tanta atención? ¿Por qué era ella la favorita? Él también quería que Xiao lo cuidara.

- Aunque no quiero ir, se me dislocó el tobillo con la caída. – hizo su drama, queriendo de que Xiao se preocupara.

El rostro del otro se arrugó con preocupación y sin dudarlo se agachó para examinar a su compañero, este intervalo fue suficiente para que el chico se lanzara sobre el más grande, haciendo que los dos cayeran al suelo. Xiao sobre su espalda y Xue Yang encima de cierta parte sensible.

- ¿De nuevo? – Dijo el más grande con un suspiro cansado.

Cuando Xue Yang renunció a su venganza, decidió que con esta nueva oportunidad cambiaría algunos eventos, por ejemplo, evitó contar nada sobre su propia vida, o obligar a Daozhang a hablar sobre la suya e incluso trató de llevarse bien con A-Qing. (a quien en realidad no le gustaba para nada, Xue Yang).

De todos modos, siempre reflexionaba sobre sus acciones, era como si Xiao hubiera absorbido su naturaleza, en todo lo que hizo, no solo pensó dos veces, como también en como reaccionaria Daozhang. "¿Le haría daño o no?" "¿Él lo aprobaría?"

A veces estaba seguro de que estaba bajo alguna desafortunada maldición.

Entonces, de hecho, no estaba en sus planes acosar a Xiao.

Pero...

Todo comenzó después de una terrible noche de pesadillas. Xue se había despertado después de experimentar el acto, de su vida pasada, donde Daozhang no regresó de la muerte. Angustiado, buscó refugio cerca de su amado, apoyando su cabeza en su pecho, pero cuando levantó la vista y vio su rostro solemne, no pudo resistir y depositó un casto beso en esos labios.

Xiao estaba realmente despierto y tomó al niño como una manga cortada.

Los dos no dijeron nada por la noche, pero al día siguiente, cuando regresaron de cazar, Xiao habló con él y le dijo que no le importaba quién era o qué hacía. Y así, Xue Yang decidió dejar que parte de su lado malvado despertara y allí mismo se arrodilló e intentó hacerle una felación a Xiao XingChen, después de todo no hay hombre en el mundo que se niegue a una buena mamada.

Xiao XingChen se negó.

Xue yang no se importó.

Desde ese día, Xue aprovechó todas las oportunidades que tuvo para intentar cometer actos impíos con el mayor. Haz una felación mientras duermes, bésalo por sorpresa o como ahora, donde el chico presionó y rodó todo su trasero sobre el miembro de Xiao.

- Para. – Dijo Daozhang deshaciéndose de él muy fácilmente. – Imagínese si A-Qing un día nos escucha.

La ira subió a la cabeza de Xue, quería revelar que la pequeña astuta no era realmente ciega, pero se mordió la lengua y frustrado solo lo siguió. El viaje fue silencioso, ya que Xue, quien mantuvo la oralidad de la conversación, estuvo en silencio todo el tiempo. Xiao sintió la molestia del menor, alborotó su cabello sonriéndole, haciendo que su mal humor desapareciera instantáneamente.

Cuando descansa, Xue Yang no puede evitar preguntarse "¿Por qué tiene tanta influencia sobre mí?". ¿Cómo podía ser feliz cuando él le tocaba? ¿O cuando sonríes? ¿O cuando le diste un caramelo? ¿O incluso cuando acarició suavemente la parte superior de tu cabeza? ¿Debería ser tan agradable que alguien te trate como a una mascota?"

Disipando los pensamientos que Xue se dio vuelta para dormir, después de todo no era tan importante...

Algo le dijo que aprovechara cada oportunidad con Xiao, porque no duraría por siempre.