Un comienzo algo inesperado

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Les recuerdo a todos los que lean que esto es una traducción y que a veces pueden ocurrir errores ortográficos.Ya te pido disculpas por eso, puedes avisarme y lo corregiré.


Gracias por leer!

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Xue Yang parpadeó repetidamente, tratando de alejar el mareo que nublaba su mente. Cuando finalmente dejó de ver el mundo en un borrón, luchó por levantarse. Y Cayo. Así, como un saco de patatas vacío.

Le dolía todo el cuerpo, sus huesos se sentían como si estuvieran hechos de cuchillos lastimando cada músculo, sus órganos se sentían como si estuvieran desangrando y sus meridianos estaban hecho polvo. Bueno, tal vez no sea todo eso, pero sintió como se lo fuese.

- No te muevas. – Xue frunció el ceño, reconoció esa voz, era suave pero firme, dulce y angelical, y al mismo tiempo nada delicada. Tenía un timbre masculino, que hizo con que su cuerpo vibrase.

Esa voz...

¡No!

No podía ser posible...

Era demasiado, maldito Daozhang.

Sintió que se le secaba la garganta. ¡Joder! Su corazón balanceándose por un hombre era una cosa, su balanceo por Daozhang XingChen era otra bien diferente. Definitivamente hubo un error!!!!

Sí, pudiera haber sido apenas un error, un hombre con la voz parecida.

Y para confirmar su tesis abrió los ojos, arrepintiéndose al instante. Porque ahora lo que tenía en el pecho no podía considerarse un órgano más, sino toda una escuela de samba. Miró con asombro la expresión solemne de Xiao, el vendaje blanco que cubría su rostro, sus rasgos angulosos y celestiales.

Ahora más que nunca, le rogó al cielo que muriera allí mismo. La muerte era más bienvenida que desear un ser así.

Antes de que pudiera pensar mejor, su cabeza comenzó a palpitar locamente mientras las imágenes comenzaron a inundar su mente. Sufriendo, Xue se desvaneció allí mismo, preocupando a Xiao.

Estaba en un lugar oscuro con dos espadas en la mano, una era Jiangzai y la otra Shuanghua, cuando de repente todo se iluminó gracias a una fuerte luz azul y la espada que pertenecía a Xiao XingChen fue arrancada de su mano, sin comprender ele por qué , sintió mucha furia al darse cuenta de que ella le había sido arrebatada. Por lo tanto, lanzó un ataque con su propia espada, que su oponente esquivó fácilmente.

- ¡Devuélveme! - rugió. 

- No eres digno de ella. – dijo HanGuang-Jun con frialdad.

Después de eso todo pasó muy rápido, los dos se lanzaron a pelear, ¡y su oponente era demasiado fuerte! Estaba peleando con una espada y un guqin, y tenía una expresión de completa tranquilidad en su rostro. ¡Él no era humano!

- ¡Devuélveme! – se vio a sí mismo gritar cuando HanGuang-Jun, tomó su bolsa atrapa espíritus.

Dejó de tratar de resolver las cosas y solo observó angustiado cómo Wei Wuxian lo distraía con una conversación y cayó en la trampa gracias a su propia ira, solo para ser golpeado innumerables veces por Lan Zhan.

Continuó mirando con asombro los eventos que sucedieron, como cuando Bichen le perforó el estómago, cómo trató de asesinar al fantasma solo para que le perforaran el corazón y le cortaran el brazo, y finalmente vio cómo moría. 

¿Y todo esto sucedió por culpa de Xiao XingChen? 

Se puso de pie por impulso, haciendo que cada hueso de su cuerpo le doliera.

 - No te muevas, o tus heridas se abrirán de nuevo. No te preocupes, estarás a salvo conmigo. – dijo Xiao tratando de tranquilizarlo. 

A pesar de la voz suave, Xue pudo ver rastros de severidad en el rostro de Xiao, quien no estaba contento con el paciente desobediente. Esperando unos momentos y viendo que el otro no se acostaba de nuevo, Xiao envolvió su mano alrededor del brazo del joven y lo obligó a recostarse.

 - ¿Quién eres tú? - Su voz estaba raspada en su garganta, lo mejor, por el rato, era hacer el papel de inocente. 

- Si tienes ojos, ¿no puedes ver por ti mismo? Él es un cultivador. Hizo todo lo posible para llevarte, mismo siendo tu un pesado, y además si dio el trabajo de curarte con una buena medicina. ¿Cómo puedes ser tan grosero? – una voz aguda resonó en la habitación.

Observó a la pequeña niña que apareció en la puerta y pronto se dio cuenta de que ella era el espíritu que lo atormentaba en sus... ¿alucinaciones? ¿Recuerdos? 

- ¿Estas ciega? - preguntó con curiosidad, pero no pudo ocultar el ligero desdén en su voz. 

- ¿Discrimina a las personas ciegas? ¡Un ciego te salvó! De lo contrario, a nadie más le importaría incluso cuando se pudriera en el camino. Sus primeras palabras ni siquiera fueron para agradecer a Daozhang. ¡Maleducado! Y me llamó ciega en ese tono. Humph... ¿Qué hay de malo en ser ciega? 

¡Esa pequeña astuta! Tenía el don de las palabras. No es de extrañar que aparentemente la odiaba en su visión. Se las arregló para cambiar completamente el tema y logro se poner como victima. Al ver como Xiao fue hacia ella para consolarla, no pudo evitar enojarse. Frunciendo el ceño, cruzó la cama lo más lejos posible de ellos. 

- No te alejes. Todavía no he tapado la herida de tu pierna. Todavía de mal humor, Xue Yang no se movió en absoluto. 

- Si no la trata de inmediato, es probable que pierda la pierna. – pero el chico seguía sin moverse – Por favor, es por tu bien. Ahora acércate. 

La voz se mantuvo suave, pero también tenía un toque de determinación y autoridad que hizo que Xue Yang obedeciera fácilmente. Rápidamente el mayor terminó su servicio. Al verlo recoger los trapos sucios, el más joven dudó si agradecerle o no.

 - ¡Eres muy grosero! ¿No le agradecerás a Daozhang por su amabilidad? – habló la pequeña ciega. 

- ¡A-Qing! No le exiges ese tipo de cosas a la gente. Debes ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. - dijo en tono de regaño. 

- Pero... - al ver que discutir no llevaría a ningún lado, la chica cedió, pero mantuvo su expresión nada afable hacia el invitado. 

- Ella tiene razón. - Xue se obligó a hablar. - Muchas gracias Daozhang. 

El Mayor solo asintió con una suave sonrisa en su rostro, antes de salir de la habitación. Xue Yang lo miró con una terrible sonrisa en su rostro, no le importaba lo que vio de su muerte, o los sentimientos que venían de su interior, todavía se vengaría de Daozhang XingChen por todo lo que le había hecho pasar. ¡Sin importar el precio! 

Cómo una trampa de su propia mente contra sus palabras, el dolor volvió, junto con más imágenes que eran a la vez familiares y desconocidas.

Y tormentosas, definitivamente tormentosas.

Pero a Xue Yang no le importaba, se mantendría firme en su decisión. Al menos es lo que se dice a si mismo. 

Lástima que su opinión no se hará durar. No hay manera de un hombre luchar en contra sus propios sentimientos por demasiado tiempo.

¿O sí?


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Ahora sí.

 Intentaré actualizar semanalmente, de uno  hasta trés capítulos. 

Espero que les guste!

Un Nuevo Intento _ Xiao XingChen & Xue  Yang (MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora