— Leíste en el contrato de que yo no soy un guardián de protección o te saltaste esa parte — pregunto finalmente apoyando sus codos en las rodillas mientras entrelazaba las manos.
— de hecho, solo leí lo que tenía que hacer para invocarte, me salte las dos primeras páginas — se mordió el interior de la mejilla mientras observaba la desaprobación en su iris gris.
— Eres más tonta de lo que creí — murmuro y se levantó y camino hacia ella — Asumo que tampoco leíste las 7 reglas que conforman el trato — Negó con la cabeza provocándole un suspiro. Gwendolyn sentía sus mejillas arder, pero se negaba a apartar la mirada.
— No me sorprende. Bien, dado de que no hay vuelta atrás te explicaré lo que no quisiste leer. Una vez la primera parte del ritual finaliza (La cual es la invocación a la luz de la luna con tu sangre como firma) y duermes por 24 horas para recobrar fuerzas y esperar que te acepten. El guardián al que invocaste, ósea yo, y la invocadora, tú, deberemos sellar el trato con la sangre de ambos; lo que me permitirá localizarte en cualquier parte, sentir lo que tu sientes y anteponerme a lo que sucederá.
Espero a que Gwendolyn dijese algo, pero esta solo lo miraba fijamente. Camino por el salón mientras seguía hablando.
— Son las siguientes: Primero, Nada de preguntas personales, de donde soy, quien soy, ni nada parecido. Segundo, Absolutamente nadie debe saber cómo me invocaste, ni que soy un guardián. Tercero, solo podrás utilizar los servicios del guardián una sola vez, no podrás realizar un segundo trato con nadie más — Zev se paró frente a Gwendolyn con las piernas separadas y los brazos entrelazados hacia atrás. Se removió incomoda en el sillón y levanto la cabeza para poder verlo a los ojos — Cuarto, una vez que culmine nuestro trato, no recordaras nada de lo sucedido, ni la razón por la que me invocaste, ni cómo hacerlo, ni quien soy.
— ¿Solo olvidaré lo que él me ha hecho o todos sus recuerdos? — pregunto esperanzada.
— Depende de lo que escojas.
— No quiero saber nada de él, lo quiero olvidar por completo — declaro con firmeza. Zev la miro serio sin mostrar nada y luego asintió.
— Así será entonces — Camino lentamente hacia el sillón y se sentó de nuevo — Quinto, solo prestaré mis servicios a ti, mi trato es solo contigo y nadie más ¿entendido? — asintió con un movimiento seco — Bien, Sexto, esto ya lo debes saber; una vez el contrato se haya cerrado no habrá vuelta atrás y ultima, pero no menos importante... Ningún tipo de lazos afectivos.
Gwendolyn aguanto las ganas de poner los ojos en blanco. Ósea el tipo estaba como un tren, pero tampoco para que se le cayera la baba y fuese tras de él como gata en celo.
Los hombres y sus egos.
Zev suspiro y se pasó las manos por el cabello como muestra de frustración.
— Aquí el mayor problema radica en que ya no soy un guardián, además lo que tu necesitas es un guardián de protección, y yo soy... fui un guardián combatiente.
Gwendolyn lo miro interrogante. ¿Cómo que ya no era un "Guardian" se jubiló o algo?
— Ya no hay vuelta atrás — murmuro Zev — terminemos esto de una buena vez.
Zev se levantó y camino hacia la puerta y el cerro con seguro, después hacia su escritorio donde tomo un mando a distancia y cerro las persianas dejando el cuarto en penumbras. La respiración de Gwendolyn estaba acelerada y todo su cuerpo le gritaba que saliera corriendo de allí, pero una pequeña voz en el fondo de su cabeza la convenció para que se quedará dónde estaba. Zev se veía un poco inquieto, caminando de un lado a otro y sin dejar las manos quietas.
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El Regreso del Guardián
RomancePara tenerlo e invocarlo solo debes seguir estas 7 simples reglas. 1. No preguntas personales. 2. Nadie sabrá como llego a ti. 3. Solo lo podrás tener una vez. 4. Una vez que el trato culmine, será olvidado. 5. Serás a la única que p...