El Fin

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Era una de esas noches en las que no podía dormir, me levante de la cama y fui a la cocina, tomé una tetera y la llene de agua.
—Pasa algo?— Sasuke pregunto
—No, simplemente no puedo dormir—
—Te sientes mal?—
—Creo que aun no me acostumbro a dormir toda la noche—
—Lo sé, fueron tiempos difíciles—
—Pero lo disfrute—
—Bien no utilice la palabra adecuada—
—Alguna vez te has arrepentido—
—De que estemos juntos?—
—si?—
—Nunca, como dije fue difícil no poder tener sexos los primeros cinco meses que estuvimos junto— la abrazo por las espalda y recargo su barbilla en su hombro, una de sus manos acariciandole el abdomen y la otra un seno —tuve que mentalizarme bien, después cuando los niños nacieron no ayudó el hecho de que mi madre estuviera aquí todo el tiempo—
Naru ya se había recostado en su pecho y disfrutaba de las caricias un exquisito escalofrío recorrio su ser y la hizo gemir el nombre de su esposo, Sasuke empezó a bajar su mano y la adentro en la intimidad de ella.
Con un brusco movimiento la inclino sobre la mesa y la hizo levantar una de sus piernas, arranco de un tirón esa pequeña camiseta de tirante que le impedía tener contacto con la piel de su esposa.
Naru gruñó un poco por la brusquedad, la posición en la que estaba era incomoda para ella porque su único pie abajo a penas y podía tocar el piso con la punta, pero el pensar que en sus casi 4 años de casados nunca lo habían hecho en la cocina ya la tenía muy excitada, tan perdida estaba en sus pensamientos que solo salió de ellos cuando Sasuke razgo su pantalón pijama.
—No era mejor que los quitaras—
—No— dijo antes de comenzar a lamer su intimidad por el agujero que había hecho...
—Ahh— Un gemido salió de ella y sintió que caería se sostuvo de la mesa. El placer que sentía era tanto que tuvo que morder su labio para no gritar, que haría si los niños despertaban y llegaban hasta la cocina. Fue perdiendo poco a poco la razón pero aún así solo pequeños gemidos salía  de ella. ...
Sasuke solo se detuvo cuando creyó que se vendría de solo escucharla, rápidamente se bajo el pantalón  y de un solo movimiento entró en ella, la vio curvarse por el placer, para el siempre era un gusto hacerla feliz.
Cada que entraba en ella la veía apretar las manos en la mesa a pesar de no verle el rostro se lo podía imaginar sudorosa con mechones de su hermoso cabello rubio pegados a ella... imaginárselo estaba bien  pero verla era mejor como pudo la giro.
La expresión  del rostro de ella era único sus mejillas sonrojada, sus ojos casi cerrados, sus labios siendo presionados por sus dientes porque tenía miedo de que sus gemidos despertarán a sus hijos, la conocía muy bien.
Naru estaba feliz, ver a Sasuke haciéndola suya con la misma pasión que tuvieron la primera vez la ponía feliz y muy caliente.
Se recargo sobre sus brazos e intento besarle pero no estaba lo suficientemente cerca para poder hacerlo —Sasuke— lo llamo, el de inmediato supo sus intenciones y la beso, se colgó de su cuellos y ahora solo estaba sentada en esa mesa.
Sasuke empezó a aumentar sus estocadas el placer de ella llegó primero la sintió soltar el hagarre que tenía en su cuello, como pudo la sostuvo y continuo con su penetraciones, los gemidos que soltaba ella eran exquisito para el y solo lo probacaban más, un segundo orgasmo llego a ella...
Los espasmos en su cuerpo debido al placer la hacían perder la cordura, su mente estaba en blanco solo sentía las  penetraciones del palpitante y duro pene de su esposo, sabía que el se estaba conteniendo por ella, en un último esfuerzo apretó sus paredes vaginales y lo escucho soltar un ronco gemido antes de soltar todo su semen dentro de ella.
No se había podido contener cuando sintió que su pene era apretado se vacío dentro de esposa.

Ambos respiraba muy agitados él se sostenía del borde de la mesa donde ella aun estaba tumbada.
Ella intento volverse a sentar  su cuerpo aun no respondía bien, ayudada por su esposo la rubia cumplió su objetivo.  Su esposo unió sus frentes
—Creo que tenemos que ducharnos— dijo él y ella solo sonrió
A penas la rubia dio un par de pasos un poco del semen de su esposo escurrió por su pierna, probacando que el pene de su Sasuke se pusiera erecto una vez más...

Ver a su esposa e hijos jugando en el jardín de su casa, lo hacía sentir pleno, dichoso. Muchas veces había pensado en que hubiera pasado si no hubiera sólido corriendo ese día tras ella, si no hubiera estado
Itachi ese día para sacarlo de su asombro y si no la hubiera encontrado pero todo era de un futuro que nunca existiría.

Aun recordaba el día que había llevado a su muy embarazado Naru a casa de sus padre y su madre casi se desmaya, pero en cuestión de segundos se había recuperado para poder organizar su boda "nadie tiene que poner en duda que estos bebés son  unos Uchiha, así que es mejor que se casen" les había ordenado y él estaba de acuerdo no deseaba más que todo el mundo supiera que ella era de él.
—En que piensas amor— dijo la rubia poniendo su mano en la mejilla de él
El tomo la mano de ella con la suya propia y la acerco a su boca para poder besarla.
—En lo feliz que soy con nuestra familia y en lo mucho que te amo—
—Papi, papi— escucho a sus hijos gritarle mientras corrían uno de tras del otro y luego intercambiaban papeles
—Amanecieron con mucha energía— dijo la rubia
Sasuke solo se abrazon a ella, respirar su aroma lo hacia olvidarse de todo
—Oye, suelta a mami— escucho gritar a uno de sus hijos
—si sueltala—
No cabía duda que eran sus hijos ambos celaban a su madre tanto
—Cuando sea grande me casaré con ella—
—yo también—
—No, mamá es mía. Cuando crezcan deben encontrar una esposa—
Naru rió, —no puedo creer que les digas eso—
—Deben entender que solo eres mia—
—Iré a hacer la comida, cuída de ellos—

Naru vio desde la cocina como los niños corrían y Sasuke corría tras ellos.
Eran los más importante para ella y no podía más que agradecer a Sai por haberlo puesto en su camino.

CUANDO TE CONOCÍ.......Donde viven las historias. Descúbrelo ahora