A la mañana siguiente, el trio decide reunirse en el campo para hacer un pequeño desayuno-almuerzo a las 12 del mediodía. Los tres se ven con cara de no haber descansado mucho, pero dos de ellos no se encuentran de mal humor.

- Val, hola. –Dice la chica sentándose animadamente en la colcha extendida en el suelo y dejando la comida a un lado mientras arregla su falda.

- ¡Brenda! ¿Cómo te sientes? ¿Mejor?

- Ah, si...

- Qué bueno, estaba muy preocupado por ti ¿sabes?, tal vez la próxima vez puedes buscarte un novio que mienta mejor cuando quieran quedarse los dos solos encerrados en tu cuarto, o de plano, avisarme para que no esté fuera esperándolos... -responde el muchacho rápidamente, mirando a su amigo el cual acaba de unírseles en la manta de cuadros.

- A ver, controla tu tono, que te conozco muy bien y sé que no estás enojado. Además, no te dejamos sólo que digamos, ayer estábamos saliendo del ascensor cuando te vimos muy animado hablando en la puerta del edificio así que, sólo decidimos retirarnos y darles a ti y a tu nuevo novio un poco de espacio. –Replica la rizada con una sonrisa mientras se inclina para arrancar una flor.

- No es- él no es mi nuevo novio, somos sólo amigos.

- Con que, así es como se le dice ahora, amigos. Hola amiga. –dice el castaño hablando por primera vez que llego mientras mira a la muchacha sentada a su lado.

- De verdad que son tal para cual. No los tolero ¿Lo sabían? -comenta el rizado mientras se mete una uva a la boca para intentar ocultar su bochorno.

- Sí, sí, nosotros también te queremos. Ahora, lo importante, tú nos vas a contar todo, y cuando digo todo, es absolutamente todo lo que tú y Cal hicieron ayer.

El rizado bufa, pero se resigna a tirarse en el pasto boca arriba y relatarles la noche anterior.

- Simplemente hablamos ¿Okay? Me vio sólo esperándolos y me invitó una soda cuando me dejaron plantado, estuvimos unos minutos hablando frente a la fogata, me comentó como era su anterior escuela, que le gusta el futbol, sobre su hermana, su mamá, su familia, yo le comenté que me gusta dibujar; luego nos aburrimos, robamos golosinas de la mesa y nos sentamos a ver las estrellas, ahí charlamos sobre lo que nos gusta, lo que no, como nos ha ido en esta semana y eso... -responde rápidamente el muchacho.

- ¿Y eso...? ¿Qué es eso? -Pregunta la morena acercándose al rostro de su amigo para poder ver mejor sus gestos.

- Tuvimos algo así como un ¿momento?

- Define un momento. ¿Se besaron? Por favor dime que se besaron.

- No, Mar, no nos besamos, que parte de "somos sólo amigos y nos acabamos de conocer" no entienden. Solo fue eso, un momento, cruzamos miradas por medio segundo y ahí quedó. -Devuelve el chico incorporándose.

- La parte en la que aparentan que cada vez están lado a lado o se miran parece que todo desapareciera y que estuvieran en su propio mundo, sin contar el hecho que pareciera que desde que se conocieron donde esta uno, mágicamente aparece el otro. Te lo digo yo, que soy tan cursi como un papel y el señorito aquí -comenta señalando a su novio- siempre se queja de aquello. Así que, te lo pregunto ahora. Ya, sabemos que se acaban de conocer y blah, blah, pero hay algo ahí ¿Por qué no le pides para salir un día?, no es necesario que sea una cita, pueden hacer algo como amigos y si algo pasa, pasa, si no, pues, error nuestro. Pero, te apuesto un moccachino de menta que no estoy tan ciega como el oftalmólogo dice.

- Pero- Ayúdame. –Suplica Harry, mirando a su amigo que se encuentra bastante divertido con la situación.

- No me mires a mí, ella tiene razón. Además, ¿qué pierdes con eso?

- Oh, nada sólo ¿MI DIGNIDAD, TAL VEZ? -la pareja lo mira como si hubiera perdido la cabeza, en una petición silenciosa de que se calme y en indicación que está exagerando.

- Ya, está bien. Les voy a demostrar que no hay nada ahí, y cuando gane la apuesta, ustedes me deberán un mocca y un rollo de canela.

***

Luego de la noche anterior al ojimiel no le quedaron más fuerzas para siquiera levantarse de la cama hasta pasada la 1 de la tarde. Se pasó toda la noche pensando. Pensando en rizos azabache, ojos negros y hoyuelos. "Carajo".

- Carajo. Carajo. Carajo.

No lleva ni una semana aquí y ya tiene un crush en un niño que ni siquiera va en su curso. Un varón. Si tan solo fuera una chica... Sería más fácil, podría invitarla a salir, podrían ir a su casa, no cree que a su padre le importaría mucho la verdad, siempre que no descuide la escuela, él mismo ha intentado incentivarlo en cada ocasión que ha podido, en la kermess de la escuela, en las reuniones de la iglesia, e incluso, cuando lo fue a buscar luego de las charlas para la confirmación y lo vio hablar con una chica. Pero, un chico, no puede. Simplemente no puede, no puede permitirse caer por alguien solo para darse con el suelo y menos aún causarle daño a alguien, suponiendo que le corresponda, porque Vale es... Vale, es bueno, amable y sarcástico, CARAJO, no puede tener un crush en él.

Cuando por fin toma valor para darse una ducha, decide vestirse con unos joggers grises y una camiseta negra, al terminar, toma rumbo hacia la cafetería a buscar algo que comer, no tiene mucha hambre así que se inclina por una manzana y unas fresas, coge una botella de agua y regresa a su habitación ahí su compañero de cuarto sigue dormido, ayer regresó alrededor de las 2 am, tumbándose en su cama y desde entonces no se ha movido, tal vez debería revisar que aun respire... de cualquier manera Cal se dirige a su escritorio y enciende su ordenador portátil, colocándose los auriculares y escogiendo una película para ahogar los pensamientos que corren sin parar por su cabeza, termina eligiendo "Valentine's Day" y se dispone a comer.

Limerencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora