EL DESTINO DE ANNA

Capítulo 15- Nuestro hilo rojo

NARRA ANNA

Me encontraba sumida en un sueño pesado del que no despertaba, en este me encontraba en mitad de la calle como un espíritu viendo a cientos de personas recorrer las calles. Apareció una mujer muy parecida a mi madre y me abrazó. Me explicó algo sobre un hilo rojo que unía a aquellas personas que estaban destinadas a estar juntas, pero espera ¿Esto es lo que está pasando realmente mientras yo duermo? Ella asintió y desapareció. Me estuve buscando por mi casa y mis sitios favoritos de Los Ángeles pero esta era la realidad me encontraría en el hospital. Fui a mi hospital y vi mi mano fuera de la camilla y de ella colgaba un fino hilo de color rojizo, así encontraría a mi futuro marido. Perseguí el hilo hasta lo que puede ser la cafetería del hospital y allí estaba mi hilo rojo colgando del dedo de... Guillermo. ¿Él era mi destino? Me gustaba, me encantaba mi destino... De repente apareció aquella mujer de nuevo.

-Anna ya lo has descubierto, es él y ahora tú estas en coma por intentar suicidarte por aquel chico que no te merecía para nada. Date cuenta que Guillermo por muy tímido y muy cursi, lleva las 3 semanas que tu llevas aquí esperándote sin pegar ojo por ti y esta hecho polvo, ya es la hora de ser fuerte levantarte e ir con tu pequeño ángel de la guarda, tu motivo para vivir Anna deja ya de intentar suicidarte y vive la vida bien con este chico que si es quien te merece. Me guiño un ojo y se esfumo como había aparecido

Volví al hospital y entreabrí los ojos mientras observaba a Guillermo pálido, con muchas ojeras, barba, pelo mas largo y delgado de más. No lo aguantaba mas...

-¡GUILLEEE!

Se sobresalto y me vio despierta llamándolo y parecía que había visto un fantasma mientras lloraba de la alegría.

NARRA GUILLERMO

La oí y desperté, creí estar en un sueño pero cuando la vi allí sentada en la camilla llamándome supe que había despertado y que estaba allí de nuevo, mi motivo de sonreír, el motivo de mi despertar cada mañana y mi motivo por el cual vivir. Corrí y la abrace besándola a lo que ella me correspondió, no sabia que eramos pero me encantaba estar así con ella...

-Perdóname. Dijo con cierta tristeza

-¿Por qué? Dije extrañado

-Por intentar suicidarme teniendo mi bonito motivo por el cual vivir y ser feliz a su lado. Al final he descubierto que eras lo que faltabas en mi vida y me has completado, me has dado ganas de vivir y de vivir feliz. Solo la bese

-Tu eres lo único que me completa Anna, prometí no dejarte nunca y nunca lo haré. Voy a hacer lo que sea por tratarte como te mereces. La abrace y bese apasionadamente, a continuación llame a un médico.

-Anna ya estas curada, tu cerebro se encontraba saturado por no dejar el estrés y deja de cortarte ya que solo tienes 19 años, por cierto cuídame mucho a Guillermo que el pobre se pasó aquí día y noche sin dormir ni comer por solo verte despertar. Ya puedes volver a casa. Dijo el doctor saliendo de la habitación

Recogimos y nos volvimos a casa...