Reina villana

Capítulo 146

Recuperó el aliento y se concentró en su yo interior. Trató de reprimir a Praz, pero el mocoso retorciéndose apenas se calmó.

¿Te está afectando la ramita?

Kasser miró hacia la puerta. Si se movía ahora, perdería la concentración y liberaría al apenas reprimido Praz. Sintió que estaba atando el Praz con una cadena y lo sujetó con más fuerza. Praz se fue calmando poco a poco y poco a poco fue recuperando el control.

Sin embargo, tan pronto como se relajó por un momento, una energía similar a una bola de fuego salió de su cuerpo. Era demasiado tarde para atraparlo. En un instante, la energía azul que escapó de su cuerpo tomó la forma de una serpiente gigante y llenó el dormitorio. 

¡Esto es malo!

Esta pérdida de control sería un desastre.

Miró a su Praz, tratando de encontrar una abertura para suprimirlo de nuevo. Frunció el ceño mientras perseguía a la translúcida serpiente azul con los ojos. Praz no quería tener una guerra de nervios con Kasser, parecía distraído por otra cosa.

Praz dobló su enorme cuerpo, dio una vuelta en círculos en el agua y redujo aún más su tamaño. Después de dar una vuelta alrededor de la cámara con un cuerpo que ya se había reducido a la mitad, se encogió aún más. 

Se encogió más y más hasta que fue del tamaño de su mano. Este lugar era demasiado angosto para nadar, por lo que parecía haberse encogido. Mientras nadaba por la cámara, su Praz parecía satisfecho.

“…”

Kasser sintió lo mismo que sintió cuando vio a Abu como un gato pequeño. No había dignidad en absoluto en una serpiente azul de un palmo de largo.

¡Qué diablos está pasando!

Dejó que Praz jugara y se acercó a la cama. Mientras yacía en la cama, el cabello negro de Eugene se balanceaba en el agua, su piel blanca se veía inusualmente pálida.

Su pecho había comenzado a latir.

No creo que sean sus poderes los que se están descontrolando...

El área llena de agua se limitaba solo a la cámara. Significaba que ella lo estaba controlando inconscientemente. Pero su razonamiento lo impulsó. 

¿Y si esto fuera un efecto secundario de Ramita? ¿Y si es demasiado poder para que su cuerpo lo acepte?

Estaba ligeramente alarmado. Su conocimiento en estas cosas era muy limitado, de hecho, casi nulo. Su voz interior le dijo que esto estaba más allá de su poder. Estaba desconsolado, no podía creer que no hubiera nada que pudiera hacer cuando su esposa estaba en tal condición… que no era él sino Sang-je quien podía rescatarla. 

Apretó los dientes, tratando de controlar su voluntad. ¿Y si su voluntad de mantenerla alejada del Sang-je la empujaba al peligro?

Necesito enviar un mensaje urgente a la Ciudad Santa.

Las cartas entregadas a través de pájaros mensajeros no podían contener mucho contenido o secretos, pero la velocidad era más rápida que cualquier ruta. El expreso llegaría a la Ciudad Santa en pocos días.

“Eugenio…”

Cuando ella le había pedido por primera vez que la llamara por ese nombre, todo lo que podía pensar era en seguir su capricho. Pero ahora, cada vez más, sentía una desconocida satisfacción cuando la llamaba “Eugene”. En lugar de quedarse en el reino por su condición de reina, parecía que una persona llamada Eugene estaba a su lado por su propia voluntad.

Eugenio... Eugenio... Eugenio...

Él la llamó repetidamente. Cuando la vio acostada por primera vez, se sintió aturdido y enojado después de escuchar lo que había sucedido. Ahora, todo lo que podía hacer era pensar en formas de llevarla a un lugar seguro. 

Los párpados de Eugene se movieron muy levemente. Sus globos oculares se movieron justo cuando él estaba a punto de alejarse para escribir el mensaje.

“Eugenio…”

Él la llamó, una última vez, con la ferviente esperanza de que ella abriera los ojos y lo mirara.

Los movimientos de sus ojos crecieron dentro de sus párpados cerrados. El agua giraba lentamente a su alrededor. Luego, giró más rápido y toda el agua de la cámara comenzó a ser absorbida por su cuerpo.

El flujo turbulento de agua no tuvo ningún efecto físico en Kasser, que estaba de pie junto a ella. Observó la fantástica escena que se desarrollaba ante sus ojos. Eugene estaba absorbiendo una gran corriente de agua, creando un remolino y con eso, el agua en la cámara desapareció en un instante.

La serpiente azul nadó contra la fuerza de la corriente de succión. Después de aguantar hasta el final, saltó al cuerpo de Kasser y desapareció como si regresara a su morada original.

Kasser miró alrededor de la habitación. No había señales de agua por ninguna parte.

Eugene abrió los ojos con un grito ahogado. Parecía renovada como si acabara de despertar de un sueño profundo. Parpadeó hacia Kasser y sonrió.

En lo profundo del corazón de Kasser, el calor se extendió. Era totalmente diferente de cuando Praz estaba tratando de escapar. Simplemente no podía controlarlo. Puso su mano debajo de su cuerpo acostado y la abrazó.