John + Do = 001

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johndo

Fluff  ;  Humor mediocre

Mención del YuMark

825 palabras

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001. Secreto

Para todo mundo es un secreto, y a tal grado un misterio de quién le podría gustar a Kim Do Young; aquel chico de apariencia adorable, que utiliza cárdigans de colores pastel, con un pantalón de mezclilla y unas converse blancas. Simplemente el sueño de muchas personas.

Todo estudiante -e incluso algunos profesores-, quieren saber quién hace latir el corazón del chico de cabellos negros y piel pálida.

Para todo mundo es la gran enigma del universo, menos para John Suh. Él sabe perfectamente quién le gusta. Y la respuesta es: John Suh. Fácil ¿No?

El joven de último grado de un metro ochenta y cinco y líder del equipo de basketball. Aquel chico amable, gracioso y juguetón, es el que hace que Kim Do Young suspire cada vez que lo ve.

¿Cómo lo supo?

Bueno, era un día como cualquier otro, solo con la diferencia que en el casillero de Suh descansaba una caja de chocolates y una linda carta con una caligrafía igual de bonita. Johnny al principio se asustó, las únicas personas que sabían la contraseña de su casillero, era él y su amigo Yuta, por lo que dudó un poco pensando que era una broma.

Pero al abrir la carta, se encontró con la letra de su amor platónico -o como dicen hoy en día, de su crush-. Por eso se le hacía tan bonita la letra; era de Do Young, el estudiante de penúltimo grado.

Cuando terminó de leer, sintió como sí campanita le hubiera echado de sus polvos mágicos para volar; se sentía en las nubes. Tan emocionado y feliz estaba en ese momento que daba pequeños saltos, sin percatarse que su mejor amigo le miraba entre perturbado y preocupado.

—¿Qué rayos haces? —preguntó Yuta, viendo a su amigo detenerse para mirarlo y después toser disimuladamente.

—¿De qué hablas? —Sí, ese es el clásico comportamiento que hace John Suh para evadir un problema.

—Hace un momento casi, casi estabas lanzando brillos por los ojos y un puto arcoiris por el trasero y ¿Ahora me preguntas de qué estoy hablando? —El menor hizo un gesto de indignación— ¡Esto es increíble, John!

Johnny rio por lo tonto que se veía su amigo haciéndose el dramático, pero ya era algo muy típico de él.

—Bien, bien, te diré —El menor dejó de disimular llorar y le miró— ¿Recuerdas a mi vecino Kim Do Young?

—¿El chico que es tu platónico? —Johnny asintió— ¿El que siempre utiliza suéteres color pastel tejidos por su abuela? —Johnny frunció el ceño, pero aún así asintió— El chico con una cintura súper pequeña y sonrisa de conejo, ¿no? —Johnny estaba a nada de golpear a su amigo y que un tic saliera de su ojo, pero aún así, afirmó— No, no lo recuerdo.

Yuta se encogió de hombros como restándole importancia, pero por dentro muriéndose de la risa por la expresión de exasperación del mayor. Johnny juraba que en ese preciso momento podría ahorcar al japonés, pero se contuvo porque no quería ir a la cárcel, porque casi nunca eres el platónico de tu platónico. ¡Eso pasaba cada milenio!

—Mejor me voy, sino te dejo sin hombría y luego Mark me vendrá a reclamar —terminó de decir Suh, cuando tomó sus cosas y salió del edificio, pero no sin antes de escuchar el grito de Yuta.

—¡Con mi YutaConda no te metas, o te las verás con Mark!

Johnny rio de nuevo y volteó a ver a los alrededor si estaba ahí su pequeño de cabellos negros. Y efectivamente lo encontró debajo de un árbol, guardando sus cosas. Sonrió y empezó a caminar hacia la entrada de su instituto. Caminaba con calma, pues quería esperar un poco para sentir la presencia del menor.

Do Young siempre caminaba unos pasos atrás de Suh, pues así podía apreciar sus anchos hombros, claro que Johnny notaba la mirada de Do Young en sus hombros. Y eso le gustaba, por lo que hacía unos movimientos extraños para que se marcara más su espalda.

Siempre era lo mismo cuando regresaban a casa.

Y cuando los dos estaban en el umbral de su puerta, se miraban antes de entrar. Una costumbre que se hizo con el pasar del tiempo.

Otra cosa interesante es que sus habitaciones estaban una al frente de la otra, por lo que siempre se veían de reojo... o, bueno, Do Young lo simulaba. Pero aún así Johnny sabía que lo estaba viendo.

También otra cosa, es que Do Young bailaba en calzoncillos en frente de su ventana, de una forma sexy -según él-. Mientras que Johnny simulaba tomarse fotos, pero que en realidad se las tomaba a Do Young; aunque él lo sabía porque hasta posaba. Así que no había problema.

Pero, en fin.

Johnny sabía que esas miradas que le daba Do Young eran de amor. Pero guarda silencio, que es un secreto para las personas quién le gusta a Do Young.

Jump, bunny! | Doyoung centricDonde viven las historias. Descúbrelo ahora