Préface

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Habían pasado tres años desde la victoria de Hawk Moth contra Ladybug, Chat Noir y todos sus aliados. La batalla fue sangrienta, desagradable, todo el mundo estaba escondido en sus casas tratando de ponerse a salvo tanto a sí mismos como a sus familias. Ese día fue trágico, desde entonces no se ha vuelto a saber de los héroes, y de estos no quedó ni un mínimo rastro, nada que pudiese confirmar su paradero.

Hawk Moth estaba desesperado, no quería llegar a una violencia tan altiva y sangrienta, pero aun así, cada día que pasaba su mente se iba deteriorando y con ella, su humanidad, o al menos lo que restaba de ella. 

Progresivamente se había vuelto un psicópata, un maniático.

Sin embargo, no se ha vuelto a saber de él tampoco desde esa batalla, lo cual lo hacía peor porque los ciudadanos viven con el miedo y la paranoia de que en cualquier momento los akumatizarán, y podrían acabar asesinando a sus familias. Solo unos pocos ignorantes creían que también había sido derrotado y que este no volvería a akumatizar a nadie.

Nadie sabía donde se encontraban los antiguos héroes de París, si estaban escondidos, si huyeron, o dios quiera que no, si murieron en esa batalla. Hay muchos rumores y susurros sobre su paradero, unos dicen que huyeron avergonzados y acobardados, otros que siguen ahí escondidos, sin querer volver a la vida del héroe.

Pero unos pocos murmullos hablan sobre los renegados, y sobre la posibilidad de que los héroes de París pertenezcan a esta organización.

Los renegados, un grupo que vive en las sombras y que se mantiene en el anonimato, solo unos pocos conocen de su existencia, otros piensan incluso que son una leyenda. Pero son reales, están ahí por las calles, vigilando, esperando un momento, una oportunidad.


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Entre los barrios de la zona norte de la ciudad de Paris, justo entre una tienda de comestibles y el hogar de una anciana muy afable, la familia Arjona estaba descargando el camión de mudanzas, listos para establecerse en su nueva vivienda. El padre, Fernando Arjona, tras ser despedido de su trabajo y que los precios inmobiliarios en Madrid subieran estratosféricamente, decidió coger sus últimos ahorros, a su mujer y sus dos hijos y marcharse del país en busca de una nueva vida.

Selene Arjona, la hermana mayor de la familia con 18 años de edad, observaba el edificio con admiración, no era el mas lujoso de la ciudad pero sin duda era bastante pintoresco. Tenía una caja con sus pertenencias en manos, con la palabra "Escritorio Selene" escrito en la solapa con rotulador negro. De la mochila negra de la pelinegra surgió la pequeña figura de Jaazu, su pequeño amigo kwami que era un lobo negro con una luna blanca en la frente.

- No está tan mal.- Dijo observando junto a su compañera, quien sin mirarlo asintió. - ¿Te encuentras bien, Sel?- Pregunta con su suave voz el pequeño lobo. La chica le miró y asintió dudosa, realmente no sabía como sentirse.

Todo había sido muy repentino, el accidente que le hizo dejar atrás su vida como heroína y su mudanza a un país completamente diferente. En su mente agradecía haber estado toda su vida dando francés en la escuela de idiomas al igual que su hermano pequeño, Mateo. Pero se sentía agobiada, todo estaba pasando demasiado rápido y no le había dado tiempo ni siquiera a asimilarlo todo, solo llorar una noche entera y despertar con los ojos hinchados lista para el viaje y con un juramento instaurado bajo su piel.

Memento mori: ORIGINE || MLBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora