CAPÍTULO 2

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(Canción desde segundo 0:26 para mayor experiencia)

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Sentía que iba a morir de amor.

Cuando la miraba se estremecía todo su ser. No quería sacar ninguna foto para guardar el recuerdo, sólo anhelaba disfrutar el momento.

Bailar un día frio como ese se le hacía desmesuradamente romántico. Iban de un lado al otro, ella colocaba sus dos brazos alrededor de su cuello, y él ambas manos en su cintura. Meciéndose al son de la suave melodía la miraba de vez en cuando y se perdía, en esos dulces ojos tristes.

¿Cuándo fue la última vez que se deleitó en un tiempo ameno como este? Ningún año en su vida había disfrutado tanto no estar sólo. 

Una vez le preguntaron: Si Dios te cumpliera un solo deseo ¿Qué pedirías?, a lo que respondió: ser feliz. 

¿Dios le había escuchado?

No podía pensar con claridad, sólo quería pedir una última cosa; que aquel momento nunca terminara.

Le sonreía y sus frentes chocaban. Tenía que agacharse un poco para abrazarla, a veces ella se colocaba en puntitas de pie para darle un que otro beso. Se sentía un leve aroma a café que había quedado en sus tazas, y la chimenea le daba un color cálido a esa casa en época de invierno. Cuidaba de que ella no se resbalara al deslizarse con sus medias; eso no impedía que siguieran bailando. Pero lo más lindo era que él estaba allí, esa fría noche de su cumpleaños, junto a su amada Hada.



FUE UN SUEÑO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora