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Una chica dentro de un grupo criminal, Euphoria, dónde sólo reinan las mujeres, dónde sólo hay prostitución, promiscuidad y discriminación.
Tratada cómo carnada por todas las de alto rango llamadas Kralikas, criadas para asesinar, em...
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Pude sentir que mi cuerpo estaba totalmente relajado, era cómo si estuviera encima de una nube.
Poco a poco fuí abriendo los ojos, pude ver que me encontraba en una cama, la luz de la mesita de noche estaba encendida, fuí incorporándome poco a poco.
Es una habitación muy lujosa...
- Rukia : ¿ Dónde estoy ? - Dije bostezando.
- Koko : Éste será tu cuerpo a partir de ahora - Me sorprendió - Lo siento si te he asustado.
Me levanté rápido y hice una reverencia.
- Rukia : Hola Kokonoi-sama.
- Koko : No es necesario eso querida, porfavor tratame con más naturalidad.
- Rukia : Cómo ordene señor - Me quedé de pié.
- Koko : Tengo 26 años, no soy un señor aún, ¿ Que edad tienes tú pequeña ? - Sus ojos de gato eran hipnóticos.
- Rukia : 22 años, haré 23 en 3 meses.
- Koko : Muy bien, ahora deberías darte una ducha y ponerte la ropa que te he dejado encima de tu cama, tenemos una reunión en una hora, ¿ Sabes arreglarte ? Me refiero... maquillarte y eso.
- Rukia : Si, nos enseñaron, pero nunca lo he necesitado.
- Koko : Pues a partir de ahora sí querida, cuando estés lista coge el ascensor y dirigirte a la 3era planta, no tardes - Se fué por la puerta.
¿ Estaba aquí esperando a que despertara sólo para decirme eso ? Éste chico, es muy misterioso.
Me dispuse a entrar en la ducha, era bastante rápida, vi muchos potes de champú, suavizantes, cremas corporales... Para mí era muy lioso, intentaba leer el prospecto para saber cómo funcionaba y cuál iba primero.
Una vez listo sequé mi cuerpo y me puse la ropa que me había dejado en la cama.
Que ropa más reveladora... que vergüenza.
Era un conjunto expuesto pero a la vez delicado, era extraño.
Supongo que aquí se visten así, pero se me va a ver toda la cicatriz.
Eso me creaba una gran inseguridad ya que con los kimonos todo el cuerpo siempre estaba oculto.
Me dejaré la melena suelta así me cubrirá la espalda.
Me dispuse a vestirme, me costó un poco saber que cosa iba encima y la otra abajo, pero lo conseguí.
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