𝙇𝙖 𝙢𝙖𝙧𝙜𝙪𝙚𝙧𝙞𝙩𝙚

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La margarita

La florería fue inundada por un gran silencio. Lo único que ambos lograban escuchar era el ruido de los autos andar por las calles de afuera.

La comodidad y familiaridad que ambos sentían era de cierta manera, indescifrable.

SeungCheol continuaba sosteniendo firmemente a JeongHan mientras acariciaba su largo cabello. Correspondiendo el tacto contrario, el omega se encontraba así mismo abrazando al alfa y aspirando en su cuello las feromonas calmantes que el desconocido había comenzado a soltar unos minutos atrás, cuando Hyungwon seguía cerca.

La cercanía física y emocional que tuvieron segundos atrás los hizo ruborizar a ambos. Ninguno sabía que le estaba sucediendo a sus cuerpos, actuaban sin pensar. Y como acuerdo silencioso, no hablaron de aquel tema.

—Hey, ¿te encuentras bien? –Susurró SeungCheol, intentando obtener alguna respuesta de parte del contrario.

El omega se apartó del toque contrario y observó fijamente al desconocido frente a él. Los orbes del alfa eran hermosos, sus pestañas eran largas y tenía vastas cejas. Era un Adonis. Y ahora que lo recuerda, aquel extraño no le había dirigido antes la palabra.

—Ah, si... Gracias.

—Oh, y perdón por lo de...

—No, no. No te preocupes, solo intentabas ayudarme –Ambos se sonrojaron efusivamente, desviando la mirada a otra dirección.

—Cierto, perdón.

Un silencio se hizo presente en el lugar, y JeongHan como la persona curiosa que es, rompió el hielo.

—¿Cómo te llamas? –Preguntó JeongHan casi susurrando.

El chico frente a él carraspeó antes de hablarle.

—Oh, lo siento, no me había presentado. Soy SeungCheol –Estiró su mano, que el pelinegro frente a él, estrechó cálidamente– Choi SeungCheol.

JeongHan se encontraba aún analizando al alfa cuando salió de su ensoñación al escuchar la voz grave de "SeungCheol". Procedió a ruborizarse mientras intentaba conservar la calma.

JeongHan se limitó a observar el suelo del lugar y pensar en lo que había sucedido unos segundos atrás.

—Gracias... gracias por lo de hace rato –Dijo mientras continuaba admirando las partículas del suelo. Que interesante, ¿no?

—Oh, no hay nada que agradecer –SeungCheol analizó a JeongHan, sentía el olor agrio del omega disiparse en el viento –¿Seguro que estás... bien?

JeongHan comenzaba a lagrimear un poco mientras deseaba retener un poco más la ráfaga de lágrimas que pronto acabaría con él. ¿Algo podía ser peor que un alfa viéndolo llorar?, sí. Era mucho peor un alfa atractivo viéndolo llorar.

—¿Ah? Sí, gracias.

SeungCheol no era estúpido, sabía que JeongHan le mentía, de alguna manera, siempre supo leer a la gente con quién convivía. Pero aún seguía siendo un extraño para el omega, así que se abstendría de hacer más preguntas.

—Mmm, bien.

JeongHan lo miró a los ojos, sonriendo muy levemente, aquel chico era demasiado considerado al no insistir, quizás.

La vida de JeongHan jamás había sido mala, en absoluto. Pero eso cambió cuando Chae HyungWon apareció en su vida. Claro, tuvieron una relación bastante normal, pero fue cuando JeongHan decidió arreglarse un poquito más, que HyungWon comenzó con sus celos enfermizos e irracionales; como todo alfa que hubiera conocido antes.

𝗖𝘂𝘁𝗲 𝗙𝗹𝗼𝗿𝗶𝘀𝘁 | 𝑱𝑪 #𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora