FALLING

𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 3. -𝐿𝑂 𝑄𝑈𝐸 𝑀𝐸 𝐻𝐴𝐶𝐸𝑆 𝑆𝐸𝑁𝑇𝐼𝑅

Al principio solo fui ahí, porque quería asegurarme de que nada malo fuera a pasarle en esa fiesta. Iría a comprobar que estaba bien y me iría de nuevo a mi casa.

Ese era el plan, eso era lo que quería hacer pero... Maldita sea qué bien se veía así vestido, es decir esa camisa lucía tan bien en él que me provocaba ganas de quitársela, solo para volver a ponérsela.

Sin embargo, me di cuenta que no era el único que miraba a Taehyung con esos ojos y me dispuse a mantenerme cerca en caso de que llegará a necesitarme.

-Hazme el amor.

Mariposas, como en una montaña rusa mientras sube hasta la cima, era la forma de describir lo que esas palabras me hicieron sentir. Sus ojos estaban fijos en mí y yo solo podía observar su rostro sonrojado, sus labios entreabiertos que soltaban jadeos muy bajos y su respiración agitada, yo sabía que estaba erecto y mucho porque luchaba contra su pantalón desde que empecé a conducir.

Cálmate Jungkook, cálmate.

-Taehyung, estás drogado y ebrio, no eres consciente de lo que acabas de decir.

-Lo soy - Se desabrochó el cinturón y movió mi silla hacia atrás.

-Espera Tae, yo entiendo como te sientes, es el efecto de la droga, déjame llevarte a tu casa y...- Se subió a horcajadas encima de mi.

Dios, soy yo de nuevo...

-Jungkook, te salve la vida una vez. -Acercó su rostro al mío- y acabas de salvar mi virginidad.

Sé que soy tu más grande guerrero, pero no me pongas estas pruebas, Jesús.

-Tae, escucha...-Empezó a desabrochar mi pantalón sin afán, estaba seguro de que yo lo iba a hacer con él. Detuve sus manos y levanté mi rostro para verlo, sus ojos suplicantes, me miraban desde arriba.

-Jungkook -Se empezó a desabrochar su propio pantalón. -Créeme, soy muy consciente de lo que hago.

Hizo una cara graciosa, con una sonrisa y meneaba su cabeza de un lado a otro.

Con un movimiento rápido se quedo en boxer encima de mi y empezó a rozarse contra mi, a pesar de que sus comportamientos inocentes no se vieran en esta situación, yo sabía que me estaba aprovechando de la droga como Bogum, porque tener a Taehyung encima mío, moviendo sus caderas de esa manera tan descarada, ocultando su rostro en mi cuello y escuchándolo gemir hacían que mi miembro creciera debajo de él.

-No quiero aprovecharme de ti, si hacemos esto yo... No quiero que me odies.

Sello mis labios con los suyos, en un beso dulce y cariñoso, lleno de vergüenza e inocencia, Taehyung estaba lo suficientemente excitado, para devorarse mi boca si lo hubiera querido, pero esos besos tiernos lo único que me comunicaban es que él sí quería esto.

Al diablo.

Seguí el beso pero esta vez con la temperatura adecuada y empecé a acariciar sus muslos que se encontraban a mis costados, pareció gustarle porque soltó un gemido que me permitió meter mi lengua en su cavidad bucal. Besaba como un dios este hombre, a pesar de sus movimientos torpes y sus pequeños suspiros al no poder controlar la respiración, desesperadamente desabroche su camisa y deje sus labios para besar su cuello.

El cuerpo de Taehyung era precioso, estaba marcado con finas líneas, pero si me ponía quisquilloso estaba algo delgado, su piel morena brillaba un poco con la luz de la luna, lo acaricie.

Acaricie su pecho con cuidado, porque a pesar del maquillaje yo podía ver los moretones en su piel.

Sandía, era el sabor que tenía, sería mi nueva fruta favorita, si me permitía recordar este momento con Taehyung.