𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 8. - 𝐸𝑅𝐸𝑆 𝑀𝐼 𝑂𝑃𝑂𝑅𝑇𝑈𝑁𝐼𝐷𝐴𝐷.

69 4 0
                                    

Llevaba alrededor de 15 minutos viéndolo golpear el saco de boxeo, ese buzo ancho azul se le veía sensacional y sus pantalones cortos dejaban detallar la tensión de sus músculos, el sudor caía por su frente y su cabello se veía ligeramente húmedo por culpa de este, él no se había percatado de mi presencia aún gracias al sonido de sus audífonos. 

Cada golpe era un ligero gemido de su boca y aunque Jungkook había invadido mi mente lo suficiente como para pensar cualquier cosa pervertida, solo lo miraba con preocupación, porque su rostro se veía angustiado y confundido. 

-¿No estás agotado?- Me atreví a llamar su atención, con el miedo en mi cuerpo de que me sacara corriendo de ahí. 

Volteo a verme limpiando el sudor con la manga de su sudadera. -¿Taehyung?¿Qué haces acá? 

Camine hacia él con cuidado y tome la toalla que estaba colgada en el tubo que sostenía la bolsa de boxeo. 

-Vine a... A disculparme.- Limpie delicadamente su sudor con la toalla, emanaba un olor varonil, la colonia mezclada con su sudor, era el perfecto. 

-Taehyung... 

Retire mis manos rápidamente al recordar lo que me había dicho el día anterior, de evitar hacer cualquier cosa que pudiera malinterpretar, pero él delicadamente tomó mi mano mirando la palma de esta. 

-¿Qué te pasó?- Dijo viendo la cortada diagonal y yo solo sonreí con delicadeza. "Como un osezno lastimado y abandonado"

-Me corte en la mañana mientras... -Frunció el ceño y miro la herida detalladamente. - Mientras hacía esto. 

Levante la bolsa que sujetaba mi otra mano, la miro confundido y se la entregue en silencio, de ella saco una caja que estaba llena de todos mis sentimientos hacia él. 

-¿Qué es?- Me pregunto con una sonrisa inocente, fruncí los hombros. 

-Abrela. 

Dejo la bolsa en el piso y abrió la caja para quedarse viendo la figura del oso y el conejo tallada en madera, había pasado toda la noche y mañana haciéndola. Levanto sus ojos mirándome sonriente y negando con la cabeza. 

-Mi intención nunca fue lastimar tu orgullo, ni tu ego Jungkook... Todo esto es confuso para mi, no sé como interpretar mis sentimientos y mientras más intento averiguarlos más doloroso es, llegas a mi perfecto, con tu sonrisa perfecta y tus ojos perfectos y me haces sentir protegido y... Deseado. Pero, cuando te vas... Siempre tienes heridas y no solo físicas sino emocionales. No he sido capaz de mirar a Jimin a los ojos aún. -Baje la cabeza avergonzado.- Y no estoy seguro de soportar no poder ver los tuyos. 

Su silencio invadió el lugar, me miraba perplejo por la confesión repentina, estaba seguro de que no era la confesión que esperaba pero era todo lo que me permitía darle, para terminar las cosas de buena manera. 

Estaba esperando que empezará a gritar o que me sacara del lugar para después ignorarme como lo hizo el día anterior cuando me dejó en el trabajo, pero, su cálida mano derecha que ya no tenía el guante de boxeo acaricio mi mejilla y me hizo levantar la cabeza sujetándome del mentón. 

-Odio que llegues a mi lastimado Taehyung. -Peino mi cabello y sonrió con delicadeza pegando su frente con la mía. 

Cerré mis ojos lentamente solo escuchando su respiración delicada y tranquila.

-No vuelvas a llegar a mi lastimado Taehyung. - pero yo no tenía intenciones de volver. Sentía como su mano acariciaba mi mejilla con delicadeza. 

-¿Puedo pegarle?- Pregunté separandome lentamente de él. 

FALLING Donde viven las historias. Descúbrelo ahora