El chico de los ojos tristes (Aidan Gallagher) [PAUSADA]

Capítulo 24

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—Eso sería todo jóvenes. Nos vemos la próxima semana —culminó el profesor y yo me trone mis dedos cansada después de tanto escribir. El profesor de historia llenaba la pizarra entera con su clase.

Todos empezaron a levantarse de sus asientos, sin embargo, el profesor miró hacia la puerta y se sorprendió haciendo que este volteara rápidamente hacia nosotros.

—Jóvenes tomen asiento, aún no es hora de retirarse. El director les informará algo.

Este le dio paso y entró. Lo recuerdo perfectamente, él me dio la dirección de Aidan cuando me enteré de su enfermedad y todo se desplomó.

—Buenas Tardes jóvenes —saludo el hombre que estaba muy arreglado —. Muchos ya saben lo que se vienen en estas fechas, sin embargo, los alumnos nuevos aún no están enterados de lo que organizamos una vez al año.

—Cierto. El campamento —me susurro Aidan.

—¿Campamento? —le dije confundida y entonces el director siguió y Aidan no me pudo contestar.

—Ha pasado ya varios meses desde que empezamos, lo que es para ustedes, el último año escolar. Y como muchos saben a mitad del año escolar se realiza un campamento recreativo donde ustedes podrán descansar en pocas palabras de la escuela. Cuando acaben este último ciclo, se cerrará una etapa y comenzará otra, que es la universidad, muchas cosas les espera allí, así que nos gustaría que este campamento sea especial para ustedes, que tengan una experiencia amena para que lo recuerden siempre.

—Las indicaciones son las siguientes: no es obligatorio, claro que no, el que desea va, pero con el permiso de sus apoderados. El costo del viaje es totalmente gratuito, como les mencioné antes, quiero que su experiencia en este último año sea de lo más agradable, nuestra institución cubrirá los gastos, no se preocupen por eso. El campamento tendrá una duración de seis días, se realizará en un mes, serán seis días, de lunes a sábado, el mismo sábado debemos estar retornando. Dormirán en carpas, eso sí ustedes tendrán que conseguir carpas y bolsas para dormir. Si desean pueden comprar una carpa grande y compartirla con sus amigos. En el campamento se realizarán actividades recreativas, juegos, deportes, fogatas en la noche y el último día  de campamento una fiesta.
Irán varios maestros que los vigilarán en lo que hacen.
Si alguien tendría alguna pregunta puede alzar la mano.

Todos empezaron a hablar entre ellos.

—El campamento se organiza cada año. Olvide decirte ese detalle. Organizaran grupos dependiendo de los alumnos que asistirán. Hay distintos grupos y cada de ellos van a distintos lugares para pasar los seis días de campamento.

—¿Iras?

—No lo sé, depende. Yo solo fui una vez, pero no fue nada agradable mi viaje. ¿Tú irás?

—No lo sé, depende de mi madre. Nunca he ido a esos viajes escolares. Pero siempre he querido ir a uno.

—Bien entonces si no hay ninguna duda, me retiro, mañana en el mural que se encuentra a la entrada de la cafetería, estará una lista de todos los grados. Ubicaran el de ustedes y apuntaran su nombre completo. Ahora mismo les entregaré el permiso que harán firmar a sus padres, ni se les ocurra falsificar la firma. Tenemos la firma de todos sus padres en el registro.

El director pasó por todos los asientos entregando una hoja, paso por nuestro asiento y solo a mí me entrego la hoja, el director miró a Aidan.

—Aidan necesito hablar contigo —le dijo y este se paró y el director luego de entregar las hojas dijo lo siguiente.

—En aquel espacio que esta al finalizar la hoja, deben firmar sus padres. Eso seria todo jóvenes, gracias por su atención —indicó y salio con Aidan, yo me quedé confundida.

Regrese mi vista a la hoja y había un comunicado hacia los padres. No sabía si mi madre me dejaría ir, siempre me había protegido mucho y creo que esa es una razón por la que en toda mi adolescencia me ha costado hacer amigos.

Doble la hoja y la guarde a mi mochila.

Al terminar de guardar todo, los demás también salieron y yo hice lo mismo.
No encontré a Aidan, así que comencé a caminar hacia la salida.

Cuando me encontraba a punto de salir escuchó la voz del chico, volteó y le dedicó una sonrisa. Este se acerca a mí y empezamos a caminar juntos hacia fuera de la escuela.

—El director quiere que asista al campamento —solto mientras caminábamos.

No le respondí, no quería parecer una chismosa.

—Dice que como es mi ultimo año aquí quisiera que al menos asista una vez más, y por si no sabías, el director le prometio a mi abuelita que siempre estaría al pendiente mío en lo que es la escuela.
Desde que ella murió nunca más fui a esos campamentos, solo fui una vez y no la pasé nada bien.

—¿Nada bien?

—Para nada. Todos me molestaban y el director no podía hacer mucho, les llamaba la atención pero luego volvían a hacerlo. Cuando fui al campamento, mi abuelita me convenció diciendo que podría hacer amigos, pero no, el lugar a donde fuimos para acampar había un lago cerca y en la noche cuando el director no estaba cerca de nosotros. Me llevaron a aquel río y en pijama me hicieron caer en el. Hacia mucho frío y tuve que regresar al día siguiente ya que me había resfriado y había agarrado fiebre. El director sólo suspendió a todos ellos unos días. Si llego a ir, él firmará mi permiso como apoderado, solo está en que sí yo quiero ir al campamento, pero no estoy seguro.

—Son unos idiotas. Ahora ya no te molestan, pero he visto las miradas que te dan y no me gustan nada.

—Lo sé, yo también siempre lo noto y es muy incómodo para mí.

—Te entiendo.

—No sé si ir. Quizá las cosas sigan igual y no quiero volver a pasar más momentos así, eso ya ha pasado para mí.

Mientras conversábamos llegamos a mi casa y recordé que mi madre ya se encontraba allí.

—Mamá ya está en casa, gracias por acompañarme.

—No hay de que.

—Nos vemos el lunes.

—¿Mañana tienes planes?

—Mmmm no ¿por qué?

—Tengo una nueva melodía para una canción. Quisiera que tenga un punto de vista de mi chica favorita —dijo y yo sonreí sintiendo que mis mejillas se calentaban.

¿Qué pasa?

—Ammmm, s-sí, supongo que sí podría ir.

—Esta bien ¿puedes en la tarde?

—Sí, estaré ahí. Adiós —conteste rápido y entre a mi casa un poco nerviosa.

Me quedé recostada a la puerta de entrada y suelto un suspiro.

—¿Qué hablabas con ese chico?— me sorprendió mi madre.

—¿Mamá? ¿M-e estuviste espiando?

—Oia voces afuera y era inevitable asomarse por la ventana y ahí estabas tú muy sonriente.

—Oh, ammm, estábamos hablando del campamento —le sonreí y traté de verme lo más tranquila posible.

—¿Campamento?

—Sí, habrá un campamento en un mes —saque la hoja de mi mochila y se lo entregué.

Bien, no esta haciendo preguntas incómodas. Ahora tenía que convencerla para ir al campamento.

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Se vienen cosas en ese campamento 🧐👍

En fin, espero les haya gustado este capítulo, no hay nada relevante y es un poco aburrido :"v, pero bueno para los demás capítulos tengo preparado más momentos entre mi rayita y Aidan :)

Gracias por los votos que llegan todos los días en mi historia, eso me anima mucho a seguir escribiendo.

Gracias por el apoyo, nos vemos en el próximo capítulo <33