Sooshu

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⚠️Omegaverse, angst. Soojin alfa, Shuhua omega.

Shuhua siempre ha odiado a las alfas, detestaba ver cómo se sentían superiores a los omegas, muchas veces tratándolos como inferiores. La taiwanesa era una omega perfecta, algo débil, tierna, hermosa, pequeña incluso parecía frágil, pero Shuhua no era feliz con esto, en muchas ocasiones fue humillada por esto así que llegó a un punto donde odiaba ser omega.

Todo quedó atrás cuando conoció a Soojin, una alfa diferente a las demás. No parecía tan fuerte como las otras, tampoco se esforzaba por parecer valiente, trataba a los omega como a cualquier otra persona y nunca intentó presumir frente a estos para sentirse superior.

Shuhua creía que sólo fingía, que dentro de esa fachada linda se encontraba una alfa dominante como las demás, ella afirmaba que la coreana era doble cara, pero su impresión de la mayor cambió con el tiempo.

Soojin sabía sobre la impresión que Shuhua tenía de ella, le dolía saber lo que la chica que le gustaba pensaba de ella, pero no se rendiría tan fácil.

Pasó meses intentando cortejar a la pelinegra, diariamente la saludaba por las mañanas, le dejaba pequeñas notas en su pupitre e incluso le daba dulces, sabía que Shuhua amaba los chocolates por lo que se le hizo costumbre dejarle dos cada viernes.

Al principio la menor no sabía de quién se trataba, hasta que su mejor amiga Yuqi le dijo que encontró a Seo Soojin dejando las notas junto a dos chocolates. Shuhua detestaba a Soojin, pero entonces recordó todo lo lindo que decía de ella en las notas, la manera tan bella de describir sus facciones e incluso las letras de canciones que le había escrito.

Pero era terca, así que comenzó a romper las notas después de leerlas y los chocolates se los daba a Yuqi y Minnie, siempre procuraba hacerlo cuando Seo estuviera cerca, así podría darse cuenta de sus acciones y tal vez dejaría de intentar cortejarla.

Un día en específico Soojin decidió añadir un tercer chocolate junto a una rosa, esperando que esta vez aceptara los regalos como antes.

Shuhua entró al salón, así que Soojin fingió estar leyendo para que la menor no notara que la miraba. Esta tomó la rosa, la olió para posteriormente guardarla en su mochila, Soojin sonrió.

Shuhua lo notó, así que rápidamente leyó la nota.

~♡Espero que esta vez sí quieras mis regalos, me gustas mucho y quisiera una señal para animarme a decirte quien soy, toma los presentes si aceptas.

P.D: Tu cabello negro tenía un brillo particularmente hermoso ayer.♡~

Shuhua miró a Soojin, ambas intercambiaron miradas por breves segundos hasta que Yuqi llegó, Shuhua le dio los regalos -Ayúdame a tirarlos - habló lo suficientemente alto para que la alfa se pusiera de pie con el rostro preocupado y la mirara, transmitiendole sus dolorosos sentimientos en esa simple mirada.

La taiwanesa sintió la culpa recorriendola pero tenía un orgullo y no cedería, Yuqi asintió y se llevó los detalles, exceptuando la nota. Shuhua volvió a leerla para al final tirarla al bote de la basura, rápidamente Soojin salió del aula con la mirada baja.

Algunos compañeros veían todo extrañados, pero la taiwanesa no se inmutó.

Algunos minutos después sus mejores amigas aparecieron con el rostro preocupado -Shu... ¿no crees que te excediste? - sugirió Minnie, la menor negó, Yuqi suspiró -Vimos a Seo muy mal, corrió hacia el patio trasero mientras se cubría el rostro, aparentemente estaba llorando - al escuchar eso la culpa dentro de Shuhua se removió, haciéndola tragar nerviosa.

El profesor llegó al aula y la clase comenzó.

Soojin se perdió todas las clases y Shuhua comenzaba a preocuparse, Yuqi le dijo que la alfa se había ido después de ese momento en la mañana, argumentando que se sentía terriblemente mal del estómago y por eso había llorado.

Sin embargo la omega se mostró neutral.

~~~~~

Después de ese día las esperanzas de Soojin murieron, así como sus sentimientos por esa linda omega.

Los detalles pararon, las notas también, dejó de mirarla entre clases y también dejó de soñar con sus manos entrelazadas, Soojin sospechaba que Shuhua sabía que era ella la de las notas, pero jamás imaginó que se comportaría así, dándole a entender que era una estúpida por intentar cortejarla.

Así fue como siguió su vida, intentando olvidar ese estúpido intento de cortejo. Aunque fue difícil, recuerda lo mucho que se menosprecio, diciéndose cosas horrendas, argumentando que no era una alfa digna de Shuhua y por eso se comportó así.

Soojin sabía que no era la alfa promedio ni mucho menos, pero esperaba que depositando sus sentimientos en esos detalles la omega pudiera ver lo sincera que era al respecto y lo mucho que le gustaba.

Pronto pasó un mes y una linda omega llegó a la escuela, su nombre era Miyeon y Soojin sintió su corazón latiendo emocionado cuando cruzaron miradas la primera vez.

Miyeon era extremadamente bonita y amable, por eso Soojin se enamoró de ella.

Decidió volver a intentarlo, con muchos nervios e inseguridades provocadas por el incidente con Shuhua. Sin embargo, sus notas esta vez sí fueron bien recibidas siempre, podía ver un brillo en los lindos ojos de la mayor cuando leía sus notas o encontraba dulces paletas, no chocolates como con Shuhua pues Miyeon prefería las paletas.

Shuhua miraba los detalles cada mañana en el escritorio de la chica nueva y algunas veces veía de reojo la nota, reconociendo la bella caligrafía de Seo.

Un sentimiento desagradable creció en su pecho, estaba celosa, pero como Yuqi le dijo una vez, no tenía derecho porque ella fue quien hirió a la sincera chica que solo quería amarla y cortejarla.

Minnie se hizo amiga de Miyeon y le confirmó a Shuhua que era la misma caligrafía. Los celos la mataban.

Hasta que un día la nota final llegó, era igual que la de Shuhua, sin embargo Miyeon actuó diferente. Sonrió, tomó los detalles con suma delicadeza y los guardó en su mochila, escribió una contestación y la dejó en su escritorio al término de las clases, esperando que la alfa la leyera.

Shuhua se fue más tarde ese día y esperó para ver a Soojin tomando esa nota, vio su bella sonrisa y ojos, como nunca los había visto y entendió, entendió que la había cagado.

Soojin salió del salón, ignorandola como siempre hacía. Shuhua discreta la siguió y observó como tímida se acercaba a la nueva omega, saludándole con un sonrojo en las mejillas. La vio explicándole algo y Miyeon la abrazó asintiendo con la cabeza para después besarse tímidamente.

El corazón de la menor se rompió, observando todo desde una esquina oculta.

"Lo merezco" pensó muchas veces mientras se lamentaba con lágrimas en los ojos.

Algunos meses después Soojin peleó con Miyeon y Shuhua esperanzada intentó acercarse, la saludó e intentó platicar con ella un poco, sin embargo Soojin solo la ignoró.

-Perdóname - dijo de pronto, la alfa la miró por primera vez en meses, sin el brillo que Shuhua extrañaba -¿Es demasiado tarde para decir que me gustas? - preguntó triste.

Soojin se alejó de pronto -Lo es - sacó un chocolate de su pantalón y se lo dio a la omega -Espero que esta vez no le digas a Yuqi que lo tire a la basura - y se fue.

Shuhua la vio esa misma tarde con Miyeon en un parque, ambas parecían reconciliadas y muy felices. Miró el chocolate aún intacto y lo tiró a la basura, ya no valía la pena.

One shots (G)I-DLE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora