Yuyeon 1/2

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⚠️Angst.

Era el día, le pediría matrimonio a Yuqi y sería una sorpresa.

Mi plan era llevarla a cenar, ahí charlaríamos y en la cima de la rebanada de pastel encontraría el anillo, iba a ser perfecto.

Mi por ahora novia se encontraba trabajando, yo debería estar haciendo lo mismo, pero en cambio pedí el día para comprar todo lo necesario y pasar a recoger los anillos. Me había salido carisimo, incluso le pedí prestado a mi padre pues no estábamos muy bien económicamente, pero valdría la pena, todo por el amor de mi vida.

Ella y yo vivíamos juntas hace un año aproximadamente y no estábamos pasándola nada bien, teníamos problemas con la renta, pago de los servicios y comida, pero lo importante sin duda era nuestro amor, aunque durmieramos en una cama individual de manera incómoda, nos teníamos cerca, nuestros corazones latían juntos durante toda la noche. Era hora de dar el siguiente paso.

Me encontraba caminando de regreso a casa con la caja de anillos en mis manos, la felicidad que sentía era incontable, pero no todo dura para siempre.

Unos metros más adelante estaba Yuqi tomada del brazo con un chico alto, la gente los miraba pues iban hablando en chino, así que no podían entender nada de lo que estos decían.

Una punzada de miedo e incertidumbre se instaló en mi pecho, ella no debía estar aquí, su trabajo quedaba lejos y además estaba en horario de trabajo, ¿qué hacía aquí?

Tenía miedo, una parte de mi me decía que había algo extraño en todo esto, así que los seguí. Pocas calles más adelante pude observar lo que destrozó mi corazón, ella lo tomó por el cuello y lo besó.

Apreté la caja con el anillo al contener mis lágrimas, tenía que enfrentarlos.

Corrí hasta ellos, escucharon mis pasos apresurados, por lo que voltearon, nuestras miradas chocaron, la mía llena de dolor y la de ella asustada.

Estuve a punto de llorar, pero una vez más, me contuve.

-¿Qué hice mal? - Mi voz era temblorosa, sabía que lloraría en cualquier momento.

El chico a su lado soltó una risa antes de decir lo que me mataría en vida. -¿Así que ella es la pobre con la que vivías? - Pude sentir su mirada inspeccionando mi ropa -No puedo imaginar lo que tuviste que soportar a su lado, ella no tiene ni siquiera un cuarto del dinero que yo. -

Observé su ropa, era cierto. Él vestía como un príncipe, lleno de joyería cara y ropa de marca mientras yo estaba usando la ropa vieja y barata que compré hace año y medio. Yuqi llevaba un fino collar que parecía ser de oro blanco, nunca antes la vi usándolo, su ropa era recién comprada y los zapatos parecían valer más que toda mi ropa junta.

Entendí todo.

-Así que era eso... - Mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía soportar darme cuenta de que la pobreza me había hecho perder a la chica de mis sueños.

-Creí que me amabas... creía que no te importaba mi dinero, que yo era lo más importante para ti, que aunque tuviéramos problemas para cubrir la renta o la luz lo importante era nuestro amor... - Bajé mi mirada a la bella caja entre mis manos, estaba un poco magullada por apretarla todo este tiempo, pero seguía viéndose cara.

-Soyeon no puedes culparme, de verdad lo intenté pero no puedo seguir viviendo así, vivimos en la pobreza ¿es que no te das cuenta? - Volví a dirigir mi mirada a ella, la mirada que me daba era fría, no había rastro de esa chica dulce que me juraba amor al despertar y después de hacer el amor.

-¿Por qué nunca me lo dijiste? pude haber intentado darte algo mejor, trabajar horas extra, conseguir otro empleo, habría hecho todo por ti, si tan solo lo hubieras pedido... - No pude seguir conteniendo las lágrimas, una a una comenzaron a bajar, entonces noté a la gente a nuestro al rededor, observándonos con asombro y algunos con pena.

Creí que intentaría decir algo que me consolara, pero solo recibí el mismo tono rencoroso junto a la mirada fría - No iba a ser suficiente Soyeon, aunque trabajaras horas extra, ganarías una miseria, yo necesito algo mejor, me merezco algo mejor. -

El chico a su lado sonrió mientras la tomaba por la cintura y le brindaba un beso, yo bajé la mirada para evitar ver este último.

Apreté la caja de nuevo y cuando se separaron volví a conectar mi mirada con la de ella.

-Espero que te haga muy feliz y que te de rápido lo que yo pude haber hecho con un poco de tiempo. - Tomé su mano y le entregué la caja, posteriormente hice que cerrara la mano entorno a esta, sería lo último que tendría de su pobre novia -Ahí están mis ahorros de dos años junto a un poco de la liquidación de mi padre, quería dártelo hoy en la noche, trabajé muy duro para poder tenerlos, tal vez eso sacie tu necesidad de dinero. -

Ella observó la caja incrédula y antes de abrirla preguntó con la voz temblorosa -Estos son... - Completé su frase con la voz atorada y el corazón destrozado -Anillos de compromiso, una gran joya que según yo... no se comparaba con la que tenía en casa. - La gente a nuestro al rededor contuvo el aliento, expectantes a su respuesta.

Rápidamente abrió la caja sin poder creerlo, sus ojos brillaron al ver los hermosos diamantes, eran grandes y brillaban con la luz del sol que se reflejaba.

-No quiero verte en mi casa, enviaré tus cosas a casa de tus padres, adiós... - Me di media vuelta, antes de irme dije algo más, sintiendo como las lágrimas regresaban -... y perdóname por no haber sido suficiente para ti, aunque lo intenté. -

La multitud se hizo a un lado dejándome pasar con la cabeza gacha y mis lágrimas bajando sin control, ella no intentó detenerme, tampoco dijo algo para despedirse, fue entonces que también entendí, que ella se despidió hace mucho tiempo, cuando salí de su corazón y él ocupó mi lugar, el lugar que soñé tener para siempre y que me llenaba la vida de felicidad.
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One shots (G)I-DLE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora