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Desde aquella tarde que Doyoung había ido a casa de Yedam su relación se había vuelto más cómoda y con más confianza. Ya habían salido un par de veces a cafeterías y salas de videojuegos con sus otros amigos, había acompañado más de una vez al rubio en un día de playa ya que este era fan del surf y lo hacía muy bien, el rubio le contó que realmente amaba la playa.

-¿Sabes Kim? - Doyoung lo observó mientras tomaba asiento junto suyo en la arena - realmente me gusta venir aquí, es como no lo sé. Mi lugar.

-Es muy tranquilo.

-Si, puedo pasar horas pensando. Esto - apuntó a su alrededor -- la playa y mi música, es todo lo que necesito para estar bien, es mi esencia. Soy yo.

En ese momento Doyoung no entendió muy bien a que se refería ¿Cómo alguien podía ser una playa o música siquiera? Se limitó a asentir y seguir observando el horizonte en la hora dorada de la puesta de sol en aquella tarde que había comenzado a ponerse fresca.

Algo que también había comenzado a hacer era ir a las fiestas que organizaban los amigos de Yedam, pero nunca duraba mucho. Llegado un momento comenzaban a volverse ridículas y sumidas solo en borrachos haciendo tonterías. Doyoung tenía resistencia cero al alcohol, no estaba acostumbrado a este, nunca lo había probado porque en Corea era común hacerlo ya en la universidad, a los veinte cuando cumplías la mayoría de edad.

No hacían mucho, a decir verdad, la rutina del rubio estaba mayormente ocupada por materias extracurriculares o hacer ejercicio como lo eran las prácticas de natación, el surf o el gimnasio. Con Jossie solía acompañarla por las tardes en su casa, la madre de esta también era bastante amable y simpática como la de Yedam y solía pasar la mayor parte del día allí ya que trabajaba desde el hogar, lo que sí, no había visto al padre de Jossie en ninguna de sus visitas, aun así, no le parecía correcto preguntar al respecto. Con Luke era distinto, si se juntaban era por tareas o para jugar videojuegos y la mayoría de las veces había estado Yedam presente.

Para Doyoung era inverosímil lo habitual que se había vuelto Yedam en su cotidianidad, no solo lo veía en el instituto y luego fuera del mismo para sus clases, también los fines de semana por tener amigos en común o por el simple hecho de querer juntarse a hablar, lo que era irónico si Doyoung tomaba en cuenta que en sus inicios no tenían nada en común.

Yedam había aparecido en la puerta del salón de baile donde Kim tenía ensayo los viernes, sabía que era por la tutoría de esa tarde pero el rubio no podía ser más inoportuno, Doyoung estaba demasiado sudado, llevaba practicando unas cinco horas porque los ensayos de los viernes siempre consumían el horario completo de la tarde y había pedido salir minutos antes para poder darse una ducha en los baños del área de deportes así estar limpio para las clases de inglés, pero como siempre Yedam era ridículamente puntual.

- ¿Yedam hyung? ¿Qué haces aquí?

-Buscarte para tus clases Doyoung ¿Qué no es obvio? - rió.

-Lo sé, me refiero a que aún faltan diez minutos.

-Quería llegar antes, no sabía que te molestarías - Doyoung suspiró.

-No es eso, quería darme una ducha antes, si me esperas a que vuelva...

- ¿No prefieres que vayamos a tu casa a estudiar? Se supone que ya somos amigos y tenemos la confianza suficiente, no es necesario quedarnos en la biblioteca - Doyoung lo miró dudoso, sabia lo intensa que era su familia, sus críticas e interrogatorios - vamos, podrás ducharte allá.

Doyoung se resignó, tampoco sería tan malo y si tenía un poco de suerte su padre estaría en el trabajo y su madre no haría preguntas incomodas.

-Supongo que está bien - ambos caminaron al casillero de Kim donde este terminó de guardar las cosas que necesitaría para estudiar el fin de semana.

Crush Culture | °Dodam°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora