No soy adulto, tampoco soy un niño. A veces, ni siquiera sé lo que soy. No trabajo en ningún empleo estable como cualquier adulto, pero tampoco mi vida gira entorno a la escuela.
Soy estudiante de universidad. Desde que entré al instituto mi madre se ha sentido feliz de verme llegar tan lejos. Todas las mañanas me veo al espejo y trato de ser honesto conmigo.
No soy un hombre inteligente; aunque mi mamá se los presuma a mis tías. No soy un chico sano; aunque mi mamá intenté mejorar mi dieta para rendir en mis estudios, y sobre todo, no soy un chico feliz; aunque ría cada que ella me abrace.
Al parecer, ser honesto conmigo mismo me ha llevado muy lejos. Soy capaz de elegir mis propias amistades y puedo ignorar situaciones que perjudiquen mi bienestar. En lo personal, creo que es lo más importante y valioso que puede tener cualquier persona ¿No?
Mi padre me llevó a la universidad. Sé manejar, no porque mi papá me haya enseñado, gracias a él tuve la oportunidad de tener un auto para aprender. No somos muy apegados, sus bromas me incomodan y su intento de ser interesante me molesta más de lo que debería.
—Espero tengas un buen día. Dijo mi padre mientras intentaba bajar del auto lo más rápido posible.
—Gracias... Igualmente. Traté de ser amable.
Entré a la universidad, aún no tenía amigos. Esperaba el momento de encajar con alguien, alguien que sea como yo, con las mismas ambiciones y motivaciones. No quería ser parte de aquellas traiciones o acciones hipócritas que muchos acostumbran cuando se relacionan con los demás.
No soy como aquellas personas que fingen ser felices para caerles bien a otros. Sinceramente me importa un cacahuate lo que piensen de mí, yo soy quien elije cómo relacionarse y con quién. Aunque a veces me es difícil ser directo, y decirle a las personas que no quiero estar con ellas o que no quiero ser su amigo. ¿Un ejemplo? Karla.
Karla no es mala persona. Lo admito. Pero su amabilidad es tan forzosa que prefiero no ser amigo de alguien que intenta ser amable.
—¡Hola nene!. Pero no tengo el valor de decirle que no quiero ser su amigo. Lo he analizado, y no quiero que Alejandra me vea como el tipo que hizo llorar a una tonta que sólo intentaba ser amable conmigo.
—Hola Karla, ¿Cómo estás?. Dije inmediatamente después de ver sus aretes enormes llenos de colores.
—Muuuy contenta. Me abraza, sin mi acontecimiento. Pero ¿qué podía hacer?, quizá: Posibilidad 1. Alejarme y decirle lo más calmado posible "Prefiero no tener contacto físico contigo, me incómoda". ó Posibilidad 2. Fingir que me gustan los abrazos, sonreír y decirle sacando colmillo "Me alegra que seas más feliz que yo".
—Me alegra que seas más feliz que yo.
—¡Ay nene!, ¿Pero qué pasó, por qué tan triste?. Mala decisión, debí suponer que era una morra tan superficial que relacionaría que la falta de felicidad es "Estar triste". Pero no quería perder mi tiempo intentado explicar que hay más allá de sentirse "bien/feliz" a sentirse "mal/triste".
—El calor, es lo que no me hace feliz. Sólo intenté darle una respuesta a su estúpida pregunta.
—¡¿Verdad que sí?! Igual odio el calor, osea yo mil veces prefiero el frío. Odio sudar y amo mucho estar en mi cama, tapadita, viendo Netflix y tomando cafecito. Dijo Karla.
—Quedaré sorprendido cuando escuche que a alguién le guste sudar. Dije sin pensarlo, pero arrepentido de ser juzgado como el morro mamón.
—¡JAJAJA PERO QUE GRACIOSO ERES BEBÉ!
Sí, porque a veces no podemos ser capaces de aceptar y/o reconocer que alguien no está contento o contenta con nuestra compañía, y debemos tomar todo «mal comentario» o «pesimismo» como broma.
Te cuento de Karla, porque es una de las personas que estuvo en la historia. Quería que la conocieras lo más real que se pueda.
Entramos al salón, aún no daban las 2 de la tarde, hora de inicio de la clase. Lo único que yo quería es ponerme los audífonos y esperar 10 minutos a que empezará la clase. Pero Karla siempre se sentaba a mi lado a hablar de ella.
1:55 pm. La hora dónde vibraba mi celular y recibía un simple mensaje:
Ten un hermoso día hijo. Espero llegar temprano para cenar contigo 😋
Te amo 😘La única persona de mi WhatsApp que no estaba silenciada por 1 año.
Igualmente mamá ✨
Nos vemos en la noche ❤️
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Quiero dejar de llorar
Cerita Pendek"Quiero dejar de llorar" es la historia que no me atreví a contarle a nadie. Historia, donde me convertí en héroe y en Valiente. No es una ridícula historia de amor, aunque me haya enamorado. No es una historia de acción, aunque haya cortado la cabe...