Capítulo 8 Parte I

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La tarde seguía pasando, mientras YoungJae y JaeBum disfrutaban de la compañía mutua, aunque al principio fue incómodo y difícil poco a poco se empezaron a relajar y ahora ambos estaban riendo mientras bromeaban entre ellos y reían, habían dejado de lado el tema por el cual se habían reunido y se centraban en divertirse.

Se habían dirigido al puerto de Santa Mónica y estaban pasando un buen rato mientras jugaban en las casetas, JB logró ganar un enorme peluche de oso que cargaba YoungJae, lo que le hacía verse excesivamente tierno, el mayor no dejaba de mirarle sin que el menor se diera cuenta, después de tanto tiempo por fin podía tener cerca a su amado, aunque sabía que tarde o temprano tendrían que hablar, solo quería disfrutar un poco de su compañía y todavía para él, relación.

"¿Te apetece un granizado? Estoy muerto de calor." YoungJae se quejo haciendo un puchero mientras señalaba el puesto de granizados y helados que tenían unos pasos más adelante.

"Claro... Voy por ellos, puedes esperarme allí sentado mientras, ese oso tiene pinta de pesar." JaeBum le dedicó una hermosa sonrisa de medio lado mientras se alejaba del menor hacia el puesto, YoungJae se sentó en el banco que JB le había señalado, sonrojado como un tomate por lo sexy que se había visto el mayor.

El menor no logaraba entender como JaeBum con un solo gesto lograba descontrolar sus emociones, a pesar de tener en claro lo que quería hacer, cuanto más tiempo pasaban juntos, más se liaban sus pensamientos y más se desbordaban los sentimientos encerrados en su corazón. No quería hacerle daño al mayor, eso le partiría el alma y sería algo con lo que no podría lidiar.

"Parece que tienes muchas cosas en la cabeza Jae." La voz del mayor hizo que se saliera de sus pensamiento, miró como este se sentaba a su lado bebiendo el granizado y le daba el otro que había comprado, bajo la mirada a vaso con trocitos de hielo, ese podría ser un buen momento para hablar y por fin dejar todo claro entre ellos, cuando volvió a levantarla a los pocos segundos para ver a JaeBum, se llevó una gran sorpresa.

De repente, él y JaeBum tenían los rostros casi pegados, sus labios se rozaban y sus respiraciones se mezclaban. JB tenía sus hermosos ojos con un extraño brillo que el menor no había visto antes. Antes de que YoungJae pudiera reaccionar, o decir algo el mayor hizo que sus labios se juntaran, empezando un lento y ansioso beso.

JaeBum había estado esperando hacer aquello desde que vio al menor en la cafetería y por fin había encontrado el valor de hacerlo, y estaba en el cielo, la sensación de los suaves labios de YoungJae sobre los suyos era algo que hacía que su mente se quedara en blanco, sumiéndolo en un cúmulo de lindas emociones.

Por su parte YoungJae no sabía que hacer, ya no quería hablar con el mayor, ya solo quería dejarse llevar por los labios excitantes de JB, los cuales tenían una mezcla de dulce y frío por el granizado que llevaba en la mano. Cuando sintió como la lengua del contario pasaba por su labio inferior lentamente, pidiendo permiso para entrar en su boca, una oleada de calor recorrió todo su cuerpo, e inconscientemente abrió la boca para dejar paso al mayor y empezar a luchar por el mandato de aquel beso, un beso que dejaba en claro los sentimientos de JaeBum.

Fue corto pero con muchas emociones, cuando se separaron ambos tenían las mejillas sonrojadas y los labios hinchados, enseguida YoungJae apartó la mirada sintiendo repentina vergüenza, no era la primera vez que se besaban pero fue todo tan de repente que la mente y los sentimientos de YoungJae estaban hechos un lío.

JaeBum se quedo mirando al menor y no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro al ver la vergüenza que este sentía, ambos se quedaron en silencio mientras continuaban bebiendo los granizados, cada uno con sus propios pensamientos.

"Creo que debería llevarte a casa, se hace tarde." JB fue el primero en hablar, ya que el menor seguía en silencio, con la cabeza en otro sitio. Asintió levemente ante la propuesta del mayor y ambos se levantaron para caminar hacía algún punto medio donde despedirse.

Ciertamente ninguno de los dos querían que aquel día se terminara, aunque ninguno se atrevía a decirlo, JB por un lado no sabía si decirlo o no, después del silencio que se formó después del beso no tenía en claro que es lo que pensaba o quería YoungJae. Por otro lado YoungJae no tenía nada en claro, pero quería seguir disfrutando de la compañía del mayor antes de tomar una decisión definitiva.

Libro 2: AtrevidoWhere stories live. Discover now