Lilianne
-¡Ey, tú!Esa es mi moto-Me advierte la chica señalando una moto que hay detrás de mí.
-Lo siento, no tenía ni idea-Respondo.
-Sí, está claro que hay muchas cosas de las que no tienes idea, como la moda o que las chicas no montamos en monopatín-Ríe ella mientras a nuestro al rededor se va formando un corro.
Entonces me da una bofetada en la cara y yo se la devuelvo, iniciando así una pelea.
-¡Ustedes dos!-Nos grita un hombre aparentemente de unos 50 años-¡A mi despacho!-Prosigue y deduzco que se trata del director del centro-¡Ahora!
Ambas cesamos y entre miradas de odio, nos dirigimos hasta el despacho del director.
Al llegar, nos sentamos en dos sillas paralelas a una mesa que detrás, esconde al canoso hombre de antes, en un sillón negro.
-¿Qué a pasado?-Pregunta.
-Ella estaba encima de mi moto y empezó a insultarme y a pegarme-Comenta la chica que tengo a mi lado y a mi me hierve la sangre tras su confesión.
-Eso no es cierto-Replico.
-Creo que Ashley tiene razón, así que señorita Denovan salga de aquí, por favor-Le dice a la peli-rosa-Y usted señorita Smith, va a tener una charla con su padre y conmigo, así que quédese aquí.
(Media hora después)
-¡Pero si yo no hice nada malo, papá!-Exclamo mientras mi padre sigue intentando que entre al coche.
-Te he dicho que no pienso creerte y ahora, sube al coche o tendremos otro problema-Responde.
-No pienso ir a ese psicólogo¡No estoy loca!-Replico una vez hemos tomado el camino a casa.
-Vas a ir y vas a empezar mañana y no se hable más,además, no es un psicólogo, es un grupo social de apoyo-Concluye y mi ira se acumula.
Cuando paramos delante de casa me bajo y subo corriendo a mi cuarto.Tengo mucha ira en mi cuerpo, pero sé que golpear los muebles no me lleva a ningún lado, así que opto por tenderme en la cama boca abajo. Me tapo la cara con la almoada y grito hasta desgarrar mi voz, haciendo que lágrimas distraídas rueden por mi rostro hasta estrellar en mi almohada.
-Por favor mamá, vuelve-Susurro débil-Vuelve.
A la mañana siguiente, lo que pasó ayer se repite, eceptuando mi pelea con la tal ¿Ashpen?, ¿Ashlet?, no lo sé no me acuerdo. La cosa es que sin siquiera notarlo me estoy encaminando a mi nueva tortura, el gupo de apoyo.
-Hola, tú debes de ser Lilianne, te estábamos esperando-Comenta un hombre de unos 30 en cuanto entro.
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We're Humans Too
Teen Fiction-Ni siquiera sé si tu amor también es una mentira Axel, no puedo seguir con esto-Y dicho eso lloré, lloré como nunca había llorado antes, lloré por amor. -Yo te amo, de verdad lo hago Li-Y entonces me miró a los ojos, esos ojos tan fríos y persisten...