Capitulo 32 Antes de

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-YO la pedí antes!- exclamo Carlos.

-Te equivocas!- contesto Adolfo.

-Vamos calmense...- dijo Max dando un sape a cada uno -Hagan un volado-.

No tuve mas remedio, saque la moneda, mire a los tres -¿listos?- pregunte lanzando la moneda al aire.

-Aguila- dice Adolfo.

Con una mano atrapo la mondea, le doy vuelta, al abrirla salió Cara, Carlos grito con emoción y Adolfo solo se encerró en la habitación que antes me pertenecia.
Yo y Max dormimos en la habitación de mis padres, Adolfo en la habitación de alado, y aun queda una sola, una habitación vacia, sin una alma ahí dentro.

-Por poco dejo que Adolfo tome la habitación de Alado- dijo en voz Baja Carlos.

Ma y yo no pudimos evitar no reír, todos se fueron a sus habitación a desempacar, Max se recostó en la cama agarro el control y prendió el televisor.
Suspire, y me senté a su lado, mi cabeza estaba recostada en su cálido pecho, mis manos jugaban con sus dedos, el besaba mi cabeza mientras veíamos una película en el televisor.

-Te amo- dijo Max entrelazando nuestros dedos - nunca te dejare Jess-.

-No me dejes- respondí con la mirada de cachorro.

Al acabar la película, Max se había quedado dormido, mire al reloj de pared, 6:30, me senté en la orilla, mirando el tapizado de las paredes, sentí un dolor profundo en el pecho - Mama...- susurre entre mis manos.

Tocaron la puerta de la habitación, seque rápidamente las lágrimas, me mire en el gran espejo y sonreí, abrí la puerta, eran Carlos Y Adolfo.

-Vamos a cenar- dijo Carlos, entrando a la habitación -Vamos por unos tacos- exclamo antes de saltar sobre Max.
Max abrí los ojos al golpe, y sin pensar soltó un golpe al rostro de Carlos, Adolfo reía sin parar, me acerque a Carlos pidiendo disculpas lo lleve al baño para lavarle el labio.

-Sabes que no debes despertarlo de esa manera-

-Perdóname Jess-

-A mí no me pidas disculpas- suspire -también es culpa suya por reaccionar así-

-No lo culpes, cualquiera reaccionaria así- tomo asiento en la taza, alboroto su cabello -¿Por qué debes dormir con el?- pregunto.

-Porque somos pareja- respondí mojando un pedazo de algodón con alcohol -Además, no debe importarte mis decisiones- .

-Lo entiendo, pero...- se detuvo, tapo mi boca, me junto contra la pared, él se encimo, me miro de reojo, sin decir nada llevo su dedo hasta su boca dándome la indicación de que guardase silencio. ¿Qué pasaba? ¿porque actúa así de extraño? ¿Dije algo malo? Tantas preguntas en mi cabeza y sin respuestas, quite sus manos de mi boca -¡¿Qué haces?!- exclame alzando la voz, Carlos me miro rápidamente, me volvió a tapar la boca, rápidamente cerró la puerta del baño con seguro, nuevamente quite sus manos, lo empuje hacia atrás, me puse de pie y Salí del baño, el pasillo estaba oscuro, no se veía nada, tampoco se oían las voces de los otros dos, lo cual me puso nerviosa, justo cuando iba a salir del baño la mano de Carlos me tomo del brazo, me jalo dentro del baño, cerró la puerta, recargo su cabeza sobre mi hombro, sentía su cálida respiración en mi cuello -Algo pasa en la casa- susurro.
La piel se me erizo, la sangre se me volvió helada -¿A qué te refieres?- pregunte en voz baja.

-Max y Adolfo discutían- se detuvo, levanto la cabeza mirándome fijamente -Se callaron al poco rato, y desde entonces no hay ruido- respondió.

Con eso supe que algo Andaba mal, mire al espejo del baño, quite el espejo, se encontraba una alarma que si era presionada la policía vendría en 40minutos
- la policía ya debe venir en camino- dije presionando el botón.

-¿Qué es eso?- pregunto.

-Una alarma que pusieron mis padres para mi- respondí colocando el espejo nuevamente -Debemos salir a ver que pasa-.

-No-.
-No pienso quedarme aquí- abri la puerta, no pasaron dos segundo cuando puse un pie fuera del baño y la luz fue cortada, mi cuerpo lo sentía pesado, ¿Cómo es posible? ¿El primer día de llegar y ya pasaba esto?, mi cuerpo pedía que saliera de la casa, pero no dejaría los chicos ahí, suspire, camine por aquel pasillo hasta llegar a la habitación donde se suponía que debía estar los chicos, la puerta estaba emparejada, sabía que si la abría vería algo que no quería ver, tome el valor necesario, abrí la puerta, mi piel se erizo, comencé a temblar, me volví pálida, el cuerpo estaba pesado como para poder moverme.

-MAX! ADOLFO!- grite tirándome al suelo junto a ellos, agarre la cabeza de Max la coloque en mis piernas, revise que no estuviera herido, y si no, no lo estaba, lo cual eso me dio un Alivio. Hice lo mismo con Adolfo, los recosté a ambos en la cama, Salí de la habitación, no encontraba a Carlos, decidí bajar las escalaras, al pisar el ultimo escalón, un ruido proveniente de la cocina, me asusto, como si algo pesado hubiese caído, respire hondo y me dirigí a la cocina, No quería ver aquella escena, mi primera reacción fue golpear el marco de la entrada de la cocina, el volteo y formo una sonrisa perturbadora.

-Veo que me has descubierto- Dijo dejando caer el cuerpo de Carlos.

-¿Qué LES HAS HECHO?- Grite, di un paso al frente - CONTESTA BASTARDO- mi corazón estaba agitado, sentía miedo y furia a la vez.

-Solo les inyecte Droga- contesto riendo -¿Qué quieres?- pregunto recargándose en la barra.

-Quisiste decir ¿ que quieres tu?- respondí, rodeo el otro lado de la barra, coloco ambas manos en ella - Todavía tienes la decencia de mostrar tu cara después de haber asesinado a MI MADRE!- dije elevando al voz.

-Vamos hija, admítelo, ya se había vuelto una carga- respondió tranquilamente.
La furia de su asquerosa respuesta, hizo que actuase sin sentido, me acerque a el, jale de su camisa, teniéndolo frente a frente solo le dije -No me das miedo- lo solté, de reojo buscaba alguna cosa con que defenderme -Bingo- dije en voz baja observando el cajón de cuchillos.
El siguió mi mirada y sonrió -ni lo sueñes hija-.

-no me llames así, no eres mi padre- respondí, mire al reloj, solo han pasado 15minutos, fruncí el ceño, por distraída, el me tomo del cuello, me recostó en la barra, ¿en qué momento paso a mi lado?, me ahorcaba, no podía defenderme, me sentía débil, mi vista se nublaba, mirando por todos lados para buscar una salida, la encontré, levante mi rodilla con fuerza, el me soltó por el golpe en sus genitales, se arrodillo y yo corrí hacia el cajón -MIERDA!- grite tratando de abrir el cajón, cerrado con llave.

-Estas me las pagas...- exclamo mi padrastro tomando de mi cabello, me tiro hacia atrás, se encimo en mí, nuevamente comenzó a ahorcarme, no podía gritar ni mucho menos moverme, él tenía una sonrisa formada en su rostro, unas lágrimas se escaparon, cerré por un momento mis ojos, seguido a eso una presión entre mis piernas comenzaba a sentirse mas, en ese momento supe lo que pasaría.

-Te has desarrollado muy bien- dijo con una voz pervertida.

-No me toques Maldito pervertido!- grite.

En pocos segundos un tercer cuerpo golpeo a mi padrastro, no podía ver quien era, con la blusa abierta y los pantalones debajo, me retire de ahí, subí mis pantalones rápidamente, busque al tercer cuerpo, no era un tercero, era un cuarto, podía ver a Carlos en el suelo, y dos cuerpo golpeándose, corrí hacia ellos, intentando separarlos.
Un golpe desprevenido me dio en el ojo, no podía abrirlo ardía demasiado, con el otro ojo vi el juego sucio de mi padrastro una jeringa con cierto liquido lo introdujo en el brazo de la cuarta persona, me moví rápidamente para ver detalladamente quien era
-Josh...- susurre - ¿Qué hacías aquí?..-.

-Despertara más tarde- interrumpió mi padrastro tomándome del brazo, nos pusimos de pie, me estrelló contra la pared, mientras sacaba una jeringa yo trataba de abrir el maldito cajón que estaba atascado, justo cuando el acerco la jeringa a mi cuello, mi piel se puso helada, deje de intentar de abrir el cajón, mis ojos se encontraban fijamente en los suyos
-Hare de ti lo que hice con tu madre...- dijo sonriendo, mi cuerpo reacciono, de alguna manera abrí el cajón, tome el primer cuchillo, lo empuje, me cime y en el y comencé a acuchillar depiadadamente, mi cuerpo sentía la adrenalina, tenia una sonrisa en mi rostro, no dudaba en ningún momento en asesinarlo, a el podía verlo retorciéndose en el suelo, lleno de sangre, tomo el cuchillo con ambas manos, justo cuando le voy a dar en el corazón unas personas rompen la puerta de mi casa.

-Jessie!- grito un agente de policía.

Mi Primer Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora