Capitulo 34 Libre

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-Hay momentos en la vida donde debemos aprender de ellos, incluso debemos aceptarlos, no podemos retrasar el tiempo, mucho menos cambiar las cosas del pasado, me hubiese gustado proteger a mi mama, a Andrea, y no haber apuñalado a mi padrastro. Pero son simplemente cosas que suceden, no puedo hacer nada para cambiar esas cosas, pero si puedo superarlas y aprender de ellas, la gente se cansa, la gente harta de siempre ver y oír lo mismo, un sentimiento extraño por el cual todos pasamos, sentimientos que quisiéramos que duraran para siempre, recuerdos que nunca se borraran de nosotros, palabras que quisiéramos oír a diario, un te amo, un te quiero un te necesito, entre otras más, pero lamentablemente no se puede, no podemos oír ni ver lo que queremos, oímos y vemos lo que se da, si yo pudiera cambiar algo de mí, sería el ser tan defensiva, yo sé que no es bueno ser así, gracias a eso perdí a mi mejor amiga, así que si ustedes dicen que el haberme defendido estuvo mal, lo entenderé, pero quiero que ustedes entiendan que si hubiesen estado en mi lugar habrían hecho lo mismo- Dije al juez, estaba sentada, esposada de las manos, la gente me miraba como si fuera una asesina, no los culpo, mi Abogado habla sobre los hechos, sin embargo no estuvo ahí, el Juez solo escucha, pero no dice nada, da miedo, no saber que piensa o que dirá, tengo miedo de ir a la correccional o a la cárcel, no quiero, cerré mis ojos y espere a que preguntaran algo.
-¿Haberte protegido significo haber apuñalado a tu propio padre 6 veces?- pregunto el Abogado.
-No es mi padre- dije en seco -me defendí de una violación- termine.
El abogado sonrió y movió algunos papeles, nuevamente sonrió, miro al juez y solicito permiso para interrogar a alguien, el Juez le dio su aceptación.
Una persona de ropas negras se para entre la gente que miraba todo, camino por el centro se acerco, me miro lentamente mientras caminaba hacia la silla, esos ojos que me volvían loca, mi piel se puso Helada, en ese momento me puse nerviosa, Max, Max iba a hablar, sabía que no saldrían bien las cosas, le regale una cálida sonrisa, pero el solamente me evito.
-Max- dijo el Abogado -¿Qué opinas de Jessie?- pregunto.
-¿En qué aspecto?- pregunto Max.
-En ese preciso momento que piensas de ella- afirmo el abogado.
-Da lástima- respondió enseguida, ni siquiera dudo un poco en contestar, me dolió su respuesta, cerré en puños mis manos, apreté mi mandíbula y deje escapar una lagrima, me sentía la peor persona -Da lástima, pero entiendo que se defendió- termino Max, abrí mis ojos y lo mire a velocidad, el no me miraba, simplemente contestaba a todo.
-¿Defendió? Mato a su papa Max, dejo que los Drogaran- contesto el Abogado poniéndose de pie.
-No nos dejo, se que hizo lo posible para ayudarnos- respondió Max cruzándose de brazos -Usted no estuvo ahí, no sabe que paso- guiño un ojo y sonrió.
Mi corazón latía con fuerzas, Max me estaba apoyando hasta donde podía, a pesar de que me dijo esas palabras tan horribles, se que aun en su fondo, me ama, como yo a él, se que nos amamos, y sé que estaremos juntos de nuevo, o eso espero.
-¿Cuándo viste a Jess después de despertar que pensaste?- pregunto el Abogado caminando en círculos.
-Me dio miedo, verla bañada en sangre, no es algo normal, menos es algo bonito, me sorprendí y por el miedo la rechace- suspiro - eh reflexionado, y solo se defendió, yo no sé qué paso allá abajo, pero si hubiera estado en su lugar habría hecho y mas- afirmo.
-¿Dices que no sabes lo que paso allá abajo?- pregunto el Abogado mirándome.
-Así es- respondió Max.
-Jess, ¿puedes repetir que paso Abajo?- pregunto con una sonrisa el abogado.
Maldito sea, me hace recordar mi pasado, y mi presente, me da miedo, no sé qué debo responder, lo único que me queda es decir la verdad, así me evito más problemas inútiles.
-Hablamos por unos minutos, me golpeo, drogo a un amigo e intento violarme...- me detuve, un nudo en la garganta se estaba formando, no podía seguir, que tal si Max me odiaba -Tome un cuchillo y lo apuñale...- termine.
Max tenía los ojos sorprendidos, la cague, lo eche a perder todo, ya no me querrá hablar más, el abogada comienza a hablar unas cosas con el Juez, ambos me miran y el juez decide preguntarme una cosas -Note que has dicho que el no es tu padre ¿Por qué?-
-Porque no lo es, es mi padrastro, nunca lo vi como mi padre, abusaba de mi mama, nos golpeaba, ¿Cómo puedes ver a alguien como un padre si te hace daño?- pregunte.
-¿a qué edad comenzó a golpearte?- pregunto el juez.
-Cerca de los 7años, cuando comencé a defender a mi mama- respondí con los ojos hinchados, sentía que iba a explotar en llanto, que no podría más.
-¿Cuándo atacaste a tu padrastro, sentiste remordimiento?- pregunto entrelazando sus dedos.
Sabía que si contestaba que no, las cosas serian malas.
-Sí, no me arrepiento de haberlo hecho, pero me siento mal por acabar con una vida- respondí.
Max volteo a verme, intento sonreír, pero borro ese intento enseguida, no sabía si fingir que no lo había visto o intentar sonreírle, el Abogado toma asiento, el Juez golpea su mesa -Declaro a la señorita Jessie Toher Inocente, ella ira con un psicólogo 1 vez por semana, estará bajo observación 1 mes, Terminado- golpeo nuevamente su mesa con su pequeño mazo de Madera.
No pude evitar levantarme de la emoción, busque a Rafa entre los guardia, corrí hacia él, salte sobre el -Muchas Gracias Rafael- dije en llanto - Gracias por haberme cuidado esa semana que estuve en esa celda- le mostré mis manos para que quitara las esposas, el solo sonreía sin decir nada, me las quito y me abrazo -Jess cuando tengas problemas llámame de nuevo con ese botón- asentí con la cabeza y me di la vuelta al oír que gritaban mi nombre, los chicos, Josh, Adolfo, Carlos, Tay y Max, los 5 estaban juntos, sentí tanta felicidad, que corrí hacia ellos, todos me hicieron bolita para abrazarme, llore con cada uno de ellos, me sentía feliz de haber salido de esta, dejaron de abrazarme y Max estaba ahí parado con Audífonos, me acerque a el, me pare frente a el, baje la mirada -Perdóname por haberte lastimado y por no haberte protegido cuando tuve que haberlo hecho- suspire -Entenderé si no querrás perdonarme- sonreí.
Max quito sus audífonos, me tomo de los hombros, me miro fijamente, me regalo una cálida sonrisa, no dude en saber que me estaba perdonando, lo abrace con mis brazos frágiles, su corazón latía con fuerza al igual que el mío, ambos nos miramos, de un segundo para otro pude sentir sus labios húmedos rozar con los míos -Te perdono- susurro antes de plantar un dulce y apasionado beso en mi.
Nunca sabes en qué momento pueden venir las mejores cosas, pero por ahí dicen "las mejores van y vuelven".
Salimos del juicio los 6, subimos a la camioneta de Josh, camino para la casa, Adolfo propone ir a comprar cosas para celebrar mi regreso, todos estuvieron de acuerdo. Compramos las bebidas, las chatarras e incluso compramos unas películas, esta noche sería la mejor de todas.

Cuando llegamos a mi casa, sentí mi corazón aliviarse, camine por el pasillo principal, nomas de ver la cocina me puse nerviosa, di un paso atrás, choque con un cuerpo cálido, mire a ver quién era.
-Max- sonreí y lo bese.
El me tomo por la cintura y me cargo, comenzó a caminar hacia la puerta del jardín, abrió la puerta y me bajo justo en el césped, Los chicos venían tras de nosotros con las cajas de bebidas y la comida, Josh se acerco a mí y comenzó a molestarme como siempre, los demás acomodaban las cosas, tome mi teléfono y vi la hora, sonreí al saber que aun era temprano, mire a Carlos quien estaba en la orilla de la alberca mirando el cielo nocturno, me acerco a él lentamente, lo asusto por atrás, el respira hondo y sonreí dulcemente -Jessie- me abraza -Te extrañamos-.
-Y yo a ustedes- devolví el abrazo.
A los segundos comenzó a sonar en las bocinas la canción de Last kiss - Taylor Swift, Josh comenzó a reírse junto con Max mientras seleccionaban algunas canciones, mientras sonaba esa en especial, mire a Max, el me sonrió y yo le devolví un beso de aire. Mire a Carlos quien se perdió en las estrellas, decidí empujarlo para darle un pequeño chapuzón, lo tome de la espalda y lo empuje, Carlos cayo de cara a la alberca de agua helada, el asomo su cabeza, su cabello estaba totalmente húmedo, que no pude evitar reírme de él, el frunció el ceño y grito -MAX!- en ese momento me dio un escalofrió, volteo hacia atrás y los chicos corrían hacia la alberca, quitándose las camisas, Max me tomo de las piernas y la espalda, cargándome como una princesa salto al agua.
Así pasamos la noche, en la alberca, con bebidas alcohólicas, y algunos juegos, terminamos durmiendo el césped bajo la luz de la luna.

Mi Primer Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora